t-19El viernes por la noche se llegó a un acuerdo entre los representantes de los aceiteros nucleados en la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines y los empresarios.

Los obreros tendrán un salario inicial de $14.300, lo que representa un aumento del 36%. La huelga iniciada el 4 de mayo, los cortes y bloqueos en puertos y en el cordón industrial de Rosario, así como las decisiones en asamblea, fueron medidas decisivas para esta victoria que beneficia a 20.000 trabajadores y que, además, rompe el techo que pretendía imponer el gobierno nacional.

El 29 de mayo, a 25 días de iniciado el paro, la lucha de los aceiteros dio sus frutos, tras varias reuniones en el Ministerio de Trabajo e, inclusive, en el Ministerio de Economía. Tanto Carlos Tomada como Axel Kicillof se reunieron con los paritarios para que no pelearan por el salario mínimo vital y móvil que exigían. Pero la huelga sostenida desde el 4 de mayo en las puertas de distintas fábricas y que incluyó piquetes en el cordón industrial de Rosario y bloqueos en los puertos del Gran Rosario -con un centenar de barcos varados en el río Paraná-, llevados adelante por más de 1000 obreros de distintos puntos del país, permitió que la negociación se convirtiera en triunfo.

Si bien desde los medios hegemónicos se sostiene que el acuerdo alcanzado es del 27% -porcentaje del techo en “paritarias libres” que delimitó el gobierno encabezado por Cristina Fernández- el obrero aceitero de menor categoría recibirá un sueldo neto de $14.300, retroactivo al 1° de abril, lo que representa un aumento del 36%. Según trascendió, los empresarios y paritarios firmaron un segundo acuerdo en el que se alcanza dicho porcentaje, que eleva a esa suma el salario inicial, actualmente en $10.500.

Cabe señalar que las empresas, entre ellas Cargill, Molinos, Dreyfus y Nidera, por cada $1000 de ventas destinan entre $5 y $18 a salarios y que con sólo el 0,5% de lo que facturaron en el 2014 pueden pagar el aumento de todo el año a los 20.000 obreros. Es decir que, como destacaron los trabajadores, no existían “razones económicas para negarnos el aumento salarial exigido”. De hecho, los paritarios denunciaron que luego de alcanzado un acuerdo de palabra con las patronales el viernes 22 de mayo -por el 36% finalmente acordado- fue el gobierno nacional el que sostuvo que no era viable.

“Yo no soy como esos que se quedan en casa / escuchando la radio para ver lo que pasa / yo me voy a la huelga con los trapos y los bombos / si no dan el aumento se va a armar el quilombo” cantaban los aceiteros en los piquetes. Y ayer, día además del recuerdo vivo del Cordobazo, llegó la victoria, lograda en unidad y con la confianza que vale: la propia, la de la lucha obrera. “Pusimos lo que hay que poner, el cuerpo y la conciencia, la unidad y la solidaridad”, afirmaban desde la Federación.

El viernes por la noche quienes se sentaron en la mesa paritaria -entre ellos el secretario general Daniel Yofra y el secretario gremial Adrián Dávalos- viajaron a Rosario para reencontrarse con sus compañeros y compartir el orgullo de lo alcanzado.

Fuente: www.anred.org

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *