cta-anuncian-paro-nacional-por José Rigane, Secretario Adjunto de la CTA; Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA).

A 12 años de rebelión popular de 2001, a 65 años de la declaración Universal de los derechos del hombre y en el aniversario de los 30 años de democracia ininterrumpida en nuestro país. Este 19 de diciembre la Central de Trabajadores de la Argentina convoca una vez más a una Jornada Nacional de Lucha con paros y movilizaciones.

A 12 años de las históricas jornadas de protesta y rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 y a poco días de haberse cumplido los 30 años de democracia ininterrumpida en nuestro país, la CTA sale a las calles a reclamar «porque no alcanza y plata hay!». Poniendo en palabras claras que es lo que sucede hoy en el país.

En un reciente trabajo realizado en la FISyP (Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas), donde se trabajó con información que brinda la propia Encuesta Permanente de Hogares del INDEC (2013), se señala que existe todavía un 35,03% de trabajadores no registrados. Sí, más de un tercio de los trabajadores argentinos no tienen garantizados sus derechos básicos laborales y ciudadanos al estar bajo un régimen de trabajo precarizado. Además, entre los asalariados registrados, un 54,21% gana menos de $5.000. Son datos que ponen de manifiesto la situación de precariedad laboral y bajo nivel de los ingresos de los trabajadores.

A poco de haberse cumplido 30 años de democracia en nuestro país, después de una terrible dictadura cívico-militar, hoy los trabajadores y trabajadoras pueden elegir Presidente de la republica, gobernadores, senadores, diputados, intendentes y concejales. Pero esto no es así en el ámbito laboral, ya que, como afirma Víctor De Gennaro a través de datos oficiales del Ministerio de Trabajo, en el 84,3% de las empresas privadas los trabajadores y trabajadoras no eligen delegados.

En estos días se están produciendo numerosos cortes de luz en Capital Federal y algunas importantes zonas de la Provincia de Buenos Aires. Nosotros hemos denunciado públicamente esta situación del sistema eléctrico nacional. Hemos dicho hace poco tiempo que nada ha cambiado en materia de suministro de energía y que esta situación era repetida de otros años anteriores y era totalmente previsible que suceda. Más allá del aumento record en el consumo (23.334 megavatios en el día), el verdadero problema no está en el uso hogareño de la energía, sino que tiene que ver con la falta de inversión de las empresas del tendido eléctrico y la falta de control estatal. Los cortes de luz no se producen por culpa del uso irresponsable de la electricidad, sino que se producen por desidia privada y estatal..

Esta situación pone de manifiesto que el sistema eléctrico depende del nivel de ganancias de una empresa y no de los usuarios, no del pueblo. Se supone que las empresas que gestionan la energía eléctrica deben cubrir el servicio según la demanda. Al no tener categoría de “servicio público”, poco les importa a los grupos económicos abastecer a la población como corresponde. Su único objetivo es obtener ganancias. La situación que estamos viviendo se produce por la falta de crecimiento, mantenimiento e inversiones en el tendido eléctrico, A esto hay que sumar la demanda, hace que se realicen cortes programados en verano para garantizar el abastecimiento de energía eléctrica al resto de la población.

Necesitamos desarrollar un fuerte debate acerca de que tipo de democracia queremos y necesitamos, porque solo así podremos alcanzar una soberanía nacional que tome a la energía como un bien social y al acceso a ella como un derecho humano más. La concepción mercantilista de la energía es la que pone las ganancias privadas por encima de los intereses del conjunto de la población, y los cortes de luz son una muestra de ellos. Necesitamos renovar el patrimonio energético y que el Estado se cargo porque es un servicio público trascendental.

El pasado 10 de diciembre se cumplieron 65 años de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la cual se establecen una amplia gama de derechos y libertades humanos básicos y universales.

Entre tantos importantes artículos que nos hacen pensar en todo lo que debemos aún luchar para que se cumpla un texto que tiene carácter de Ley suprema, y que en nuestro país aprobado en 1948, se puede mencionar el artículo 23 que expresa; “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”. Ya lo dijimos anteriormente, la falta de decisión política del gobierno hace que un tercio de nuestros compatriotas no tengan cumplimentado este derecho.

En otro sección de ese mismo artículo se señala; “toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social”. Ya sabemos, más del 50% de los trabajadores activos y casi el 75% de los jubilados, o el 100% de los que reciben los planes sociales con requerimientos de prestaciones a un trabajador conveniado, no tienen ingresos como para garantizar una vida digna. Mucho más elocuentes que mis palabras son las imágenes que se vieron por todo el país, donde la pobreza e indigencia, mas allá de los motivos policiales, son inocultables.

La CTA está en la calle, honrando esa gesta popular de demostración de soberanía y ciudadanía; luchando por más democracia sustantiva con el impulso de la participación en la toma de decisiones y con herramientas como la “Consulta Popular en Defensa de la Soberanía Sobre Nuestros Bienes Comunes”, que la central definió impulsar para el próximo 2014, y denunciando la necesidad de que los Estados comiencen a trabajar en garantizar derechos en lugar de empeñar tanto tiempo en el control y la generación de ganancia para unos pocos. Esa es la matriz de desarrollo y riqueza para pocos y exclusión para muchos que debemos cambiar si es que nuestro horizonte es el de las transformación social con soberanía nacional.

 

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