A través de José Rigane, secretario Adjunto de CTA Nacional, la Central participa del Foro Social de las Américas, que cuenta con unos 3000 participantes abocados en la segunda jornada a discutir que la «energía para todos es un derecho fundamental».

Canada_1-2Como parte de la organización «Derecho a la Energía», la CTA fue organizadora fundamental de este momento del debate. En rigor, nuestra red global es «Droit a i energie SOS Futur», más conocida por nosotros como «Derecho a la energía SOS futuro».

Se desarrolló también otro panel referido a «Mercado de energía, nuevas realidades del mercado», al que se sumó entre otros temas el panel «Energía: el reto de garantizar la accesibilidad», que fue armado por la colaboración directa de «Derecho a la energía SOS futuro».

En este panel hicieron uso de la palabra Richard Perreault, presidente de Derecho a la Energía SOS Futur; Marie-José Nadeau presidenta del Consejo Mundial de la Energía (WEC) vicepresidenta Ejecutiva de Asuntos Corporativos, y secretaria General de Hydro-Quebec; María van der Hoeven, directora ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía (AIE); Charles Boamah, vicepresidente de Finanzas del Banco de Desarrollo Africano (AfDB).

Quedó muy claro para nosotros que no se puede seguir hablando de «acceso universal de la energía», o «energía para todos, un derecho fundamental» y al mismo tiempo seguir considerando a la energía como una mercancía y/o un comodities, tanto por los grupos económicos como por algunos gobiernos.

El diagnostico está claro y éste no se resuelve porque haya sido declarado por las Naciones Unidas, el «2012 año Internacional de la Energía», o más recientemente, «2014 – 2024 decenio de las energías renovables», y ahora como un aporte más a generar comprensión sobre un tema de honda raíces geopolítica, se acepte la propuesta de «Derecho a la Energía SOS Futur» a la ONU, de la creación de un día mundial del acceso a la energía sostenible para todos, con motivo de generar una acción fuerte de orden mundial, movilizadora de todos los protagonistas de este ámbito, caso de los sindicatos de la electricidad y en nuestro caso, la Fetera y la CTA, más todos aquellos que se sumen a la iniciativa mencionada.

Ahora, a pesar de algunas tibias iniciativas, la realidad es que avanza y se hace cada vez más popular el término: pobreza energética.

Francia: el gobierno en el 2013 ha resuelto sacar un medida gubernamental (DECRETO) que va desde el 15 de Noviembre al 15 de Marzo (pleno invierno) que no pueden expulsar y ahora tampoco cortar la luz y el gas a aquellas familias que no pueden abonar alquileres y servicios.

Este país tiene hoy 11 millones de personas en riesgo y (18,8% del total de familias) en situación de pobreza energética, de las cuales 4 millones reciben ayuda, el resto no. Hasta antes de ponerse en vigencia el mencionado decreto, noviembre del 2013, solo se beneficiaban con tarifas sociales 1,8 millones de hogares, ya que eran quienes tenían cobertura social universal.

En Francia las tarifas de energía las fija el gobierno y aunque en el campo de la electricidad tiene una de las tarifas más bajas de Europa, regulada en 13,29 centavos de euros por KWH, resulta que los impuestos en las tarifas eléctricas representa un 36,77%, (en Argentina, solo en la Provincia de Buenos Aires los impuestos son casi el 50%, aunque la dispersión por la privatización hace que esto no sea igual en cada provincia y menos aún en Capital Federal y Gran Buenos Aires).

El valor medio del KWH en Europa es de16,61 centavos de euros.

Lo paradójico es que en el país galo, el IVA es del 5% sobre los productos de primera necesidad, sin embargo en la electricidad esa contribución llega al 20%, por eso el total llega al casi el 37% en el servicio público de Energía Eléctrica.

En Dinamarca el impuesto a la electricidad llega al 120%, una verdadera locura, más sensatos los belgas, su parlamento recientemente ha decidido reducir el IVA en los KWH de electricidad de un 21% al 6%.

Para que quede claro, pobreza energética se dice a aquellas familias que de sus ingresos, el 10% o mas de sus recursos, lo deben destinar a pagar los servicios públicos, sin contabilizar el transporte.

Europa, según el informe WPPI hay entre 50 y 125 millones de personas en la pobreza energética, primer mundo que le dicen.

La gravedad de la situación lo indica la resolución del Consejo Económico y Social Europeo (CESE) que ha emitido un dictamen sobre la precariedad energética de Europa: «para una acción europea coordinada para prevenir y combatir la pobreza energética».

Si este modesto análisis lo profundizáramos y lo extendiéramos a otros países y continentes el drama es mayor, casi 2000 millones de habitantes de esta Tierra no tienen acceso a la energía en el mundo, tienen que usar calefacciones y/o cocinar con leña. Está claro que no hay reducción de la pobreza sin lograr acceder a la energía como un derecho fundamental.

El problema es el sistema capitalista y el orden capitalista de la energía que toma a la misma como una mercancía, las grandes empresas energéticas obtienen las mayores ganancias al dominar la tecnología y comercialmente el mercado energético, aun sin contar con la propiedad de los recursos.

El problema no es la gobernabilidad, ni la seguridad jurídica. El problema no es la energía, sino el capitalismo. Hay que reconocer que la energía es un bien social, un derecho humano y no una mercancía, ahora «mientras rija el orden capitalista, la energía nunca será un derecho de los pueblos».

* Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina.

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