En diálogo con ACTA, Ricardo Peidro, secretario Adjunto de la CTA Autónoma y secretario General del gremio que nuclea a los Visitadores Médicos de todo el país, aseguró que se vienen nuevos tiempos de organización, lucha y conquistas para la clase trabajadora: «Si bien no podemos evaluar cuántos despidos podría haber habido sin las acciones de la CTA-A, sí podemos decir que el ímpetu con el que venía el Gobierno para avanzar sobre nuestros derechos, se modificó porque no pudo hacer todo lo que quiso». Este miércoles la CTA-A y las organizaciones que trabajan con la niñez que la componen se reunirán para elaborar una estrategia conjunta contra la criminalización de nuestros niños, niñas y jóvenes.
-¿Qué balance se puede hacer del año que acaba de terminar?
En cuanto al balance de 2016, nosotros ya desde que este Gobierno anunció las medidas de ajuste y la pretensión de avanzar sobre los derechos de los trabajadores, el 29 de diciembre de 2015, iniciamos las movilizaciones con jornadas de lucha, paros que se extendieron durante todo el 2016. Creo que lo importante de ese balance es que la CTA Autónoma no solamente con respecto a las organizaciones, tanto sociales como gremiales que la integran, sino que pudimos confluir en concentraciones y movilizaciones en todo el país, movilizaciones a Plaza de Mayo donde no tuvimos que esperar las decisiones de otros.
-Estuvieron siempre en la lucha.
Frente al ajuste que se pretendía aplicar sobre la clase trabajadora y el pueblo, no solamente con respecto a lo salarial, sino también cuando se nos decía que teníamos que elegir entre fuentes de trabajo y salario, cuando se planteaba el tema de la flexibilización laboral, frente a los despidos, tanto en el sector estatal como en el privado, asumimos una postura activa tratando de hacer que fuera lo más masiva posible en cuanto a la articulación con otras organizaciones para confluir en una misma lucha en común. Pero tampoco nos quedamos cruzados de brazos exigiéndoles a otros que pararan o movilizaran sino que lo hicimos parando y movilizando desde una posición protagónica y de convocatoria de unidad en la lucha.
-Y gracias a esas medidas de lucha, el Gobierno retrocedió.
Si bien no podemos evaluar cuántos despidos podría haber habido sin esa acción de la CTA-A, si podemos decir que el ímpetu con el que venía el Gobierno para avanzar sobre los derechos laborales se modificó porque no pudo hacer todo lo que quiso. Con nuestras movilizaciones logramos ponerle límites a esos despidos así como lograr reincorporaciones, e hicimos visible que no le iba a ser fácil a los sectores poderosos de la economía expresados en gran parte en las políticas de este Gobierno, que había una organización muy fuerte del campo popular para hacerle frente. Así que, por un lado, el saldo positivo es la resistencia de los trabajadores y el grado de organización de la clase trabajadora. Y en ese sentido, la CTA-A sin especular, siempre tuvo una posición coherente de luchar en unidad con el resto de las organizaciones para ponerle limites a estos avances que no sólo se pretenden llevar adelante en nuestro país sino también a nivel regional y mundial.
-¿Cómo se vislumbra este año?
Nosotros ya comenzamos el año con algunas cuestiones que son de vital importancia. Desde el punto de vista inmediato, como la respuesta contundente que tenemos frente a la intención nuevamente puesta sobre el tapete, fundamentalmente por los sectores más de derecha y quizás con una especulación electoral, montándose en una realidad de inseguridad entre comillas, que para nosotros es mucho más abarcativa que un robo, que la postura que tienen estos sectores de intentar nuevamente bajar la edad de imputabilidad para los pibes y pibas de nuestro país. En ese sentido, no solamente hicimos un documento con el Foro Nacional de la Niñez y la Fundación Che Pibe, sino que estamos ya convocando a un espacio con todas nuestras organizaciones de la niñez para este miércoles 11 de enero para comenzar esta resistencia a cualquier postura que signifique seguir criminalizando a nuestros jóvenes y a nuestros chicos.
-Una de las banderas históricas de la CTA ha sido la defensa de la infancia.
Desde su creación, la Central ha defendido a la niñez y la juventud porque en los pibes recae la máxima violencia de este sistema capitalista y siempre la respuesta que plantea el poder es estigmatizarlos y criminalizarlos cada vez más como si no fuera la sociedad injusta la que los somete y los excluye. Nosotros tenemos propuestas y queremos discutirlas con todo el campo popular para ver de qué manera podemos proteger a nuestros pibes. En esas propuestas es que estamos convocando desde la CTA-A y desde las organizaciones que trabajan con la niñez este miércoles para establecer una respuesta amplia, unificada y contundente con nuestra firme postura de que no pasarán.
-El sistema capitalista es tan cínico que siempre corta el hilo por lo más delgado.
Sí, a la clase trabajadora y el pueblo que así como los pibes, son las principales víctimas del ajuste, se los quiere poner como responsables de la realidad provocada por los grupos económicos concentrados y los empresarios que quieren maximizar ganancias con la súper explotación de la clase trabajadora. Eso va en línea con lo que dice el Ministro de Trabajo o el Presidente de cambiar los Convenios Colectivos de Trabajo, cuando plantean que la solución es bajar los aportes patronales, que tendría consecuencias sobre toda la seguridad social de nuestro pueblo. Es inconcebible que la mitad de los trabajadores y trabajadoras cobre menos de 8 mil pesos por mes. Nosotros, en ese sentido, queremos trabajo con salarios dignos y fundamentalmente con derechos, queremos discutir las nuevas formas de trabajo que se están proponiendo, sin renunciar a ninguno de los derechos de la clase trabajadora. Frente a los intentos de fragmentación que nos quieren proponer, nosotros nos plantamos con unidad de la clase trabajadora.
-Qué otras batallas se han dado?
Hemos luchado todo el año contra el ajuste y contra el techo en las paritarias, donde los sectores educativos y de salud de la CTA-A fuimos grandes protagonistas, con enormes movilizaciones (en particular, la marcha universitaria del 12 de mayo), también reeditando la articulación de distintos sectores, como estudiantes secundarios y universitarios, entre otros. Hemos acompañado luchas en todo el país, como en Santa Cruz, Chaco, Misiones, Tierra del Fuego, etc. Lo mismo en lo referente a la demanda por el 82% móvil de nuestrxs jubiladxs. Y sin dudas, las grandes protagonistas que irrumpieron en el escenario de todas las batallas fueron las mujeres, con un enorme protagonismo de nuestras Compañeras de los espacios de género de todo el país, tanto en las marchas del 3 de junio por el «Ni Una Menos», como en el paro de Mujeres y multitudinarias movilizaciones del 19 de octubre, así como en el 25 de noviembre y en el Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario, donde la presencia de la CTA-A fue histórica.
-También se trabajó mucho con los gremios privados
Sí, totalmente, creció exponencialmente la organización de gremios como el de los odontólogos, los azucareros, UCRA y sobre todo UETTEL y AAPM, en sus luchas contra patronales transnacionales impiadosas.
Finalmente, crecieron también las demandas que a nivel nacional e internacional acompañamos y gestamos desde la CTA A cuestionando el modelo extractivista y depredador, contra las represas, la megaminería, el frucking y los agronegocios. Reclamos frente a distintas embajadas en articulación con organizaciones con las que hace décadas nos movilizamos por los derechos humanos de ayer y de hoy, con nuevos protagonistas que irrumpieron después del 19 y 20 de 2001 (fecha por la que nuevamente nos movilizamos el pasado 2016).
-Y en relación a la nueva etapa que está viviendo la Central, ¿qué nos podés decir?
Estamos iniciando esta nueva etapa de la CTA Autónoma, en la calle Perón. Evidentemente, al contrario de lo que se plantea de la fractura, nosotros creemos que la construcción de la unidad del campo popular está en pleno debate, debate que estaba prácticamente cortado dentro de la CTA. La mayoría de nuestra Central tanto desde el punto de vista institucional y en la representación en todo el país, estuvo limitado en el debate porque no se convocaba a reuniones y las decisiones de la mayoría eran desoídas. Creemos profundamente en el consenso, la democracia y la libertad sindical deben acordarse por la amplia mayoría. Por eso nos preguntamos: ¿Quiénes son los que fracturan, la mayoría que apoya el debate o las minorías que quieren imponer dentro de los sindicatos y las centrales las decisiones a las mayorías? Y la verdad que en ese sentido quedó claro que muchas de las decisiones que se tomaban por la mayoría cuando había reuniones, tanto del Consejo Ejecutivo Nacional como de Mesa Nacional, no eran tomadas en cuenta y se iba por caminos totalmente opuestos.
-Una de esas decisiones tomadas democráticamente fue dejar el edificio de la calle Lima, ¿no es cierto?
Una de esas decisiones fue que nos teníamos que ir de la calle Lima, fue acordada por todos los compañeros y compañeras y no se cumplió totalmente. Estamos funcionando para darle fortaleza a nuestra Central Autónoma, para que haya mayores instancias de debate, que sea un lugar de encuentro de la clase trabajadora, de convocatoria a todos los trabajadores, tanto del sector estatal como de los privados, a las organizaciones sociales. No pueden tomar una decisión 4 dirigentes dentro de una habitación y luego querer imponérsela a todo el conjunto, eso es ser sectario y fracturista. Se vienen nuevos tiempos de organización, de lucha y de conquistas para nuestros compañeros y compañeras.
-¿Entonces?
Creemos que es fortaleciendo a nuestras organizaciones sociales y sindicales de la CTA Autónoma como se fortalece a la clase trabajadora y no intentando atacarlas. Es increíble que los que acusan a otros de fractura, ataquen a las organizaciones que venimos construyendo CTA durante tantos años.