La CTAA Capital junto a la FeNaT-CTAA Capital, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Somos Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones de Base (FOB) y la Federación Nacional de lxs Trabajadorxs Cooperativistas, Precarizadxs y de la Economía Social (FNT) se concentrarán esta mañana en el Obelisco y marcharon desde ahí hasta la Legislatura, donde entregaron la carpeta con 15 mil firmas en apoyo a la campaña Somos Esenciales.

* Por Valeria Garay

Más de 5 mil compañeros y compañeras se movilizaron este mediodía por las calles porteñas para reclamar el reconocimiento salarial de todos los trabajadores y trabajadoras de Espacios Comunitarios; por el reconocimiento integral para los comedores y el pase a programa de todos ellos; por aumento de raciones y reconocimiento de nuevas bocas; por una Ley para la Economía Popular, con presupuesto real, para generar trabajo genuino y alentar el trabajo cooperativo, y por la recomposición salarial y bono de fin de año para las y los trabajadores cooperativistas.

A punto de cumplirse 25 semanas de la Campaña “Somos esenciales. Por el reconocimiento de nuestras tareas. Larreta hacete cargo”, la CTAA Capital junto a otras organizaciones decidieron movilizar a la Legislatura porteña y entregar allí las miles de firmas recibidas en apoyo. «Movilizamos porque en la Ciudad más rica del país, que tuvo un super habit fiscal de 90 mil millones de pesos en el primer semestre de 2020, hay un millón de pobres y se triplicó la indigencia. A pesar de que 250 mil personas pasan por los espacios comunitarios a abastecerse de comida, más de 480 mil personas no pueden abastecerse de una canasta de alimentos. Por eso estamos acá, para exigir refuerzo alimentario, reconocimiento salarial de los trabajadores y trabajadoras que están al frente de los espacios comunitarios y políticas que generen empleo para salir de la enorme crisis social que se vive en la Ciudad», explicó Pablo Spataro, secretario general de la CTAA Capital, camino a la Legislatura.



Al llegar a las puertas del Palacio Legislativo, compañeros y compañeras representantes de cada organización, leyeron desde un escenario el documento redactado de manera conjunta: “El trabajo comunitario que las organizaciones sociales llevamos adelante en los barrios populares es esencial y urgente, y así se hizo evidente durante la pandemia: garantizamos la alimentación de nuestros vecinos y vecinas, colaboramos activamente en la adecuación de los protocolos sanitarios, conformamos las cuadrillas para la limpieza del espacio público, y diseñamos colectivamente redes de contención, apoyo, y asistencia comunitarias.”

“A lo largo de los últimos meses impulsamos y sostuvimos distintas acciones, y llevamos adelante con mucho esfuerzo y compromiso, la campaña “Somos esenciales”, con la que buscamos que el Gobierno porteño reconozca con un salario a todas las personas que cada día en los barrios populares ponen el cuerpo para que haya un plato de comida en la mesa de las familias, para garantizar el derecho a la salud, para acompañar a quienes sufren violencia de género y para garantizar la continuidad pedagógica en el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que se aplicó en el contexto de la Pandemia”, leyeron los compañeros y compañeras, entre otros párrafos.



Al término de la lectura del documento (que se publica completo al final de esta nota), una delegación de compañeras integrada por Dagna Aiva, Amalia Aima y María Eva Koutsovitis, por la CTAA Capital; Liliana, de Barrios de Pie; Sonia del Partido Piquetero y Laura Velazco, Legisladora Porteña por Somos – Barrios de Pie en el Frente de Todos. Durante ese encuentro las compañeras entregaron la carpeta con 15 mil firmas recolectadas.

Documento elaborado por las organizaciones:

SOMOS ESENCIALES

El trabajo comunitario que las organizaciones sociales llevamos adelante en los barrios populares es esencial y urgente, y así se hizo evidente durante la pandemia: garantizamos la alimentación de nuestros vecinos y vecinas, colaboramos activamente en la adecuación de los protocolos sanitarios, conformamos las cuadrillas para la limpieza del espacio público, y diseñamos colectivamente redes de contención, apoyo, y asistencia comunitarias.

En la Ciudad más rica del país se ha multiplicado la pobreza y la indigencia. La crisis social avanza y es necesario que quienes administran el Estado instrumenten políticas que lleven alivio a nuestras familias que viven en villas y barrios populares, medidas que atiendan lo urgente, pero que también permitan ir generando un camino para salir del difícil contexto que hoy se vive.

A lo largo de los últimos meses impulsamos y sostuvimos distintas acciones, y llevamos adelante con mucho esfuerzo y compromiso, la campaña SOMOS ESENCIALES, con la que buscamos que el Gobierno porteño reconozca con un salario a todas las personas que cada día en los barrios populares ponen el cuerpo para que haya un plato de comida en la mesa de las familias, para garantizar el derecho a la salud, para acompañar a quienes sufren violencia de género y para garantizar la continuidad pedagógica en el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que se aplicó en el contexto de la Pandemia.

Estos trabajos que hoy NO son reconocidos salarialmente han demostrado ser ESENCIALES. Es importante destacar que mayoritariamente son planificados, coordinados y llevados a cabo por mujeres. Mujeres que además de garantizar los cuidados en nuestras casas sin tener remuneración por ello, dedicamos tiempo, esfuerzo y preocupación a los cuidados comunitarios. ¡Eso que llaman amor, es trabajo no pago!

También exigimos un fondo de emergencia para las experiencias vinculadas a la economía popular, de manera de generar mecanismos que recuperen el trabajo en una Ciudad y una economía que se derrumban.

Reconocer salarialmente a cocineras y promotoras que están al frente de los espacios comunitarios, e implementar un fondo para la economía popular no representa en términos presupuestarios un esfuerzo para la Ciudad más rica del país.

Traemos hoy más de 30 mil firmas, juntadas en cada barrio, en cada espacio comunitario, para que nuestras propuestas sean escuchadas por todas las fuerzas políticas de la Ciudad y en especial, por quienes la gobiernan.

Exigimos que se discutan en esta legislatura y en el gobierno las necesidades que atravesamos como pueblo. Necesitamos que la política incorpore la mirada de los sectores populares para encontrar soluciones a problemas que ya no pueden esperar.

Nuestros recorridos y el conocimiento acumulado constituyen una herramienta valiosa a la hora de impulsar la economía social y popular: la asistencia económica, técnica y financiera del Estado deben ser parte de la implementación de políticas públicas y deben fomentar el crecimiento y desarrollo de las distintas unidades productivas, cooperativas de trabajo, asociaciones civiles y mutuales. El Estado y sus políticas deberían estar orientadas a alentar este tipo de acciones poniendo en la agenda las necesidades de nuestro pueblo.

Esta Ley, este proyecto que se va a discutir en la Legislatura porteña NO es el que las organizaciones sociales concebimos, pero es el fruto de la organización, de la militancia y de la lucha en las calles para que se valorice el trabajo incansable de cada compañera y compañero de nuestros barrios populares.

Sostenemos, para que NO sea letra muerta, que hay que dotarla de presupuesto real que vaya a cada cooperativa de trabajo, y que las organizaciones sociales seamos parte en la conformación del Consejo para la Economía Popular, a fin de monitorear, planificar, proponer y ejecutar políticas para el sector.

Por eso hoy estamos acá, por todos y todas las compañeras que perdieron la vida en esta pandemia estando en la primera línea de la lucha contra el virus pero también contra la desigualdad y la desidia del Estado, y permaneceremos muy atentos y atentas a la aplicación de esta Ley: ya es tiempo de que lo esencial sea visible a los ojos de todes, y hoy más que nunca gritamos: SOMOS ESENCIALES, RECONOCIMIENTO SALARIAL de todas las tareas de cuidado comunitarias.

Asimismo, exigimos refuerzo alimentario y el reconocimiento integral para todos los espacios comunitarios e inmediato pase a programa de los mismos. Son los compañeros y compañeras quienes se tienen que organizar para resolver los gastos de gas envasado, y proveer de las herramientas de trabajo a la hora de cocinar, cuando es el Estado quien debería garantizar el funcionamiento en cada lugar.

Por último, seguimos sosteniendo la urgencia de una recomposición salarial para todos los y las cooperativistas, y un bono de fin de año, para que la inflación no le gane al bolsillo de cada familia trabajadora.

Convencidos y convencidas que el camino de la unidad es el que abre las puertas que el poder intenta cerrar, es que hoy una vez más venimos a expresar nuestras demandas en las calles y venimos a ratificar nuestro compromiso en la construcción de una ciudad y un país para todos y para todas.

Como dicen los carteles de nuestras columnas: el silencio NO es nuestro idioma, vamos a volver a las calles todas las veces necesarias hasta que todas nuestras demandas sean realidad. Acá no se rinde nadie, compañeres!

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