El diputado nacional de la CTA, Claudio Lozano, presidente del Bloque de Unidad Popular (UP), participó del programa «Intratables» que se emite por Canal América. En él, explicó los motivos y alcances del paro de la semana pasada. También analizó y criticó el accionar del Gobierno ante los reclamos de los trabajadores.
-¿Qué opinás de la visitas de la Presidenta al Papa y de lo que dijo en la FAO?
La Presidenta se fue a confesar con el Papa para recibir el premio a la mentira. La verdad, francamente es un disparate. Los datos que dio la Presidenta son los últimos que dio el INDEC intervenido en su momento, y que fueron sacados de circulación por el propio Ministro de Economía Axel Kicillof ya porque no los podía ni explicar. Primer dato: este Gobierno, que recibe un premio por reducir la pobreza, es el mismo que destruyó las estadísticas públicas sobre el hambre, pobreza y la indigencia. Segundo: el premio no es para este Gobierno. Es para la Argentina desde el 90’ para acá. Son 25 años. Esto incluye a Menem, a De la Rúa, a Duhalde, y a Kirchner. Por lo tanto, hay que poner en concreto el tema de lo que premió la FAO. Y la verdad es que es una vergüenza, ya que todos los datos indican que de mínima, en la Argentina, estamos en un cuarto de la población bajo la línea de pobreza, el 25%, y estamos en 7,5% de la población en situación de indigencia. De mínima. Las estimaciones más bajas en una Argentina que no tiene estadística pública. Ahora, esto además indica –este dato- que ni siquiera nosotros hemos bajado respecto del promedio de los 90’. O sea que los años de crecimiento que la Argentina tuvo, no pudieron bajar el nivel de pobreza e indigencia que tuvimos en promedio en la década pasada. Bajamos sí respecto a los niveles de 2002 y 2003. Y el otro elemento que más allá del número absoluto, en el último año, 2014, crecieron la pobreza y la indigencia.
-Lozano, ¿duelen los paros o a este Gobierno no le duele nada?
Yo creo que antes de hacerse ya había conseguido éxito. Hubo una modificación leve, pero modificación al fin, en ganancias, hubo un conjunto de cierres de paritarias que perforaron el techo del 27%, incluso en los sindicatos oficialistas, porque a través de adicionales tanto Comercio como en el caso de la UOM, como en otros casos, todos están por arriba. Así que este tema de que no producen efectos me parece que hay que mirarlo con cuidado. Quizás no resuelven el problema porque no es la tarea. La resolución del problema forma parte de la modificación de la política pública. Ahora, el dato que me parece que objetivamente hay que registrar es que en los últimos dos años y medio ha habido 5 paros nacionales. Y de 2003 a 2012, no hubo ninguno. Y me parece que lo que hay que ver independientemente de dirigentes, de frases y de cuanta cosa digamos, es que cambió la etapa. De 2012 para acá, la economía argentina está estancada, la producción industrial decae. Hay destrucción de empleo en 2013 y 2014, hay deterioro del poder adquisitivo por inflación, y comenzaron en 2014 a subir de vuelta los niveles de pobreza e indigencia. Entonces, la etapa que el Gobierno describe cuando dice “creamos empleo, mejoramos los ingresos”, eso no existe más. Y este cambio de etapa es el que está instalado y que pide soluciones
-Sí Claudio, pero también los sindicalistas eran amigos del Gobierno. Hay que ver el valor de esos sindicalistas, porque cuando vos cruzás la vereda, es fácil. Yo estoy de acuerdo con que el paro sí hay que hacerlo se lo hace y que hay muchas cosas para reclamar. Pero, ¿reclamo o extorsión? Para mí es reclamo y extorsión, porque estos tipos cuando estaban del otro lado, no paraban. Cuando Moyano era amigo de Cristina y de Néstor, esto no pasaba aunque también había problemas. ¿O porque sean amigos en un futuro no van a parar?
Hoy debe ser claro que no hay legalidad en la Argentina para hacer una medida de fuerza. En un país donde se tiene prácticamente el 35% de trabajadores en negro, donde hay un montón de laburantes que aparecen como proveedores y son cuentapropistas informales, en realidad, decidir parar es una decisión muy potente. Por eso el tema de que aparezcan piquetes, que haya cortes, da justificación a un trabajador para poder decidir. Entonces digo, no hay, como hubo en otra Argentina donde había predominio absoluto de trabajadores en blanco, y donde había una sindicalización extendida, la situación actual es totalmente distinta. Y a mí me parece que el otro tema que tenemos sobre la mesa; uno puede discutir cualquier cosa: los dirigentes, las consignas, pero digo, que cambió la etapa social en la Argentina no se puede discutir, y lo único que está pasando acá es que el Gobierno sigue negando realidad. Que es lo mismo que hace Cristina cuando va a la FAO y dice que hay 5% de pobres y 1,27% de indigentes, o lo mismo que dice Aníbal Fernández cuando dice que nosotros tenemos menos pobreza que Alemania. Ahí se niega la realidad. Este es el punto al cual nos convoca el Gobierno sistemáticamente.
-¿Entonces?
A mí me da la sensación de que a veces le entramos a los debates en una suerte de blanco–negro, en donde lo que queda opacado es la discusión. Independientemente de Magnetto, de D’Elía o de Lanata, la discusión sobre el tema de los medios, la política y el poder económico es legítima darla. Y no la estamos dando. No se puede dar descalificando a D’Elía o a Lanata. Del mismo modo que no discutir el malestar social implícito en un paro argumentando que Barrionuevo es lo que es, es como si yo dijera “este Gobierno es un desastre porque alguien que fue del batallón 601 de la Dictadura -como Gerardo Martínez- forma parte del sindicalismo amigo del Gobierno”. No estamos discutiendo lo que hay que discutir. Hay que tratar, me parece, ¿no?, que en lugar de estar en este blanco–negro absurdo que no nos conduce a ningún lugar, poner los temas importantes sobre la mesa, como la situación que vive la gente que está desocupada o precarizada. El hecho objetivo es que no es cierto que el único problema que tenemos nosotros es Brasil. Ni la coyuntura mundial. No es cierto que seguimos haciendo la misma política que hacía antes el Gobierno. Este mismo Gobierno comenzó el proceso de ajuste. No se puede decir “el Gobierno es bárbaro”, y cuando tengo que decir que es el responsable de que no haya estadísticas públicas, resulta que digo que es un problema que no se sabe de quien es”. Hablemos todos los temas. Acá me parece que hay cierta ficción para el debate. Entonces, blanco–negro, y el tema desaparece.
-Se hizo un paro de 24 horas. Algunos sindicalistas querían ir por más para que el paro se sintiera más fuerte, de 36 ó 48 horas. ¿Qué deja el paro? ¿Qué pasa mañana después de un día como el de hoy?
Antes de hacerse, produjo efectos. Y lo que indicó hoy es que el malestar social está y creo que no hacerse cargo de que hubo 5 paros nacionales en dos años y medio, y que esto no es un indicador solamente para este gobierno: también lo es para los que vienen. La verdad es que cuando uno mira buena parte de las reflexiones que hacen algunos de los que rodean a Scioli, de los que rodean a Massa, y los que rodean a Macri, a uno le cuesta encontrar cual va a ser la diferencia de la estrategia de ajuste que va a practicar la Argentina en el próximo año. La verdad es que no toman en cuenta de que hay un malestar social importante.