Los trabajadores y trabajadoras de Maestranza agrupados en el SITMMA-CTA (Sindicato de Maestranza y Mantenimiento) llevan más de 50 días de conflicto con la empresa La mantovana, tercerizadora del servicio de limpieza en todas las sedes del Ministerio de Relaciones Exteriores. Para hablar sobre este tema, la Secretaría de Prensa de la CTA Capital entrevistó a Elisa Juarez, delegada del SITMMA y a Pablo Méndez, delegado General de ATE en la Cancillería.
La empresa está obligada por contrato a que los trabajadores deben tener una jornada de 8 horas, pero de los 160 trabajadores 47 no cumplen este requisito (trabajan 4 horas por $3.800). Los nuevos funcionarios de la Cancillería, que encabeza Susana Malcorra, por ser ese organismo solidariamente responsable de esta situación, han prometido una solución en un plazo de 20 días, que se cumplió este miércoles 20 de enero.
La solución no llegó y hoy el conflicto se ha profundizado aún más por el despido masivo e injustificado de trabajadores y avisos de traslado de delegados a otros sectores, buscando romper la organización gremial. Todas estas acciones son llevadas a cabo por la empresa La Mantovana en connivencia con la Cancillería.
Dada la gravedad de la situación los empleados resolvieron tomar medidas de acción directa en el edificio -ubicado en la intersección de las calles Arenales y Esmeralda- para defender sus puestos de trabajo.
– Elisa, contanos qué está pasando hoy…
– Lo que tenemos en este momento son 20 despedidos y a todos los delegados trasladados, todo esto en complicidad de los funcionarios, porque ellos nos pidieron a nosotros, cuando estábamos haciendo la retención laboral, que levantemos la retención, que iba a haber una negociación, para poder otorgarle las 8 horas de trabajo a los 50 trabajadores que tenemos, que están por pliego, pero han aprovechado para despedir y para trasladar a los delegados.
– ¿Tuvieron algún tipo de respuesta por parte de la Cancillería?
– En este momento la Canciller se ha solidarizado con los trabajadores y mandó un mail desde el lugar donde está, Davos, y nos pidió que nos acerquemos al Vicecanciller. Así que justamente estábamos esperando a que llegara acá, y acaba de llegar, va a subir a hablar un compañero de ATE y acaba de llegar Eduardo Otero, posiblemente suba también él y también voy a participar yo de la reunión, como represente de todos los trabajadores de Maestranza.
– ¿Qué expectativas tenés con respecto a la pelea por las 8 horas de trabajo, a los despidos y traslados?
– Yo espero que eso se solucione, que no sea algo para dispersarnos nuevamente y seguir aprovechando para despedir. Nosotros esta mañana le franqueamos la entrada a todos los trabajadores que trajo La Mantovana; tranquilos, sin discusiones, tratamos de hacerles entender a los compañeros que no era la problemática de nosotros contra ellos, sino que estamos haciendo valer un derecho del cual ellos también van a ser beneficiados. Nosotros lo que exigimos es que se cumplan las 8 horas para los 50 trabajadores de media jornada.
A ello se suman los anuncios públicos sobre la revisión de 700 contratos de empleados de ese Ministerio. Pablo Méndez, delegado General de ATE en la Cancillería, explicó cuál es la situación que están viviendo.
– El conflicto que tenemos en realidad es una incertidumbre generalizada sobre qué va a pasar sobre todo con la continuidad laboral de todos los trabajadores y en especial de los 1800 contratados en distintas formas que hay en la Cancillería.
En principio el Gobierno emitió un decreto en diciembre, en el cual dice que los trabajadores que tienen una antigüedad mayor a 3 años sus contratos iban a ser renovados por un año. Después, la Canciller hizo declaraciones públicas donde dijo que hay 700 contratos en revisión en la Cancillería y la verdad que nos llama poderosamente la atención porque es una cifra muy alta, que no se condice con el componente de antigüedad que hay acá, donde la mayoría tenemos una antigüedad muy grande.
Y posteriormente, la última instrucción interna que hay, es que les van a renovar el contrato solo por 3 meses a todos los contrados, sin ningún tipo de discriminación de antigüedad ni de funciones. Con lo cual estamos todos en una incertidumbre por estar todos en proceso de revisión. Por ejemplo, yo tengo una antigüedad en la Cancillería de 20 años, con contratos que se van renovando año a año. Y ahora, a todos los contratados nos van a renovar solamente por tres meses.
– ¿Tuvieron contacto con algún representante de la Cancillería?
– Tuvimos en diciembre conversaciones con el Jefe de Gabinete de la Canciller y con el Secretario de Coordinación de la Cancillería. Los términos del diálogo son buenos, pero se van tomando medidas que no son debidamente informadas en una mesa de diálogo.
Entonces, la verdad que esto lo único que hace es generar incertidumbre y desconfianza del lado de los trabajadores. En este momento no tenemos situaciones denunciadas de despidos, más allá de algunas desvinculaciones que aparentemente estarían consensuadas. Y el único riesgo concreto que vimos es un grupo de compañeros que están trabajando en función de contratos tercerizados con las universidades y que no se los estaría renovando.
Hay una incertidumbre generalizada porque pasan los días y no tenemos novedades sobre la situación y esto sumado al problema de los trabajadores tercerizados, donde han sido despedidos y desplazados 22 trabajadores, entre ellos delegados gremiales, que nos prende una luz de alerta para estar movilizados y en atención a esta situación.