Hace meses que las y los habitantes de la ex Villa 31 padecen la falta de suministro de agua en sus viviendas y los cortes de electricidad constantes en sus viviendas. Además, esta semana se sumó la explosión de un transformador de electricidad que produjo el incendio de tres pisos de una vivienda y el corte total de energía en varias manzanas del barrio por 48 horas, en pleno verano.

* Por Valeria Garay

El barrio Carlos Mujica, más conocido como Villa 31 y 31 bis, es un barrio porteño centenario que reúne más de 40 mil habitantes y que atraviesa uno de los procesos de «re-urbanización e integración» más controversiales.


Si bien se han destinado para obras de infraestructura más de 1000 millones de pesos hasta ahora no ha formalizado ninguna conexión de agua y cloaca. Durante octubre, noviembre y diciembre, en el marco del Seminario de Servicios Públicos y Barrios Populares, un equipo de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria relevó el estado de los servicios públicos. El relevamiento, las mediciones de presión y los indicadores sanitarios elaborados evidenciaron la crítica situación sanitaria que atraviesa el barrio.

Este martes 7 de enero por la mañana vecinos y vecinas del barrio notaron que uno de los generadores de Edenor se estaba recalentando y advirtieron a los bomberos. La primera en llegar al lugar fue la dotación de Bomberos Voluntarios de la Villa 31 y luego se sumó la Dotación de Bomberos Voluntarios de la Ciudad. El principal inconveniente que tuvieron fue que los hidrantes no tenían agua, algunos no tenían presión y otros directamente estaban sellados. Como consecuencia de esto, lo que empezó como un recalentamiento terminó siendo un incendio que afectó a tres pisos de una vivienda y la falta de agua y luz en todo el barrio.

Amalia Aima, vecina del Barrio Padre Mujica, integrante del Movimiento de Barrios y Villas Germán Abdala y miembro de la Mesa Ejecutiva de la CTA-A Capital, consultada sobre esta problemática expresó: “Respecto al tema del agua es algo que venimos padeciendo hace mucho tiempo, tuvimos inconvenientes en principio con el tema de la presión, debido a que se hizo una obra troncal sobre las calles Perete y Rodolfo Walsh, que son los dos nuevos ingresos que se construyeron. Y la verdad que en todas las calle internas seguimos estando con las cañerías de hace 20 años con los inconvenientes que eso conlleva, se complica realizar las tareas diarias de lavar, cocinar, sobre todo dentro de los comedores.”

“A la problemática que tenemos con el agua se suma la de la luz, con los transformadores. Hace unos días se quemó uno de ellos, esto es algo que ocurre de manera constante por el incremento de las familias que tenemos. Sumado a esto, las nuevas viviendas que se construyen utilizan energía eléctrica en las cocinas y su consumo es muy alto, por lo que se necesitan mayor cantidad de transformadores, para poder dar a basto con el consumo eléctrico. Esta sobre demanda genera cortes en el barrio y en consecuencia muchas familias quedan sin el suministro, las que tienen bombas no pueden subir agua a los tanques y esto repercute en la vida cotidiana”, agregó Amalia.


Por su parte, Janet Mendieta, vecina del barrio e integrante de la organización Eulogia Ríos de la CTA-A Capital, comentó: “El martes 7 de enero por la mañana se incendió una casa porque abajo hay un transformador de electricidad -que abastece a varias manzanas de la ex Villa 31- que por un recalentamiento explotó. Nosotros denunciamos que habiendo más transformadores alrededor de esa manzana no los están habilitando porque primero quieren poner los medidores en cada casa, obviamente cobrarnos y recién ahí los van a hacer funcionar. De todo eso resultaron heridas dos mujeres y ocho niños, que fueron hospitalizados por inhalar el humo”.

Además, la compañera agregó: “Esta situación se suma a la falta de agua que venimos sufriendo desde hace dos meses, venimos con baja potencia de agua y hay veces que llegamos a estar hasta tres días sin agua. El Gobierno de la Ciudad no nos dice nada y no escuchan nuestros reclamos. Esta no fue la primera vez que ese transformador se recaliente y se quema esa vivienda, el año pasado pasó lo mismo y estuvimos cuatro días sin luz”.


Por último, María Eva Koutsovitis, Ingeniera Hidráulica especializada en hábitat, Coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria y militante del FOSH-CTA , explicó: “Las familias denuncian hace meses la falta de agua y coinciden que, a partir de las obras recientemente realizadas por el Gobierno de la Ciudad, el acceso al servicio empeoró. La desigualdad en el acceso a los servicios básicos constituye un acto de violencia político-institucional, condicionando el desarrollo de la vida y recargando de tareas a las mujeres”.

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