Los trabajadores del Instituto Brasileño de Museos (IBRAM) se movilizarán este jueves contra las medidas impuestas por el gobierno de Michel Temer, que eliminan esa institución y permiten la privatización de los museos. Desde Buenos Aires, los trabajadores de los museos argentinos, afiliados a la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), se solidarizaron con la lucha de sus pares brasileños.
CLATE conversó este lunes con Rafaela Felicio, Tais Valente, Newton Soares y Leonardo Neves, cuatro jóvenes trabajadores del Instituto Brasileño de Museos (IBRAM). Se trata de un órgano autárquico vinculado al Ministerio de Cultura, que fue creado en el 2009 con el objetivo de gestionar la Política Nacional de Museos, lanzada por el gobierno brasileño en el año 2003.
“Nuestra función primaria es asegurar que se apliquen los lineamientos de esa política, a fin de promover la valorización del patrimonio cultural brasileño y garantizar el acceso a los derechos culturales de la población”, explica Taís Valente. “El IBRAM también se encarga de administrar directamente 27 museos federales”, añade.
Luego del incendio que destruyó el Museo Nacional de Río de Janeiro el pasado 2 de septiembre, el presidente Michel Temer firmó las Medidas Provisorias [Decretos Ley] nº 850 y 851, que extinguen el IBRAM y crean la Agencia Nacional de Museos (ABRAM), que se convertirá en una entidad autónoma de derecho privado. Estas medidas tienen que ser aprobadas por el Congreso Nacional.
La nueva agencia tendrá entre sus fondos recursos del sector privado y podrá celebrar contratos de prestación de servicios con personas físicas o jurídicas. Además, entre los dirigentes de la entidad, habrá tres representantes de empresas privadas.
“Eso significa, en la práctica, que los recursos del sector serán gestionados por empresas privadas”, explica Valente. “En el fondo, eso es lo que quieren: dejar en manos de privados una función del Estado, que es la de garantizar el acceso a la cultura”, advierte.
“Nosotros no nos oponemos a que haya más financiamiento para los museos”, aclara la trabajadora del IBRAM. “Lo que estamos cuestionando es la forma cómo estos recursos son gestionados”, afirma.
Autoritarismo
Para Leonardo Neves, estas medidas del presidente Temer “llegaron como una bomba”, ya que en ningún momento fueron consultadas con los técnicos del IBRAM.
“La Política Nacional de Museos se construyó hace 15 años a partir de un amplio diálogo del sector museológico con la sociedad. Se gestó en ese ambiente, con la participación de distintas voces. Estas medidas, por el contrario, llegan de manera sorprendente, no hubo ningún diálogo previo con los trabajadores. Este gobierno ilegítimo impone sus reformas así, de forma autoritaria”, señala Neves.
Por su parte, Newton Soares recordó que una de las primeras acciones del gobierno Temer fue extinguir el Ministerio de Cultura, medida que se pudo revertir gracias a la movilización de la sociedad organizada. “Sin embargo, el ministerio quedó extremamente fragilizado”, indicó.
“Nosotros creemos que es posible tener una política de Estado que garantice museos de calidad, con participación de la sociedad. Pero si ponemos esa política en manos de una empresa privada, su única pretensión será obtener alguna ganancia o privilegio”, afirmó Soares.
Situación laboral
“Todavía no está muy claro qué sucederá con los trabajadores del IBRAM”, señalan los jóvenes trabajadores estatales. “Somos cerca de 600 servidores públicos concursados, amparados por Ley del Servidor Público, que desempeñamos nuestras tareas en la sede central del Instituto, en Brasilia, y en las sedes localizadas en 8 estados del país”, informan.
Las primeras versiones indican que una parte de los trabajadores será absorbida por una nueva Secretaría, denominada de Museos y Acervos Museológicos, y otra parte sería transferida a la ABRAM.
Derecho a la memoria
Rafaela Felicio destacó que el trabajo que realiza el IBRAM tiene un alcance social mucho más amplio, que va más allá de los 27 museos federales que gestiona. “Nosotros realizamos talleres en el interior del país, desarrollamos los llamados ‘Puntos de Memoria’, para incentivar a los distintos grupos sociales a descubrir sus patrimonios culturales y preservar su memoria. Fomentamos la construcción colectiva y participativa. No podemos dejar que todo eso quede en mano de empresas privadas”, manifestó.
“Nuestra lucha es por el derecho a la memoria de nuestro pueblo, por el derecho a la preservación de nuestra identidad”, agregó su compañera de trabajo, Taís.
“El Estado tiene que velar por todo lo que es público y es interés de todos, no del mercado. El Estado tiene que garantizar salud, educación, y también cultura. Porque la cultura también es un medio de transformación social”, concluyó la trabajadora del IBRAM.
Movilización
Bajo la consigna «No al desmantelamiento de los museos», este jueves 27 de septiembre se realizará en Río de Janeiro un gran Acto Nacional en defensa de los Museos y contra la extinción del Instituto Brasileño de Museos. La concentración será a las 10 de la mañana frente al Museo Nacional.
Solidaridad desde Argentina
El secretario gremial de la Junta Interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Argentina en el Ministerio de Cultura, Nicolas Rodríguez Saa, se solidarizó con la lucha de los trabajadores de los museos brasileños. “Esta lucha es continental y tiene que ver con las políticas que se están implementando en nuestros países y que buscan restringir cada vez más el acceso a la cultura”.
Rodríguez Saa, quien trabaja en el Museo del Traje, explicó que en Argentina se vive una situación similar, con la eliminación del Ministerio de la Cultura por parte del gobierno de Mauricio Macri y la creación de una Secretaría de Cultura, que pasa a depender del Ministerio de Educación. Además, a principios de septiembre, el gobierno firmó un decreto que habilita, por primera vez en veinte años, el cobro de ingresos a los museos, medida que “apunta en la misma dirección de la privatización que se está dando en Brasil”, señaló.
También denunció el abandono estatal que enfrentan los museos nacionales, la falta de presupuesto y la precarización laboral. En particular, hizo referencia al caso del Museo Malvinas, cuyos trabajadores se declararon en estado de alerta y movilización ante la reciente renuncia de su equipo directivo.
Fuente: Prensa Clate, por Samantha Sassi | www.clate.org