Con movilizaciones en todo el país, la CTA hizo escuchar su voz y sus reclamos contra todas las violencias hacia las mujeres. En la Ciudad de Buenos Aires, cientos de organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y de mujeres marcharon de Congreso a Plaza de Mayo para exigir Ni una mujer menos víctima de violencia. Al paso de la movilización, ACTA dialogó con diferentes referentes de los distintos sectores que integran la Central.
* Por Inés Hayes y Melissa Zenobi
Pasadas las 18, miles y miles de mujeres, hombres, niños y niñas comenzaron a marchar desde el Congreso a Plaza de Mayo para gritar Ni una menos.
“Después de la marcha del 3 de junio, las compañeras empezaron a retomar la idea del movimiento en Santa Cruz de poder juntarnos y seguir organizándonos para entrelazar las agendas de todas las organizaciones sindicales. Tenemos la consigna ‘La precariedad laboral en Santa Cruz tiene cara de mujer’ porque tenemos las plantas estatales con un 30% de precarización laboral, del que 85% son mujeres. El acceso a la salud también es un punto prioritario porque nosotros allá tenemos los hospitales arancelados y cada vez está más lejos para nuestras compañeras acceder a la salud primaria”, dijo Olga Reinoso, del Consejo Directivo Provincial de ATE Santa Cruz.
Por su parte, Gabriela Rodríguez de Siteba (Sindicato de Entidades Bancarias y Financieras) y de la CTA-A de Capital subrayó: “Hoy es un día de recuerdo de lo que pasó con las hermanas Mirabal y estamos por la no violencia de género, porque se da en todos los sectores y en el sector financiero, bancario, las mujeres lo recibimos continuamente, en las diferencias de sueldos, cargos, el abuso por parte de algunos funcionarios, pedimos que se aplique la ley contra la violencia de género y la discriminación”.
Junto a sus compañeras, Cristina, de ATE Matanza agregó: “Venimos con las compañeras a luchar por nosotras, porque no haya más femicidios y por los pibes porque con ellos pasan cosas muy tristes porque todas tenemos hijos y nietos y tenemos que defender nuestros derechos”.
Alicia Coca, de la Comisión Ejecutiva Nacional de la CTA señaló que además de estar recordando y repudiando el asesinato de las hermanas Mirabal durante la dictadura de Trujillo, “nos movilizamos además de por las reivindicaciones que tenemos como mujeres trabajadoras como igualdad salarial, pase a planta permanente de todas las compañeras, por una justa distribución del ingreso, también para que se termine con todas las formas de violencia hacia las mujeres. Entendemos que la violencia está dentro del sistema capitalista en el que estamos viviendo nosotras y para avanzar hacia la igualdad tenemos que hacerlo junto a nuestros compañeros varones. Por eso hoy es muy importante convocarlos y que estén porque ellos también son protagonistas por la lucha por la igualdad entre la mujer y el hombre”.
Coca remarcó que “todavía nos falta mucho, muchas marchas, muchos derechos por los cuales seguir en la calle, no claudicar en este proceso que empezó hace varios años y que estamos muy contentas y orgullosas de caminar y de formarnos cada día. Y como parte de la Marcha Mundial de Mujeres estamos llevando adelante la defensa de la naturaleza, por una vida que sea más sana, por defender nuestros bienes comunes. Seguiremos en marcha hasta que todas seamos libres”.
De la mano de Norita Cortiñas, Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA dijo: “lo que podemos esperar del nuevo gobierno no es mucho pero confiamos en la fuerza de la organización, de las compañeras y compañeros y las posiciones que han sido muy claras así como las últimas movilizaciones que se han hecho y que se puso en primer nivel el tema de las políticas de género hacia el interior de nuestras organizaciones. Que ni una menos no sea una consigna más sino que sean políticas reales y una realidad que se viva”.
Basta de femicidios; declaración de la emergencia nacional por violencia hacia las mujeres y presupuesto ya para la ley 26.485; educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir; separación de la Iglesia del Estado; desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual; no al ajuste; trabajo digno y salario igual a la canasta básica; basta de represión; aprobación de la ley de licencia por violencia de género, fueron algunas de las reivindicaciones de esta movilización histórica.