mineria-jpg_35960795El domingo por la mañana se produjo el derrame de 15 mil litros de cianuro en la mina de oro de Veladero en la zona de Jáchal, San Juan. Los habitantes de la ciudad de Jáchal se concentraron en la plaza departamental para reclamar al intendente que tome medidas de manera urgente. Al respecto, ACTA dialogó con Ramón Gómez Mederos, Secretario Adjunto de la CTA Autónoma San Juan.

* Por Melissa Zenobi y Miguel Aguirre.

-¿Qué está ocurriendo en San Juan, en la mina de la Barrick?

- Lo que veníamos temiendo desde hace mucho tiempo: un derrame de cianuro con otros químicos líquidos en el valle del Jáchal a consecuencia de que se ha dañado un caño. Si hay algo que tiene en común la megaminería a cielo abierto con este tipo de tecnología es que es inestable, aunque tengan los equipos más modernos, pero la inestabilidad es relativamente aún mayor por el ambiente hostil del lugar. Es decir, creen que ellos mandan sobre la naturaleza pero ocurre todo lo contrario.

-Se produjo además una pueblada ¿Qué se le reclama al Intendente?

- Sí. Es que acá además hay un cerco informativo muy grande. El Gobierno no quiere que se sepa en plena campaña de todas las consecuencias del modelo minero, ya que siempre dijo que esto significaba el progreso, que con la tecnología de punta nunca iban a traer perjuicios como este. Nosotros venimos advirtiendo desde que arrancó la mina sobre los efectos dañinos hacia el ambiente, haya derrame o no. Anoche en Jáchal se levantó todo el pueblo, que se quedó en la plaza principal hasta las 3 o 4 de la mañana, reclamándole al Intendente que tome medidas. Porque, además, otra de las cuestiones que no se dicen, es que no había un plan de contingencia para actuar en casos de crisis como este. En este momento ha salido el Ministro de Minería a decir que cada dos horas va a hacer un examen del agua de la cuenca del río Jáchal. O sea que los análisis recién llegan hoy: doce años después de que venimos denunciando a la minera Barrick y que este tipo de minería es dañino para el ambiente.

-¿Qué impacto tiene la minera y este derrame en el ambiente y en la producción agropecuaria?

- El impacto ha sido sobre las cuencas hídricas y es inmenso. San Juan era una de las primeras provincias productoras de cebolla y de tomate en la Argentina. Hoy eso ya no ocurre porque no hay agua. El dique más importante que tenemos está muy por debajo de la cota sobre el nivel del mar -que deberían ser 753 metros sobre el nivel del mar- y está como 20 metros más abajo. La cota de agua ha bajado muchísimo porque lo que ha ocurrido es un rompimiento del ciclo glaciar, que está comprobado por los compañeros que son geólogos, glaciólogos, científicos, que han demostrado qué es lo que pasó. A nivel contaminación, en relación al derrame de ayer, todavía no se sabe que puede ocurrir. Jáchal tiene 50 mil habitantes. Ha tenido muchos casos de cáncer hasta el momento. Donde antes crecía cebolla ya no crece, donde antes había frutales, hoy no crecen más. Esos son los daños que se venían dando hasta ahora.

-¿Qué beneficios ha traído la mega minería a la provincia?

- Ninguna. Porque en 10 años, entre todas las minas que estuvieron y están en la provincia, dejaron -según el diario oficialistas- 1030 millones de pesos. O sea que si a eso lo divido por cada año, resultan 103 millones de pesos por cada uno. En términos económicos no ha dejado nada. Pero como la afectación es transversal a toda la vida de la gente, afecta en términos culturales, y también en términos de producción. Y en estos aspectos hemos perdido muchísimo. Recordemos que San Juan es el principal productor de uva de mesa de la Argentina y el primer productor y exportador de aceite de oliva y aceitunas. Entonces, si medimos lo que pudimos haber ganado sin la megaminería por lo que se perdió en producción, yo les puedo asegurar que los números son largamente negativos para las actividades tradicionales que siempre han sostenido el producto bruto interno de la provincia, que hoy por hoy está alicaído. Gran parte del presupuesto a nivel provincial lo banca la nación, no es presupuesto propio. Es muy mínima la cantidad de dinero -sólo el 25%- que proviene de las arcas sanjuaninas.

-Además del pasivo ambiental, qué va a dejar esto.

- Eso es incalculable. La minera Río Tinto deja un daño en España que va a llevar 800 años recuperarse. El drenaje ácido es muy largo, lleva mucho tiempo y no se puede determinar. Lo que ocurre cuando la montaña está cerrada, sin que nadie hubiese puesto dinamita ni nada, es que contiene cientos de metales. Al explotar eso por los aires con toneladas de explosivos diarios, las partículas de metal se juntan con el aire y producen óxido, cientos de tipos de óxidos de todos los metales de la tabla periódica. Y eso se mantiene en el tiempo, por largos periodos, afectando enormemente nuestros territorios, nuestra salud y nuestra vida.

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