Este miércoles 5 de marzo, los gremios de trabajadores estatales de la CTA protagonizarán un paro nacional para denunciar las políticas de vaciamiento y los salarios de miseria y hambre. ACTA habló con Jorge Yabkowski, presidente de Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) acerca del significado político de esta nueva medida de fuerza que se sentirá de Ushuaia a La Quiaca.
-¿Cuáles son las principales reivindicaciones de FESPROSA para este nuevo paro nacional?
La FESPROSA venía de dos jornadas nacionales muy importantes y de mucha repercusión en defensa de los derechos de los trabajadores de los trabajadores de la salud. Una realizada el 18 de diciembre, apenas finalizada la crisis policial y otra el 19 de febrero. Ambas estuvieron precedidas por medidas de fuerza como en la Provincia de Buenos Aires, San Juan, Córdoba, Santa Fe, donde durante el verano la salud no se tomó vacaciones. La crisis tanto salarial como la de insumos y de infraestructura edilicia determinó que continuara el conflicto durante todo el verano. La medida del 5 de marzo expresa un malestar profundo en el conjunto de la sociedad y en los trabajadores estatales en particular.
En el marco del profundo malestar, los trabajadores estatales y la clase trabajadora en general y el conjunto de la sociedad está buscando quién le ofrezca saltar sobre el pacto de gobernabilidad que ha tendido la oposición massista con la que tiene su eje en el Partido Radical , las CGT de Caló , la de Moyano y la CTA de Yasky. Todos, de una u otra manera están convalidando el ajuste para que sea confirmado en las paritarias. Lo más brutal que fue la propuesta salarial de Scioli pero también fue indigna la respuesta del gobierno nacional a la paritaria docente.En ambos casos significan una pérdida de 10 puntos promedio del salario para el conjunto de los trabajadores.
-¿De qué manera se está sintiendo este ajuste sobre los trabajadores de la salud?
Los 5 mil millones que acabamos de firmar con Repsol los vamos a pagar el conjunto de la clase trabajadora y para eso yo usaba la metáfora del partido de tenis: cuando uno quiebra el saque del contrario, tiene que ganar el punto siguiente y a eso se le llama confirmar el quiebre. Ellos, con la devaluación, nos ganaron el saque pero con las paritarias tienen que confirmar el quiebre y se trata justamente de eso,de que no confirmen el quiebre,de que no puedan pasarnos por encima tal cual lo planean de Gobierno nacional y los gobiernos provinciales.
-¿Qué significado político tiene entonces el paro nacional del 5?
Para nosotros ir a la jornada del 5 es un deseo muy grande, una esperanza que tenemos de unidad de todos los trabajadores estatales que han pasado por encima a las conducciones claudicantes como las de Yasky, Baradel y Maldonado y también de la de UPCN. Estas conducciones rápidamente arreglan donde le tiran tres migajas como en el caso de Santa Fe en contra del interés de los trabajadores. Es hora de pasar por encima de estas conducciones claudicantes conformando un polo en el sector estatal y con toda la CTA que nos permita dar una batalla contra el ajuste que están planteando.
-Y en estos 10 años que el Gobierno llama «la década ganada» ha habido una profundización de la privatización de la salud, ¿cómo se la puede medir?
Lo que ha habido en estos años es una profundidad en las políticas regresivas en el sector público: tercerizaciones, privatizaciones parciales y precarización laboral. Si esto no fue más adelante es por una resistencia global de los trabajadores de la salud y de los usuarios que han impedido que se profundice esta política. Si nosotros vemos los modelos con los cuales el gobierno nacional ha construido los nuevos hospitales como el Central de Formosa, el de Posadas, el Hospital de la Madre y el Niño de La Rioja o el Hospital Centro Pediátrico de Santiago del Estero o El Cruce de Varela, todos están basados en tercerizaciones, precarizaciones, contratos basura, alta complejidad para tener algún tipo de circulación de dinero fresco y nulos derechos para los trabajadores.
Por otro lado, en la atención primaria de la salud ha crecido la precarización laboral con el plan de médicos comunitarios que es el plan más grande de precarización laboral del Estado en salud, con miles de trabajadores cobrando sueldos míseros y de manera totalmente inestable. Y en cada una de las provincias presupuestos restringidos en base a lo que tienen las administraciones provinciales sin ningún apoyo nacional , creando un sistema pobre para pobres. Tenemos privatización del conjunto del sistema de diálisis pública que está en manos de las multinacionales, prácticamente no hay diálisis pública en la Argentina, está todo, aún dentro de los hospitales, en manos de Fresenius una multinacional. Se han privatizado servicios pediátricos como en los hospitales de San Luis, se han privatizado contratos de anestesia. Manzur (ministro de Salud) ha sido un campeón en las políticas de privatización al no reglamentar la ley de producción pública de medicamentos que permite que las multinacionales sigan haciendo de las suyas en el mercado de medicamentos, dejando a la producción pública en un lugar absolutamente marginal.