El traslado es un cierre encubierto

A pesar de que en marzo de este año la Justicia ordenó la reapertura del Lactario del jardín ubicado en el hospital Ramos Mejía, el gobierno de Rodríguez Larreta sigue empecinado en atacarlo y ahora avanza con una nueva iniciativa que pone en peligro el derecho a la educación de lxs niñxs en Balvanera. 

* Por Mariano Pasi, secretario de Organización de CTAA Capital Regional Centro

Por medio de la Resolución Nº 3968/MEIGC/2018, Rodríguez Larreta y la Ministra de Educación, Soledad Acuña, decidieron trasladar todo el jardín del Ramos Mejía hacia el edificio de una nueva escuela infantil que se está construyendo a 5 cuadras, en la esquina de la plaza Manzana 66 que da a Catamarca y Moreno. Esta decisión es profundamente perjudicial desde muchos puntos de vista y para diversxs actorxs. 

En principio, porque la escuela que se construye en la Manzana 66 es producto de la lucha que lxs vecinxs de Balvanera organizados en la “Asamblea Manzana 66” dieron durante cinco años para obtener más vacantes en el barrio. Esto se ve reflejado en que dicho inmueble fue creado por medio de la Disposición Nº 367/DGAR/2018, la cual habla de “la necesidad de ejecutar los trabajos de obra nueva en el edificio de la Escuela Infantil de Creación, Distrito Escolar 6°”. Es decir, creación de una escuela infantil que -según la Licitación Pública Nº 210-SIGAF-18 (11-18)- tendría “doce (12) salas, sum, cocina gobierno, patio y áreas de servicio”.

El traslado del jardín del Ramos implica -como mínimo- eliminar de cuajo la nueva escuela. En vez de invertir los recursos necesarios para refaccionar o remodelar el inmueble en que se encuentra hoy el jardín, se decide mudarlo al edificio destinado a otra escuela que aún no se constituyó pero que claramente no podría hacerlo ya que le ocuparían su inmueble. De esta manera, el barrio se perdería las 300 vacantes prometidas y la lucha de tantos años sería bastardeada -como tantas otras luchas vecinales- por el gobierno de Larreta.

Claudio Gómez, delegado general de Sutecba en el hospital Ramos Mejía, recuerda que el jardín del Ramos es una conquista obtenida luego de años de lucha y señala que su traslado violaría el Convenio Colectivo de Trabajo ya que en él se establece que corresponde un jardín allí donde hayan más de 50 trabajadoras. Al mismo tiempo, las obligaría a tener que dirigirse a 5 cuadras de sus puestos laborales para llevar o retirar a sus hijxs o en casos de urgencia, sin cobertura de ART.

Por su parte, Laura Valdés, mamá del Ramos, indica que actualmente concurren alrededor de 360 niñxs al jardín, mientras que las versiones oficiales hablan de sólo 300 vacantes en la escuela infantil de la Manzana 66. Por lo tanto, el traslado implicaría el cierre de algunas salas o, al menos, la imposibilidad de que algunxs niñxs puedan continuar y deban inscribirse en otro jardín.

Sabiendo que en la ciudad de Buenos Aires miles de niñxs no pueden ir a la escuela por la falta de vacantes, el gobierno aprovecha el clima electoral y dice estar “abriendo escuelas donde antes no había”. Sin embargo, la realidad supera los discursos y lo que queda claro es que en Balvanera no se abrirá una nueva escuela porque se la está cerrando antes de abrir. La contracara de esto es algo que venimos denunciando hace tiempo: el fomento oficial a la proliferación de los Centros de Primera Infancia (CPI), espacios que son producto del convenio entre asociaciones civiles, ONGs o cooperativas y el Estado. 

Los CPI no dependen del Ministerio de Educación sino del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano y se orientan al cuidado y la contención de lxs niñxs en situación de vulnerabilidad. Así, queda clara la desigualdad social que se reproduce: mientras las familias con recursos envían a sus hijxs a jardines maternales privados con orientación educativa, aquellas que no disponen de esos recursos deben enviar a lxs suyxs a los CPI para su cuidado, donde lo educativo es un aspecto secundario. La educación -como base para un futuro mejor- no es vista como un derecho por el PRO, sino como un privilegio o filtro clasista que divide nuestra sociedad.

Sin embargo, la comunidad de Balvanera ha decidido no bajar los brazos y conformar la “Multisectorial del Jardín del Hospital Ramos Mejía”, en donde confluyen docentes, trabajadorxs del hospital, vecinxs, madres y padres, organizaciones sociales y nuestra CTA Regional Centro. Desde allí, se viene desarrollando un plan de lucha que comprende un petitorio, el despliegue de mesas de difusión en el barrio, la visita a autoridades y funcionarixs, así como acciones de visibilización con abrazos y cortes de calle (como el realizado el jueves pasado en Av. Belgrano y Urquiza). Está claro que la lucha por el derecho social a la educación no se negocia y que ante los intentos de quitarle el futuro a nuestrxs pibxs, redoblaremos los esfuerzos para construir la unidad de acción que frene definitivamente estas políticas de ajuste. Este es el camino que estamos transitando. 

Gambera: “Trabajadoras somos todas y todas tenemos derecho a jubilarnos”

En la tarde de ayer se realizó, en el Centro Cultural Leopoldo González, la Jornada Norma Plá “Tramando estrategias desde los feminismos contra el fin de la moratoria previsional”. Participaron de la misma representantes de la CTA Autónoma Nacional y de Capital, junto a compañeras de ATE, quienes se encontraron con otras compañeras de distintas centrales sindicales y de la Economía Popular en el Pacto Feminista, para tramar estrategias de cara a la Jornada de Lucha que se realizará mañana martes 2 de julio en las puertas de la ANSES en contra de la baja de la moratoria previsional, que permite acceder a la jubilación a miles de mujeres que de otra manera no podrían jubilarse a pesar de haber trabajado toda la vida.

* Por Valeria Garay

El fin de la moratoria previsional es una exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) que el Presidente Mauricio Macri se dispuso a acatar. Es parte del pacto de caballeros que se viene denunciando como plan sistemático de empobrecimiento generalizado y que afecta de modo más profundo a mujeres, lesbianas, trans y travestis, que son quienes primero ponen el cuerpo a la crisis.


Las jubilaciones iniciadas en el 2004 reconocieron los trabajos domésticos, invisibilizados o informalizados por sus patrones, en su mayoría a cargo de mujeres, y siginificaron para muchas autonomía en su vejez . Son una política fundamental para empezar a reparar la desigualdad histórica de la subordinación del trabajo de cuidados, del trabajo no remunerado y mal remunerado.


Desde los feminismos se viene problematizando la división sexual del trabajo, los mandatos familiares que la hacen posible, y el endeudamiento de la vida cotidiana. Y este domingo las compañeras decidieron juntarse a debatir y pensar estrategias contra el fin de la moratoria.

“Esta moratoria que lo que hizo fue poner de relieve – con la mal llamada jubilación para amas de casa- el trabajo invisible de las mujeres, todo ese trabajo no remunerado que hacemos las mujeres en nuestros hogares; también visibilizó el trabajo precario, que hace que nos falten un montón de años de aporte. Esta moratoria lo que hace es poner en escena lo que el feminismo nos viene diciendo en cada una de sus marchas, que trabajadoras somos todas. Por eso es importante estar acá con las trabajadoras de la Economía Popular, de distintos sindicatos, de distintos espacios territoriales, culturales; acumulando fuerza, debates, pensamiento, mística, todo lo que el feminismo viene a aportar, para salir a la calle”, expresó ayer Clarisa Gambera, secretaria de Géneros de la CTAA Capital, en la Jornada Norma Plá.

Quien además agregó: “El martes 2 vamos a estar en la puerta de la ANSES, en Avenida Córdoba 720, porque la ANSES representa el espacio concreto donde esta política tiene que ponerse en marcha. No queremos que se caigan las moratorias y no queremos que siga restringiéndose su acceso; estamos denunciando, debatiendo y entendiendo cada vez más qué significan estos filtros socioeconómicos. Y le decimos no a los subsidios, no a los cetificados de pobreza, que hacen que millones de personas queden afuera, excluidas de lo que tiene que ser un derecho. Trabajadoras somos todas y todas tenemos derecho a jubilarnos”.

Silvia León, secretaria de Género de la CTA Autónoma, también estuvo presente en la Jornada Norma Plá, y expresó: “Estamos acá construyendo y organizando la jornada del 2 de julio frente a la ANSES, para reclamar no solamente la continuidad de la moratoria, sino también por un sistema previsional que permita que todas las mujeres y varones de nuestro país podamos acceder a un derecho fundamental, que es el derecho a la jubilación. Pelear por la moratoria significa también poner en valor y en precio el trabajo no remunerado que millones de mujeres hacemos en el mundo y en nuestro país. Estamos peleando por un sistema jubilatorio digno para todo nuestro Pueblo.”

Bajo las consignas “Jubilarnos es nuestro derecho. No a la quita de las moratorias. Trabajadoras somos todas” se convoca a concentrar mañana martes 2 de julio a las 15 horas en Avenida Córdoba 720 (ANSES).

Se llevó a cabo la Jornada de Lucha en Defensa de la Salud Pública

Hoy, en el Día del Trabajador y la Trabajadora Estatal, la CTA Autónoma de la Capital Federal y su Regional Sur llegaron a las puertas del Hospital Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna) para sumarse a la lucha de las y los compañeros de dicho hospital por mejores condiciones de trabajo y de atención para los pacientes, por una paritaria digna y para denunciar los negocios de Horacio Rodriguez Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y sus socios.

* Por Matías Levin, secretario de Prensa de la CTAA Capital

La falta de atención que padecen los pacientes, la falta de insumos, la falta de reconocimiento a los y las profesionales de la salud, las condiciones de trabajo, la falta de mantenimiento de servicios y edificios, junto a la tercerización de la salud para favorecer negocios privados, fueron algunos de los reclamos que se pusieron de manifiesto y atraviesan a toda la salud pública.

“Buen día compañeros y compañeras, feliz día. No cabe duda que si los hospitales hoy siguen dando respuesta a las necesidades que tiene nuestro Pueblo tiene que ver con el compromiso fundamentalmente de sus trabajadores y trabajadoras. Así que, feliz día para todos ustedes, para las enfermeras y enfermeros, para los camilleros, para los que atienden la limpieza, feliz día para las y los que día a día le dan vida a nuestros hospitales”, expresó Pablo Spataro, secretario General de la CTAA Capital.

Quien además agregó: “Feliz día fundamentalmente para quienes honrran en la lucha el día del trabajador y trabajadora estatal. Nosotros venimos resistiendo contra el proyecto inmobiliario del Gobierno de Macri; contra el 5×1; venimos resistiendo contra las políticas de terciarización que muchas veces se enquistan en nuestros sectores de trabajo; venimos resistiendo también contra esa pauta salarial vergonzosa, que es del 19%, cuando sabemos que la inflación al mes de mayo ya está en el 19,2%. Y nuestros compañeros y compañeras resisten, pero sin dejar de trabajar todos los días y de comprometerse con las necesidades de nuestro Pueblo.”

La lucha y organización de los que trabajan, junto a la necesaria recuperación de ATE Capital como una herramienta imprescindible para torcer el rumbo de colición que lleva la salud pública en la Ciudad de Buenos Aires, fueron tal vez los conceptos más fuertes de una jornada que combinó lucha y festejo por el día de los trabajadores y las trabajadoras del Estado.

Estuvieron presentes en el acto junto a compañeros y compañeras de ATE de los hospitales Ferrer, Muñiz, Tornu, Moyano y otras reparticiones como PAMI, Biblioteca Nacional, Civiles de la Nación, y Casa de Moneda, entre otros. En representación de la Mesa Ejecutiva de la CTAA Capital participaron también José «Pepe» Peralta, secretario General Adjunto y Hebe Nelli, secretaria Gremial.

Primera charla debate sobre violencias de género en el ámbito laboral

Ayer miércoles por la mañana se realizó la primera charla debate sobre «Desigualdades y violencias de género en el ámbito del trabajo” organizada por la Junta Interna de ATE del Hospital Fernández, con la presencia de Clarisa Gambera, secretaria de Géneros de CTA A Capital y Viviana García, Directora del IFCI-FESPROSA.

El debate recorrió aspectos claves de la perspectiva de género que permite explicar las brechas de desigualdad persistente entre varones y mujeres; las leyes vigentes, que son herramientas estratégicas para avanzar en la lucha contra la violencia de género en los lugares de trabajo, y el avance internacional en la OIT con el convenio sobre violencia y acoso que se logró a partir de la lucha de los movimientos de mujeres trabajadoras, que ahora debemos exigir que el Gobierno ratifique.

Terminó la segunda etapa de la formación para acompañantes contra la Violencia de Género

Este lunes culminó la segunda etapa del proceso de formación para acompañantes territoriales contra la Violencia de Género que vienen desarrollando mujeres de distintas organizaciones sociales de la CTA A Capital, en este tramo en articulación con el Instituto Nacional de la Mujer (INAM).

El ciclo de cinco encuestros recorrió principios básicos del trabajo de acompañamiento social a personas en situación de violencia de género, la promoción y prevención contra la violencia.

Cerrando la evaluación colectiva las mujeres pudieron expresar lo significativa que resultó esta experiencia. Clarisa Gambera, secretaria de Géneros de CTAA Capital subrayó la importancia de avanzar: «entre todas con el desafío que asumimos de generar instancias de formación y especialización en violencias de géneros para fortalecer las tareas que muchas de nuestras compañeras ya venian realizando, es nuestra apuesta profundizar saberes, compartirnos herramientas, acompañar a quienes acompañan porque es muy duro estar codo a codo con quienes sufren y están en situaciones de vulnerabilidad. Estamos en el camino de generar espacios y experiencias propias de cuidado y de asesoramiento y vamos a tener nuestra casa en poco tiempo funcionando».

Esta segunda etapa se inscribe en una planificación más ambiciosa que se viene impulsando desde el bloque Gremial, de Formación y Géneros para dar respuesta a una de las demandas más sentidas de las mujeres de la Central. Desde los sindicatos privados, desde ATE y desde los distintos barrios donde hay organización surgió la necesidad de contar con un espacio de referencia que nos permita acompañar a mujeres en situacion de violencia de género en el trabajo, en sus hogares, en el barrio, en las organizaciones.

La formación es un aspecto estratégico de este proyecto para avanzar en la reflexión necesaria sobre las desigualdades que atraviesan las mujeres que son generadoras de violencias, «para nosotras es importante darnos estos procesos de formación y es una decisión jerarquízar una experiencia de política pública que se viene impulsando desde las organizaciones y es también la formación política con perspectiva de género que nos está permitiendo profundizar debates y demandas en clave de feminismo popular», dijo antes de los aplausos, fotos y abrazos Gambera.

Daniela Rodríguez: “ Siempre vamos a estar para cada lucha y propuesta que los bachis protagonicen”

Se realizó ayer, en el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional, el Primer Encuentro de Estudiantes, Educadores y Educadoras del Frente de Bachilleratos Populares de la CTAA Capital. Participaron del mismo profesores, profesoras, alumnos y alumnas de los Bachilleratos Populares Salvador Herrera, ubicado en el Barrio Pirelli/Lugano; Miguelito Pepe, de Constitución; Alberto Chejolán, del Barrio Padre Carlos Mugica-Villa 31, y Sol del Sur, ubicado en el Barrio Los Piletones.

* Por Valeria Garay

Dos compañeras educadoras populares fueron las encargadas de conducir el Encuentro e invitaron a Pablo Spataro, secretario General de la CTAA Capital y ex profesor de uno de los bachilleratos, a dar un saludo.

“Parte del trabajo de los profes es tratar de integrar a los compañeros que vienen de los distintos barrios. Los profesores siempre insistimos en derribar los muros, para que las y los estudiantes se vayan integrando en la cursada y hoy hay una sensación de que estamos derribando los muros entre los bachilleratos, construyendo un sentido de pertenencia entre todas las experiencias educativas. Lo más lindo que tienen nuestros bachis es poder tomar la palabra, ejercerla, decir nuestro pensamiento y ponerla en acción”, expresó Spataro ante un Anfiteatro colmado de educadores, educadoras y estudiantes.

A continuación, las compañeras invitaron a hablar a Rubén Ortiz, Secretario General del Movimiento Pedagógico de Liberación de Misiones (MPL), quien expresó: “Agradezco a la CTAA Capital por invitarme. Nuestra experiencia nace hace 10 años como herramienta para tratar de crear una resistencia y un sueño. La educación es una herramienta para que el placer de tomar mate todos los días no siga descansando sobre la esclavitud de los tareferos. Nosotros diseñamos un Bachillerato Popular y una Escuela de Campesinos para la reforma agraria, todo eso nace de una escuela de Formación Política que ahora cumple 10 años”.

Luego del saludo de los compañeros, se proyectaron cuatro videos que mostraron en pocos minutos las experiencias de los bachilleratos de la CTAA Capital, a modo de presentación de cada uno de los espacios.

Una vez terminada todas las presentaciones, la propuesta fue separarse en comisiones para debatir en torno a los ejes de Educación y Territorio; Educación y Género. y Educación y Trabajo. Las compañeras y compañeros divididos en varios grupos de discusión, fueron ubicándose en distintos espacios del edificio de Avenida Belgrano, para contar las experiencias que viven en sus territorios y bachilleratos.

En un clima de mucha alegría, pasada una hora del trabajo en comisiones, se invitó a las o los compañeros que quisieran contar algo de lo discutido en las mismas. Por falta de tiempo se propuso juntar los papelógrafos con el material trabajado, para sistematizarlo, escribirlo en conjunto y que después vuelva a los bachis y sirva para seguir pensando en los problemas planteados y así pensar respuestas, herramientas y maneras para transformarlos.

El cierre de la actividad estuvo a cago de Daniela Rodriguez, secretaria de Formación de la CTAA Capital quien expresó emocionada: “Es la primera vez que se hace un encuentro de este tipo, nunca nos habíamos encontrado profes y estudiantes. Una felicitación enorme por el hermoso encuentro que hicieron y estoy segura de que va a ser el primero de muchos.”

“También quiero decirles que fui profe de dos bachis y desde ese momento que empezamos a construir el espacio en CTAA la Central empezó a acompañar y abrazar la experiencia de los bachis. Siempre vamos a estar para cada lucha y propuesta que los bachis protagonicen. Y para estar siempre cerca del corazón, en las aulas y en las calles, es que trajimos este pequeño recuerdo. Arriba los que estudian, arriba los que enseñan, arriba los que luchan”, dijo Daniela, al tiempo que comenzaron a repartir a todas y todos los presentes unos pañuelos rojos con las iniciales de Frente de Bachilleratos Populares (FBP) de la CTAA Capital, en un cierre colmado de mística.

Estuvieron presentes en el Encuentro Pablo Spataro, secretario General de la CTAA Capital; José “Pepe” Peralta, secretario General Adjunto; Hebe Nelli, secretaria Gremial; Franco Armando, secretario de Organización; Daniela Rodriguez, secretaria de Formación; Jorgelina Sosa, secretaria Administrativa; Mariano Pasi, de la CTAA Capital Regional Centro y Rubén Ortiz, Secretario General del Movimiento Pedagógico de Liberación (MPL).

La Facultad de Ingeniería de la UBA deberá decidir si exige la paridad de género de las listas en las Elecciones de Graduados


La Lista N° 1000 ‘Ingeniería y Comunidad’, encabezada por la María Eva Koutsovitis -Coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria y referente del Frente Salvador Herrera de la CTAA Capital-, impugnó ayer lunes las listas N° 10 ‘Juntos por Ingeniería’ y N° 25 ‘Ingeniería para el Futuro’ en el marco del proceso eleccionario de Graduados 2019 de la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA).

Las listas impugnadas por la compañera, quien es Ingeniera Hidráulica graduada en la Facultad de Ingeniería de la UBA, presentaron sus candidatos sin respetar la paridad de género como ordena el artículo 60 bis del Código Electoral Nacional (CEN) por remisión del artículo 37 del Reglamento General Electoral para Graduados. En la Lista N° 10 Juntos por Ingeniería, de los ocho candidatos sólo uno es mujer.

Por su parte, la Lista N° 1000 Ingeniería y Comunidad conforma un espacio que impulsa el protagonismo de las mujeres, la ingeniería comunitaria y social y las políticas públicas de industrialización del país en el ámbito de la Universidad. Esta lista, además de respetar la paridad, incorpora entre sus candidatas a mujeres comprometidas con la perspectiva de género en la ingeniería, como por ejemplo, la primera presidenta del Centro de Estudiantes de la FIUBA, la Ingeniera Carolina Paola Tocco.

¿Quién debe resolver la impugnación?


La resolución de esta impugnación se encuentra en cabeza de la Junta Electoral conformada por siete integrantes, seis varones y una mujer. La Junta Electoral fue designada por la actual gestión de la FIUBA y algunos de sus integrantes son actuales funcionarios, como por ejemplo, Xavier Péres (actual Secretario de Inclusión, Género, Bienestar y Articulación Social ) y Joaquín Carletti (actual Subsecretario de Bienestar y Articulación Social).

Se encuentra en manos de esta Junta Electoral considerar si la FIUBA se regirá por los derechos y políticas establecidas en cumplimiento de la Constitución y Tratados Internacionales de Derechos Humanos o desestimará el ejercicio del derecho a una participación política igualitaria y sin discriminaciones para las mujeres.
.
Antecedentes


En las recientes elecciones de Graduados de la Facultad de Derecho de la UBA se decidió respetar la paridad de género cumpliendo el mandato de la Ley Nacional N° 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, sancionada el 22 de noviembre de 2017.

“Queremos que se reconozca el trabajo que todos los días realizamos en nuestros barrios”

Compañeras de distintas organizaciones sociales de la CTAA Capital, acompañadas por la CTA Autónoma y la Federación Nacional Territorial movilizaron hoy al Instituto de la Vivienda de Capital para exigirle al Presidente Juan Ignacio Maquieyra que sean reconocidas las tareas que realizan en el marco de las urbanizaciones de la Ciudad. Sin embargo, Maquieyra se negó a recibir a mujeres que reclaman su derecho a la paridad y al trabajo digno.


* Por Melissa Zenobi, Equipo de comunicación de la CTA Autónoma

Las compañeras de los territorios no solo conocen mejor que nadie sus barrios, sino que además se organizaron y se formaron como promotoras de espacio público y promotoras ambientales, para ser protagonistas del proceso de urbanización en las distintas villas de la Ciudad. Desarrollan tareas que el Estado no hace: inspección de las obras de urbanización, limpieza del espacio público, atención de comedores comunitarios, etcétera.

Ellas trabajo ya tienen, lo que demandan es que se les reconozca y remunere esa actividad que realizan todo los días. Sin embargo, Juan Ignacio Maquieyra, Presidente del Instituto de Vivienda, se negó a recibir a las compañeras que reclaman el derecho a la paridad y al trabajo digno.

Hebe Nelli, secretaria Gremial de la CTAA Capital, junto a Mónica López, referente del Frente Salvador Herrera, condujeron el acto frente al IVC: “Es la Ciudad más rica del país, y eso no se traduce en derechos y condiciones de vida para quienes la habitamos y para quienes generamos la riqueza de esta Ciudad. Estamos aquí en esta Marcha de Mujeres exigiendo Trabajo Digno. ¿Y por qué lo hacemos en el IVC? Porque estamos exigiendo paridad en el trabajo, en las acciones que se realizan en las urbanizaciones de las villas y de los barrios”, dijo Nelli.

Y Mónica López añadió a la denuncia: “En la villa tenemos el agua contaminada, hemos hecho relevamiento del agua. Tenemos a nuestros hijos que siempre se nos enferman por los cortes de luz, lo que es la cloaca. Quienes tenemos los comedores, los centros comunitarios cuando llueve se inundan y se tapa todo porque no hacen una urbanización como corresponde. Las cloacas son un desastre y cuando se tapan salimos nosotras, mujeres, madres, abuelas, a destapar las cloacas porque no viene el camión. Tenemos que andar pidiendo, no nos llevan el apunte. Siempre somos las mujeres las que solucionamos esos problemas”.

Trabajadoras somos todas

María Eva Koutsovitis es Ingeniera Hidráulica graduada en la Facultad de Ingeniería de la UBA, coordina la Cátedra de Ingeniería Comunitaria y es Referente del Frente Salvador Herrera -CTA Capital. A su turno saludó la presencia masiva de compañeras que: “no estamos acá de casualidad, las mujeres venimos organizadas, haciendo un recorrido importante. Las mujeres nos formamos como promotoras de Espacio Público, las mujeres nos formamos como veedoras de obras, las mujeres nos formamos como promotoras ambientales, fuimos hasta la universidad para poder hacerlo, nos organizamos en nuestros barrios y vinimos acá a decirle al Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires que no es posible la urbanización sin el protagonismo de nosotras las mujeres y que no es posible la integración social si no hay trabajo genuino”.

Las trabajadoras de la Villa 21-24 realizaron recientemente un relevamiento que donde visibilizaron que más del 70% de las manzanas se encontraban con índices sanitarios críticos. En la Villa 20, advirtieron que las superficies verdes por habitante son mil veces menor que la que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

“Esta Ciudad se organiza a partir de la desigualdad, y las mujeres tenemos más de un 10% de desocupación, los hogares que llevamos adelante las mujeres son los hogares más pobres y más indigentes. No queremos este modelo de Ciudad, queremos un modelo alternativo, con el paradigma del buen vivir, queremos que ese buen vivir sea para todas nosotras, para nuestras hijas, para nuestros hijos y para nuestras comunidades”, concluyó Koutsovitis.

Yamila Dubinsky, de Villa 20, llegó a la movilización con su odómetro (herramienta para medir longitudes), a explicar cómo trabajan en el cotidiano: “Yo pertenezco al comedor Copacabana. Nosotras, con mis compañeras, estamos haciendo el relevamiento de espacios públicos, que consta de contar árboles, ver si funcionan o no las luminarias, medimos calles, veredas, manzanas, canteros, los pasillos, estamos viendo la cuestión sanitaria”.

Entonces Yamila, conociendo el terreno, denunció: “Además de tener un trabajo como mujeres y como jefas de hogar, que somos muchas, estamos trabajando para controlar si el IVC cumple o no. Y la realidad es que nos estamos encontrando muchas cosas que no se están realizando bien, estamos encontrando las zanjas abiertas que son un peligro para nuestros chicos, no se llevan a cabo en tiempo y forma; la falta de juegos para los niños”.

“Somos un grupo de mujeres que todas las mañanas nos dedicamos a barrer la villa, los pasillos, la placita. Somos trabajadoras, también hay un grupo grande en el merendero que todos los días se encarga de servirle la leche a los niños y dar apoyo escolar. Nosotras nos merecemos trabajo digno”, contó Natalia, de barrio Cildañez.

Fue Dagna Aiva, referente en la Villa 21-24 y miembro de la Junta Vecinal de su barrio, quien remarcó que ésto no es de ahora: “esto es histórico, cuando los trabajadores conseguimos un montón de derechos, los gobiernos se encargaron de bajarnos el pulgar”.

“Lo están haciendo de nuevo, lo hicieron todo el tiempo y de a poco, invisible a nuestros oídos, a nuestros ojos. Por eso, lo importante es tener memoria. Cuando un trabajador consigue sus derechos, tiene vacaciones, aguinaldo y con ese aguinaldo puede ir de vacaciones, al Estado no le gusta, porque un pobre tiene que seguir trabajando en las obras. Nosotras históricamente hemos peleado en las calles, desde nuestros territorios, con la firme convicción de que nosotras podemos y debemos construir un mundo nuevo”, alentó Aiva.

Se va a caer

Por su parte, la secretaria de Género de la CTAA Capital, Clarisa Gambera, explicó sobre la importancia que tiene la tarea de las compañeras: “El trabajo que hace cada una de ustedes en los barrios es una responsabilidad que el Estado abandonó y también es trabajo que el Estado no puede hacer, porque conocer el territorio, el vínculo de las diferentes territoriales no lo puede reemplazar un trabajador o trabajadora del Estado”.

“Las tareas comunitarias, que intentan disfrazar de solidaria, es trabajo no pago. Se parece a lo que nos pasa a las mujeres con el trabajo invisible que hacemos en nuestras casas. El trabajo doméstico y el trabajo comunitario se parecen. En general nos mandan a casa, nos mandan a guardar, nos mandan a lavar los platos, nos mandan atrás y este debate nosotras, desde los feminismos populares, lo venimos dando hacia los gobiernos para que reconozcan que eso que hacemos es trabajo; hacia nuestras organizaciones para que reconozcan que somos las protagonistas del trabajo y de las luchas y que tenemos que estar acá protagonizando también nosotras”, añadió Gambera.

Y remarcó: “Esta Ciudad quiere concentrar en pocas manos y para los ricos las tierras, la vivienda y el trabajo y nos deja a nosotras las trabajadoras en el borde, y nos somete a la precariedad del trabajo no reconocido. Es un trabajo que por ahora no tiene jubilación, por eso también aprovecho para plantearles y convocarnos a nosotras las mujeres a protagonizar la marcha por la moratoria el próximo martes 2 de julio, porque también tenemos derecho a jubilarnos, porque si tenemos derecho a que reconozcan nuestro tarea como trabajo, tenemos derecho a que nos jubilemos como trabajadoras”.

El saludo de la conducción nacional de la Central estuvo representado por Silvia León, secretaria de Género de CTAA Nacional: “es un orgullo enorme que las compañeras de la Salvador Herrera vengan realizando esta tarea tremenda que reemplaza lo que debería hacer el Estado. Cada cosa se la vamos a sacar con lucha, como bien sabemos las mujeres, como sabemos las trabajadoras: pelear, organizar y fortalecernos”.

Y convocó a movilizar, porque con lucha “no solamente le vamos a sacar el reconocimiento a ese trabajo que hacemos gratuitamente, sino que también los vamos a sacar a las patadas en octubre, por explotadores, por usurpar los recursos de nuestro Pueblo, por entregar nuestro país al FMI”, dijo León a la vez que ratificó: “seguimos construyendo la fuerza que necesitamos para que gobernemos los trabajadores y por eso también estamos construyendo la fuerza con mujeres de distintas organizaciones, para exigir los derechos que a las mujeres trabajadores nos corresponden”.

El último saludo fue el de la histórica referente feminista, Nina Brugo, quien también es abogada laboralista y tiene una amplia trayectoria en defensa de las trabajadoras: “Si algo he aprendido en los Encuentros de Mujeres es cuál es nuestro lugar y nuestros derechos. Lo he aprendido con ustedes porque junto con ustedes los vamos logrando, porque pareciera que los trabajos de las mujeres no son remunerados”.

“Nosotras tenemos que aprontarlo al varón para que vaya a trabajar, él trae la plata pero no nos paga nada. Así hemos tenido que atender a los enfermos, a los niños y a los ancianos. ¿Qué quiere decir? ¿Que también en las cooperativas nos va a pasar lo mismo? No puede ser. En los lugares de decisión, ellos, y nosotras ¿qué? ¿Cómo puede ser compañeras que permitamos todo eso? ¿Cómo puede ser que no luchemos por nuestros lugares? Que nos reconozcan en los cargos, en las decisiones, que nos reconozcan también el trabajo remunerado, no puede ser, pero de nosotras depende. Nunca, pero nunca, las mujeres lograron ninguna ley sin que haya sido por la lucha. No se las regaló ningún gobierno compañeras”, remarcó Nina.

Fotos: Juan Alaimes/ Canal Abierto

Fuente: ACTA | www.agenciacta.org

El Convenio sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo fue aprobado por la OIT

Con 429 votos a favor, 7 en contra y 30 abstenciones la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) acaba de adoptar el Convenio 190 sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo. Con él, también ha sido aprobada la Recomendación 208.

* Por Inés Hayes

Este viernes 21 de junio pasará a la historia como un día de triunfo para la clase trabajadora de todo el mundo: la Conferencia del Centenario de la OIT aprobó por amplísima mayoría el Convenio sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo que, entre otras cuestiones, tendrá actuación en las relaciones laborales con las trabajadoras de casas particulares y con aquellos trabajadores y trabajadoras que no estén en relación de dependencia (porcentaje que en esta etapa del capitalismo, son mayoría en el mundo).

Fueron varios años de arduo trabajo de las mujeres y las disidencias del movimiento sindical, quienes iniciaron este camino en 2015 y llegaron hoy a la culminación de un momento en donde la labor por la eliminación de la violencia de género en el trabajo fue el motor para que hoy se cuente con un nuevo instrumento internacional que la aborda transversalmente.

La letra chica

La letra chica del convenio marca el nacimiento y el reconocimiento de un nuevo derecho en el ámbito internacional: el derecho a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso y considera la dimensión del mundo del trabajo, más allá del espacio físico y el mero lugar de trabajo, sino en su integralidad, esto es, en el camino de la casa al trabajo, en los viajes por trabajo, en las reuniones fuera del lugar estricto de trabajo, por poner algunos ejemplos.

Otro de los triunfos conseguidos hoy en Ginebra es que este convenio se aplica a todos los trabajadores y trabajadoras del sector público, reconociendo al Estado como patrón.

Además se evidenció que la violencia doméstica tiene impacto en el mundo del trabajo, por lo que es necesario tomar medidas para aliviar sus efectos y se reconoció que también son factores de riesgo de violencia los procesos de organización del trabajo y las condiciones de trabajo, por lo que fueron planteados para ser tomados en cuenta al momento de plantear medidas de prevención.

El convenio reconoce “la importancia de una cultura del trabajo basada en el respeto mutuo y la dignidad del ser humano para prevenir la violencia y el acoso, que afectan a la salud psicológica, física y sexual de las personas, a su dignidad, y a su entorno familiar y social, y que pueden impedir que las personas, en particular las mujeres, accedan al mercado de trabajo, permanezcan en él o progresen profesionalmente”.

Además, considera que “la violencia y el acoso son incompatibles con la promoción de empresas sostenibles y afectan negativamente a la organización del trabajo, las relaciones en el lugar de trabajo, el compromiso de los trabajadores, la reputación de las empresas y la productividad” y reconoce que “la violencia y el acoso por razón de género afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas”, considerando que “la violencia doméstica puede afectar al empleo, la productividad así como la seguridad y salud, y que los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores y las instituciones del mercado de trabajo pueden contribuir, como parte de otras medidas, a reconocer, afrontar y abordar el impacto de la violencia doméstica”.

Otro de los logros del presente Convenio es que protege a “los trabajadores y a otras personas en el mundo del trabajo, con inclusión de los trabajadores asalariados según se definen en la legislación y la práctica nacionales, así como a las personas que trabajan, cualquiera que sea su situación contractual, las personas en formación, incluidos los pasantes y los aprendices, los trabajadores despedidos, los voluntarios, las personas en busca de empleo y los postulantes a un empleo, y los individuos que ejercen la autoridad, las funciones o las responsabilidades de un empleador” y se aplica a todos los sectores, público o privado, de la economía tanto formal como informal, en zonas urbanas o rurales.

Reparación

El convenio regula también la reparación y la asistencia para víctimas de violencia en el trabajo. Legisla el derecho a dimitir y percibir una indemnización, así como la readmisión del trabajador y una indemnización apropiada por los daños resultantes. “Las víctimas de violencia y acoso en el mundo del trabajo deberían poder percibir una indemnización en caso de daños o enfermedades de naturaleza psicosocial, física, o de cualquier otro tipo, que resulten en una incapacidad para trabajar”, se lee en el convenio.

Además prevé asistencia y asesoramiento jurídicos para los denunciantes y las víctimas, guías y otros medios de información disponibles y accesibles en los idiomas de uso corriente en el país, apoyo a las víctimas para reincorporarse al mercado de trabajo, un servicio de atención telefónica disponible las 24 horas, la atención y tratamiento médicos y apoyo psicológico, centros de crisis, incluidos los centros de acogida unidades especializadas de la policía o de agentes con formación específica para ayudar a las víctimas.

Formación y sensibilización

Con el objetivo de prevenir la violencia, la OIT recomienda llevar adelante cursos de “sensibilización” y programas de formación que integren las consideraciones de género para asistir a jueces, inspectores del trabajo, agentes de policía, fiscales y otros agentes públicos a cumplir su mandato en lo que respecta a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, así como para asistir a los empleadores y a los trabajadores de los sectores público y privado, y a sus organizaciones a prevenir y abordar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.

Además propone realizar campañas públicas de sensibilización en los diferentes idiomas del país, incluidos los idiomas de los trabajadores migrantes que residan en ese país, que hagan hincapié en que la violencia y el acoso, en particular la violencia y el acoso por razón de género, son inaceptables, denuncien las actitudes discriminatorias y prevengan la estigmatización de las víctimas, los denunciantes, los testigos y los informantes.

Y llama a la construcción de planes de estudios y materiales didácticos sobre violencia y acoso, con inclusión de la violencia y el acoso por razón de género, que tengan en cuenta la perspectiva de género, en todos los niveles de la educación y la formación profesional, de conformidad con la legislación y la situación nacional, así como la realización de material destinado a periodistas y otros profesionales de la comunicación sobre la violencia y el acoso por razón de género, sus causas subyacentes y factores de riesgo, con el debido respeto a la libertad de expresión y a su independencia para llevar adelante campañas públicas destinadas a fomentar lugares de trabajo seguros, salubres, armoniosos y libres de violencia y acoso.

* Periodista, docente universitaria y directora de la Secretaría de Comunicación de la CTA Autónoma

25J: Marcha de mujeres por trabajo digno

Bajo la consigna “No hay urbanización sin el protagonismo de las mujeres”, el martes 25 de junio a las 11 horas las compañeras del Frente Salvador Herrera se movilizarán hacia el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) -ubicado en Doctor Enrique Finochietto 435- para reclamar el reconocimiento integral y salarial del trabajo de las mujeres que se organizan en los barrios populares como veedoras y promotoras, para la construcción de un hábitat digno.

A continuación se difunde la gacetilla de prensa elaborada por las compañeras:

“El próximo martes 25 de Junio, las compañeras del Frente Salvador Herrera CTA-A, estaremos realizando la #MarchaDeMujeresPorTrabajoDigno. Esta marcha se pone de pie para hablar de nosotras, de la forma en que vivimos, y la que queremos vivir, en los barrios populares de la Ciudad más rica del país.

Desde hace ya algún tiempo, la Ciudad de Buenos Aires pregona estar en un proceso de Integración Social y Urbana de las villas que nos encontramos en la Capital del país. Esa Integración, suponía, o supone, espacios participativos que incluyan a quienes vivimos en los barrios históricamente marginados de la Ciudad. Lo cierto es que esto ha sucedido de manera parcial y a voluntad del detentador del poder de turno.

Entendemos que un proceso de inclusión real admite que nuestras voces sean oídas tanto en el relevamiento, planeamiento, ejecución y evaluación de las obras que se están llevando a cabo en nuestros pasillos, hogares, espacios públicos, y en todo aquello que implica y afecta nuestro buen vivir. Un proceso de inclusión real democratiza, no solo el proceso de toma de decisión, sino que también reconoce el trabajo que implican estas tareas.

Planteamos una postura crítica ante este proceso, que al día de hoy, sólo se materializa en la contratación de nuestros pibes a los efectos de seguridad y zanjeo de las obras. Sin desmerecer la tarea, decimos que eso pretende desmerecer la inteligencia de los sectores populares para ser partícipes plenos de algo que hacemos diariamente: construir, producir, trabajar, pero también pensar y soñar el presente y el futuro que queremos vivir.

Demandamos una inclusión real, porque como hemos aprendido, en este caso también, eso que llaman amor, es trabajo no pago.

Exigimos el reconocimiento efectivo de nuestras tareas cotidianas, porque es cotidiano el hacer; y porque hemos aprendido a diferenciar el amor de las tareas que realizamos para reparar las brechas sociales que deja la ausencia del Estado en el barrio.

Nosotras, las mujeres que marchamos el 25J, exigimos ser parte real del proceso de urbanización que se lleva a cabo en nuestros barrios. Porque nos hemos capacitado como veedoras de obra. Porque hemos relevado las necesidades de los espacios públicos y hemos realizado propuestas en reiteradas ocasiones a fin de mejorar la vida en nuestros barrios.

Exigimos que esa tarea, sea también reconocida como trabajo, y que ese sea, trabajo digno. Porque entendemos que no es solamente una cuestión de paridad a cumplir con la normativa, es el reconocimiento de un derecho históricamente negado bajo el velo del desconocimiento machista y patriarcal a las tareas de las mujeres. En un contexto marcado por la precarización, donde según el INDEC la desocupación ya alcanza un 10.01%, exigimos que se reconozca la tarea en que ponemos tiempo de vida, porque de otra forma, se sigue profundizando la brecha de desigualdad y la feminización de la pobreza.

Nosotras, las mujeres, hemos aprendido a cambiar la historia a fuerza de empuje colectivo. Y aunque no quieran nombrarnos, ni reconocer/nos, acá estamos, para que nos vean. Y ahora que estamos juntas y que sí nos ven, deberán dar respuesta. Aprendimos a no claudicar en este proceso que aunque es largo, más temprano que tarde, nos visibiliza y nos permite dar vuelta nuestras condiciones de vida.

Nosotras, no nos vamos. No nos vamos hasta que nos vean. Hasta que reconozcan lo que nos corresponde. Hasta que todo sea como soñamos.

Compañeras del FrenteSalvadorHerrera”