Otro jueves de frío y lluvia donde las hornallas se prendieron y las ollas vuelvieron a salir a la calle. Bajo los lemas “Somos esenciales. Por el reconocimiento de nuestras tareas. Larreta hacete cargo”, la FeNAT-CTAA Capital -junto a Somos Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y la Federación de Organizaciones de Base (FOB)- participó por sexto jueves consecutivo de la Jornada de Ollas en Villas y Barrios Populares de la Ciudad de Buenos Aires.
* Por Valeria Garay
Desde el 18 de junio, cada jueves -de manera ininterrumpida- las y los compañeros de las organizaciones sociales cocinan para el barrio, en el marco de la Jornada de Ollas, para visivilizar que su trabajo es esencial y que como tal, debe ser remunerado.
Luego de 5 semanas de Jornadas, los medios de comunicación y algunos dirigentes del oficialismo porteño comenzaron a hablar del reconocimiento del trabajo comunitario y del reclamo de las organizaciones sociales. Consultada este lunes -por el diario Tiempo Argentino- sobre la negativa a reconocer el trabajo comunitario, María Migliore, ministra de Desarrollo Social y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, expresó: “La crisis sanitaria visibilizó una desigualdad estructural. Es un tema que hay que analizar. Ellas han cumplido un rol fundamental en esta pandemia, en los roles de cuidado, de manera silenciosa. Es un tema que hay que pensar y ver cómo seguimos. En su gran mayoría son trabajos ejercidos por mujeres que hay que cuidar. No hemos dicho que no.”
En la Ciudad de Buenos Aires, la ciudad más rica del país, durante años de gestión macrista las desigualdades sociales se profundizaron y presupuestos millonarios que debían destinarse a la urbanización de los barrios populares se despilfarraron en negociados como en el caso de la Villa 31-31 bis de Retiro. Para colmo, se enfrenta esta pandemia con una reducción del presupuesto para los barrios populares por parte del Gobierno del PRO.
“Ante el agravamiento de la
enfermedad y el avance de la crisis social por la pobreza y la falta
de trabajo, son los espacios comunitarios los que dan una
multiplicidad de respuestas que hoy son fundamentales para atravesar
este tiempo. Estamos hablando de compañeros y compañeras que
sostienen las ollas populares, que reparten alimentos; que hacen
acompañamiento de situaciones de Violencia de Género: Promotoras de
Salud, que van casa por casa para relevar vecinos con Covid-19 y los
llevan a los dispositivos sanitarios, que acompañan a quienes deben
aislarse y les llevan comida, medicamentos y todo lo que necesitan;
estamos hablando de compañeras que sostienen la cursada para el
universo de jóvenes y adultos que intentan terminar sus estudios, de
educadoras que siguen entregando materiales didácticos y juguetes a
los niños, niñas y niñes que asisten a las juegotecas populares;
un sin fin de tareas que se desarrollan en lo cotidiano pero están
invisibilizadas”, enumeró Pablo Spataro, secretario General de la
CTAA Capital, con respecto a las tareas de los espacios comunitarios.
El compañero además agregó: “Es fundamental que estas tareas esenciales sean reconocidas salarialmente por el Estado que, además, tiene todas las posibilidades de hacerlo. Si hoy se tomara la decisión de pagarle un salario a cada una de estas personas de 16 mil 875 pesos -que es el salario mínimo vital y movil- tan solo representaría el 3,1 por ciento del presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires. Por lo tanto, creemos que es una cuestión de rápida resolución una vez que se tome la decisión política; no hay un impedimento financiero para que se lleve adelante este acto de justicia, que es dignificar salarialmente al laburo y el compromiso que despliegan todos los días nuestros compañeros y compañeras.”
Hoy, por sexto jueves consecutivo, las organizaciones sociales llevaron adelante su Jornada de Lucha y Ollas en más de 20 villas y barrios populares para visibilizar todas las tareas que garantizan y exigir el reconocimiento de las mismas, porque allí donde la emergencia sanitaria y la circulación del virus crece, están las Promotoras de Salud; están los comedores y merenderos sostenidos principalmente por las compañeras mujeres; están las Promotoras de Género; están los espacios de niñes, jardines y bachilleratos populares y están las cuadrillas de recolección de residuos de las cooperativas.
En esta sexta Jornada de Ollas Populares se volvió a exigir un Fondo de Emergencia urgente, con fondos públicos aportados por los sectores más ricos de la Ciudad, para reconocer el trabajo no pago de miles de compañeras y compañeros, para realizar las obras que les permitan acceder al agua potable y para re-urbanizar las Villas.