Pablo Spataro: “Debemos honrar la autonomía que nos caracteriza y para ello son esenciales este tipo de encuentros”.

Durante la mañana de hoy se llevó adelante el encuentro de la militancia con el que la CTAA Capital comienza a elaborar miradas en común y propuestas políticas de cara al congreso a nivel nacional de la CTA Autónoma.

Con la participación de más de cien compañeros y compañeras, por un espacio de cuatro horas de discusión y debate, la CTAA Capital llevó adelante su primer encuentro de la militancia de 2021 de manera virtual.

El objetivo principal del encuentro fue plantear una serie de ejes de discusión a modo de disparadores de debates, entre los cuales el principal y más aglutinante fue poner a la libertad y democracia sindical como forma de fortalecer a la CTAA como herramienta organizativa y política.

Para Pablo Spataro, Secretario General de CTAA Capital, «Este encuentro de la militancia fortalece a la Central de cara a su Congreso y la iniciativa política que vino desplegando durante toda la pandemia en la Ciudad”.

“Nuestra autonomía debe respaldarse en el debate y la discusión con las compañeras y los compañeros, que es la mejor brújula para llegar a buen puerto. Algo que para nosotros y nosotras debe ser el fortalecimiento nuestra central como herramienta de la clase trabajadora”, sintetizó.

Entre los ejes propuestos como puntapié del encuentro figuraron las políticas públicas en la ciudad, el fortalecimiento de la presencia del Estado, la disputa por la riqueza entre la clase trabajadora y el capital, inflación, ajuste y crecimiento de la pobreza, indigencia e informalidad.

Marcelo Cappiello, Secretario General Adjunto, aseguró que “la masividad de este encuentro es una clara demostración de que, pese a la pandemia y la virtualidad, nuestra central sigue creciendo y continúa siendo una herramienta fundamental para combatir las inequidades que deben soportar los sectores populares en nuestra ciudad”.

Por su parte, José “Pepe” Peralta, Secretario General Adjunto de la CTAA Capital, sostuvo que encuentros como éste “no solo sirven para disparar debates y generar diagnósticos, sino también para actuar en consecuencia tomando como herramienta de transformación a nuestra CTA”.

“La concurrencia masiva de todos los sectores y organizaciones que la componen, nos marca que el rumbo de fortalecimiento como alternativa al modelo dominante es correcta: que la CTAA Capital está a la altura de las circunstancias, que refleja las políticas anti modelo que la sociedad está reclamando y que la clase trabajadora considera necesaria para afrontar la estapa que viene”, concluyó Peralta.

El debate también transcurrió sobre salarios, paritarias y condiciones laborales; defensa del espacio público y el hábitat; implementación de políticas de vivienda, alquileres y organización de les inquilines. Pero la necesidad de transversalizar la perspectiva de géneros y de lucha de  clase respecto a todos los ejes mencionados fue elocuente.

Como resolución del encuentro, entre otras, se pueden citar la construcción de una movilización al Gobierno de la Ciudad cuando las condiciones sanitarias lo permitan; generar un encuentro de mujeres, uno de jóvenes y otros encuentros sectoriales para construir propuestas, sentidos y líneas de trabajo; generar un ciclo de encuentros de difusión y formación sobre herramientas sindicales, soberanía y otras temáticas; fortalecer el centro jubilados de la CTAA Capital y la secretaría de Discapacidad, entre otras herramientas.

La realización mensual de un encuentro de la militancia general y otros sectoriales o temáticos, coronó este primer encuentro del año, que fue percibido como un gran éxito por parte de todas las y los presentes.

Los aportes que nos faltan se los quedó el patriarcado

Según datos del ANSES, el 44% de las mujeres en edad jubilatoria pueden acceder a un beneficio previsional por falta de aportes, situación que expresa la brecha de género en el mundo del trabajo. Se trata de una desigualdad que deja expuestas trayectorias laborales interrumpidas por la necesidad de cuidar, ante la ausencia de políticas públicas y la discriminación a la que fuimos expuestas las personas gestantes cada vez que pudimos tomarnos la licencia por embarazo y excedencia y quedaron suspendidos nuestros aportes, de trabajos inestables, informales con bajos salarios que son los primeros que se pierden en tiempos de crisis y en los que somos mayoría nosotras.

* Por Clarisa Gambera, secretaria de Géneros de la CTAA Capital

Esos aportes que faltan son un aspecto más de la violencia económica por motivos de género en el marco de una organización social patriarcal vigente.

La pandemia profundizó la crisis y también las desigualdades golpeando más a quienes estaban peor: hoy, seis de cada diez familias monomarentales son pobres, el doble del promedio general según informe del Ministerio de Economía y Unicef, el 84% de estos hogares con una persona a cargo del cuidado exclusivo son mujeres. Las mujeres a cargo del cuidado son pobres de ingreso y pobres de tiempo y esta sobrecarga se redobla en el contexto de aislamiento.

Los sectores laborales que han sostenido la primera línea están altamente feminizados trabajando expuestas al contagio, con jornadas extendidas, sin poder garantizar el cuidado de sus hijes, en condiciones de trabajo muchas veces precarias y en el caso de las trabajadoras comunitarias sin ninguna protección social.

El Registro de Deudores Alimentarios de la Ciudad de Buenos Aires, que depende del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño arroja que en 2021 hay un 85 por ciento más de padres que no pagan que el promedio para el mismo mes de los últimos diez años. Las madres que logran avanzar con una demanda judicial reclamando a ANSES para recibir la asignación familiar no califican para recibir ni el IFE, ni la tarjeta alimentar.

Es indiscutible que el cuidado es para las mujeres un vector de desigualdad, siempre, pero en el marco de la crisis COVID 19, la participación laboral femenina cayó al 45% y en 2 tercios de los hogares que incrementan su carga de trabajo doméstico las mujeres fueron sus responsables principales o exclusivas.

Desde antes de la pandemia la participación en el mercado de trabajo y el acceso a un empleo era más difícil para quienes tienen hijes a cargo. Tienen más chances las mujeres sin hijes pero lo opuesto ocurre para los varones, aquellos con hijas/os muestran mayores niveles de empleo que aquellos sin hijas/os. En consecuencia, la brecha en la tasa de empleo aumenta notoriamente entre mujeres y varones jefes o cónyuges con hijas/os.[1]

Las que cuidan tienen menos posibilidad de conseguir empleo y también menos probabilidad de sostenerlo. En la medición de inestabilidad, la brecha de transición a la inactividad aumenta con la presencia de hijas/os de menos de 6 años en el hogar. Según informes del CIPPEC[2] las mujeres de 16 a 29 años con hijas/os son las más perjudicadas, dado que transitan desde la ocupación a la inactividad 23 veces más que sus homólogos varones dejando al descubierto la imposibilidad de la conciliación entre cuidado y empleo. En el total de 16 a 59 años con hijos, la intensidad es algo menor: las mujeres transitan 18 veces más que los varones a la inactividad, aunque todavía se encuentran muy lejos de los valores de 5 y 6 veces, correspondientes a los mismos grupos etarios de 16 a 59 y 16 a 29 años, respectivamente, pero sin presencia de hijas/os menores de 6 años en el hogar.

En este contexto la iniciativa que pondría en marcha el ANSES es un reconocimiento de ese trabajo de cuidado hasta aquí invisible, este “Programa  Integral de Reconocimiento de Periodos de Servicios por tareas de Cuidado” permitiría que se jubilen mujeres a las que le faltan años de aporte, tomando la responsabilidad del cuidado como una razón que explica esa falta y que,  concretamente, acreditando tener hijes se estaría compensando en parte.

Se trata de una bandera histórica del movimiento de mujeres y de una demanda concreta que hemos tomado desde la unidad de las trabajadoras, ese  feminismo sindical que nos ha permitido avanzar en un agenda común. Pasaron dos años desde el domingo helado de fin de junio del 2019 cuando en el Centro Cultural Leopoldo Gonzales de ATE pusimos en acto un pacto feminista en la Jornada Norma Plá tramando estrategias feministas contra el fin de la moratoria previsional que se hizo conocida como moratoria para amas de casa, poniendo en foco el trabajo invisible de las mujeres. En aquella jornada de la que participaron compañeras de distintas organizaciones, nosotras aportamos la experiencia de las trabajadoras de ANSES quienes habían estado al frente de los operativos de la moratoria.  Era un tiempo de resistencia donde desde el gobierno se nos acusaba de ñoquis, se armaban lista de despidos, se desmantelaba áreas completas del Estado y se impulsaba un reforma previsional de más ajuste y menos derechos. En ese contexto de tercera reforma del Estado, aquel domingo, mis compañeras expresaron mejor que nadie que nuestro trabajo son los derechos del pueblo, emocionadas porque fueron miles las mujeres que pudieron jubilarse, también contaron quiénes no, las deudas; entre esas las personas Trans Travestis excluidas del mundo del trabajo, sin aportes y sin tiempo porque la violencia sistemática acorta sus expectativas de sobrevida y no les permite esperar.

Con esa acumulación de deseo llegamos a la calle, frente a la Casa Central de ANSES en un acto unitario con las centrales sindicales, era el tiempo de la resistencia desde esa unidad feminista que nos permitió articular conflictividades superando la fragmentación y también las segmentaciones generacionales y sectoriales que no hacen más que debilitar las luchas estuvimos en la calle como expresión de un movimiento capaz de expresar que esas que no pueden acceder a un beneficio provisional son/fueron las pibas que no pudieron planificar sus embarazos y entonces quedaron atadas al cuidado que desalienta la continuidad educativa y hace difícil acceder al empleo, que esos aportes que no están serán los nuestros que hoy somos trabajadoras precarias sin aportes, que esas mujeres que han soportado la sobrecarga de trabajo doméstico son  nuestras madres y abuelas no tan distintas a nosotras en este presente donde el trabajo reproductivo de ha intensificado en jornadas de superexplotación.

Reconocer el cuidado de hijes y vincularlo con los aportes es sin dudas un avance. Los aportes que no están se los quedó el patriarcado, eso decía la bandera que desplegamos ahí a la puertas del ANSES porque trabajadoras somos todas y las tareas de cuidado son trabajo! No es amor.

“- Un año de servicios previsionales por hijo/a para mujeres y personas gestantes con hijos/as nacidos/as vivos/as o adoptados siendo menores de edad.

– A las mujeres que hayan sido titulares de AUH (y el niño o niña haya percibido este derecho por lo menos durante 12 meses) se les computarán dos años adicionales.

“-A las trabajadoras registradas que hayan hecho uso del período de licencia por maternidad y por excedencia. También se les reconocerá el mismo plazo a los fines de acceder al derecho a una jubilación.”

Hoy desde temprano muchas de las que estuvimos ese día en la calle nos compartimos las buenas nuevas, un pacto feminista contra los pactos patriarcales ese es el hilo que nos sigue encontrando y nos permite seguir tejiendo este feminismo popular para resistir y también para defender y proponer políticas públicas que vuelvan derecho lo que necesitamos para salir de la desigualdad.

[1] EPH 2018

[2] El género del trabajo: entre la casa, el sueldo y los derechos / Gala Díaz Langou… [et al.] – 1ª ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Fundación CIPPEC, 2019.

Fuente: CTAA | www.ctaa.org.ar

La educación como falsa bandera

Sobre la utilización de la educación como apriete político y herramienta de desgaste de la estrategia sanitaria, en el contexto de la carrera electoral en ciernes.

* Por Matías Levin

Al comenzar 2021, año marcado por la pandemia pero también con la particularidad de ser un año electoral, las miserias políticas del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quedaron plasmadas casi en cada decisión política que fue tomando.

Ya desde diciembre de 2020, Horacio Rodríguez Larreta dejó dicho que en febrero de 2021 comenzarían las clases presenciales en la ciudad a como diera lugar y sin prever siquiera la vacunación del personal afectado.

Para ello mandó a elaborar protocolos, modelos de circulación de las personas y una batería de medidas que, finalizando el mes de mayo, no fueron suficientes: desde el comienzo de la presencialidad los contagios de covid-19 han aumentado hasta promediar los tres mil casos con alrededor de 50 muertes pordía; han fallecido al menos 18 trabajadores de la Educación y se cuentan por miles los contagiados en cumplimiento de su deber; con solo el 11 por ciento de los docentes vacunados y muy pocos auxiliares, el sistema de burbujas ha fracasado, al no garantizar tampoco el objetivo del Jefe Porteño “todos los chicos en todas las escuelas”.

A la luz de los hechos, Margarita Contarelli -Docente, Directora de Escuela y Educadora Popular en el Bachillerato Salvador Herrera en Lugano-, expresó que “ante todo, desde la comunidad educativa de la Ciudad hacemos responsables al Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y su Ministra de Educación, Soledad Acuña, de las 18 muertes de docentes y auxiliares a causa de la pésima gestión de la pandemia, toda vez que el Ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, no pudo dejar de reconocer la situación crítica en la que nos encontramos desde comienzo del año, cuando empezamos a pedir por vacunación y educación virtual”.

Dicho esto, Contarelli ahondó sobre cómo vivió la comunidad educativa porteña el aumento constante de contagios entre docentes y familias de alumnos, haciendo hincapié en su resistencia a que dichos casos de personas con rostro, nombre e historia sean consideradas fríamente por las autoridades como números o casos.

Al mismo tiempo, como corolario de su opinión sobre este contexto, Contarelli aseguró indignada que “la desidia, el desinterés, la necedad y la crueldad de este gobierno se dejan ver en la decisión política de las autoridades que, burlando y despreciando el esfuerzo que hacen maestras y maestros, profesoras y profesores, interrumpieron durante la Semana de Mayo y sin más, el proceso pedagógico que nos encontramos llevando a cabo. A lo que, como epílogo final, sumaron el castigo a las familias más necesitadas al no entregar la canasta alimentaria, como si el hambre de nuestros niñes pudiera esperar”.

El contexto descripto se completa con una presencialidad escasa de hecho debido en parte a que muchas familias decidieron no enviar a sus hijos e hijas al colegio producto de la inseguridad sanitaria reinante en la ciudad. Pero también producto del ineficiente sistema de burbujas implementado por las autoridades que, a caballo del aumento de los contagios debieron cerrarse con el ausentismo a que esto obliga.

Respecto a la suspensión o la intermitencia en la provisión de elementos de limpieza -y su dudosa procedencia-, fue consultada Luisa Leguizamón, de ATE Auxiliares de la Educación: “Con respecto a los insumos que venía mandando el Gobierno de la Ciudad, además de materiales incompletos y faltantes, nos alarma que los elementos de limpieza no están debidamente etiquetados, por lo que ignoramos la graduación de cada producto”.

“Ante las quejas y reclamos, el Gobierno decidió que la compra estará a cargo de las cooperadoras a las que les llegarán partidas presupuestarias especiales para eso, aunque se sabe que muchas no están de acuerdo ya que ante cualquier faltante o inconveniente, la responsabilidad caerá sobre las cooperadoras y los directivos”, aseguró Leguizamón.

“En las escuelas veníamos trabajando con muy pocos chicos, porque los padres han decidido que no estaban dadas las condiciones. Algo que deja en evidencia que desde el gobierno nunca quisieron clases virtuales porque no solo se oponen al gobierno nacional sino que hay una inversión en educación que no están dispuestos a hacer, a pesar de lo que dicen ante las cámaras”, finalizó Leguizamón.

Así, con la educación como bandera -en la que no creen ni se reflejan- el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pretende enviar señales hacia dentro y hacia afuera de su armado político, de su electorado y mostrarse como una fuerza en carrera hacia el poder mientras otra parte de su herramienta electoral se desintegra contra una realidad que se empecinan por torcer.

En el mismo sentido y a la luz del inminente regreso a la presencialidad que plantean las autoridades porteñas post confinamiento, queda claro que la disputa real se da entre la clase trabajadora y los intereses del poder económico detrás de la insistencia en volver a una normalidad aun peligrosa.

Colombia por las voces de mujeres trabajadoras y activistas

Las Secretarías de Géneros y de Derechos Humanos, junto al espacio de Mujeres y Diversidades de la CTAA Capital, desarrollaron una charla virtual que abordó la situación de la República de Colombia, en un contexto de paro y movilización popular que tiene a las mujeres como protagonistas en la primera línea.

NdA: Por razones de seguridad, en la presente nota no se nombra a las invitadas colombianas, con el fin de proteger su identidad, atentas a la persecución y las amenazas que reciben a diario.

Surgida como una forma de relacionar las violencias cotidianas que padecen mujeres y disidencias con las que sistemáticamente propone el poder, en un contexto en pleno desarrollo como es la actualidad colombiana, la charla “La situación de Colombia contada por mujeres, trabajadoras y activistas”, contó en el día de ayer con la presencia de cinco luchadoras populares que relataron la realidad desde Cali, Pereira, Bogotá y Buenos Aires, y más de 50 participantes desde Argentina.

 “La política internacional, las protestas sociales, son temas de los que las mujeres y las diversidades sexuales también podemos y debemos opinar, ya que nos sentimos interpeladas y comprometidas. Y porque los feminismos latinoamericanos participan en todos y cada una de los procesos de lucha de nuestro pueblo y nuestro territorio en disputa”, aseguró Daniela Rodríguez, Secretaria de Formación de la CTAA Capital y moderadora del encuentro.

Para Hebe Nelli, Secretaria Gremial de la CTAA Capital, la importancia de este encuentro radicó en “poder acercar lo que pasa en Colombia y los medios hegemónicos no informan. Poder analizar en clave de clase trabajadora latinoamericana la actualidad colombiana, sus particularidades y puntos de contacto con lo que sucede en la región y lo que ha sucedido en la historia reciente, resulta sumamente importante en este momento. Por eso no llamamos a intelectuales sino a compañeras que están poniendo el cuerpo. Queremos conocer lo que pasa en Colombia para sortear la fragmentación que nos propone el sistema”.

Por su parte, el Secretario General Adjunto de la CTA A Capital, José Pepe Peralta, celebró esta iniciativa de las mujeres y diversidades de nuestra central, porque a pesar de ser una regional, es muy importante conocer las luchas de la clase trabajadora de la patria grande, así como también marcó la relevancia de reconocer el aporte de las mujeres en esa historia de resistencias de nuestra clase.

Desde la ciudad de Bogotá, una compañera trabajadora aseguró que “la lucha popular ha demostrado que en Colombia tenemos con que luchar, que podemos organizarnos, que podemos enfrentar reformas, bajar ministros y organizar una rebeldía popular que día a día va tomando fuerza y legitimándose en cada colombiane que sale a la calle a luchar”.

“Esto que pasa en Colombia es lo que pasa siempre y siempre nos ha pasado a nosotras, y llega a nosotras desde la inquisición y la caza de brujas”, aseguró a su tiempo otra compañera colombiana desde Buenos Aires.

“Esa cacería – continuó- está instalada hoy en la guerra que el Gobierno colombiano le ha declarado a su pueblo y busca legitimar su genocidio. Estoy hablando del terrorismo del Estado colombiano que hoy busca legitimar un autogolpe en mi país, pero sucede en toda Nuestra América con el law fare en Brasil y Argentina, el bloqueo a Venezuela, el golpe de Estado en Bolivia y la reactivación de la cuarta flota estadounidense. Razones de sobra para entender que la unidad es un imperativo de existencia para nuestros pueblos, y las mujeres conocemos de violencia porque se trata de violencia política de género”, finalizó.

A su tiempo, otra compañera desde la ciudad de Cali, contó que “la gente se organizó en los barrios con ollas, barricadas y todo un tejido organizativo espontáneo que se sostiene a pesar de la represión fuertísima que se ha desatado por parte del gobierno y a pesar de los muertos, heridos y desaparecidos”.

“Se trata de un escenario de mucha esperanza, organización y lucha pero con una represión brutal, que al mismo tiempo que busca aplastar la rebelión, mantiene a la gente en las calles y movilizada por la misma indignación que les genera la reacción de Ivan Duque”, finalizó.

Al indagar sobre las causas del estallido, desde Colombia aseguraron que la pandemia evidenció el empobrecimiento del pueblo colombiano, al tiempo que la falta de políticas de Estado del presidente Duque, exacerbaron los ánimos de distintos sectores de la sociedad.

Por otro lado, el desconocimiento sobre lo que vive el pueblo por parte de los propios funcionarios también aportó a detonar años de abuso, descontento, privaciones y también el incumplimiento del Acuerdo de Paz que el Gobierno desde el principio quiso romper y jamás cumplió.

“Estos que pelean hoy son hijos del paro agrario, del paro educativo, de los desaparecidos de Uribe. A esto se suman otras problemáticas y hoy cada persona tiene un pliego de reivindicaciones porque en cada cuerpo se suman infinidad de injusticias, y a medida que el gobierno le mete candela, el pueblo le mete resistencia”, resumió otra compañera desde la manifestación que tenía lugar en ese momento en Cali.

La situación de las personas desaparecidas, los asesinatos y los arrestos viciados de toda legalidad, la participación en las sombras de los EE. UU y la inacción institucional generalizada, ya son parte de las denuncias presentadas ante la CIDH y otros organismos internacionales contra el gobierno de Ivan Duque. Pero mientras tanto, los organismos Derechos Humanos colombianos son hostigados por las autoridades y las fuerzas de seguridad, al tiempo que retacean información sobre las detenciones y procedimientos, agravando la crisis humanitaria prohijada por el propio Estado contra el que, a decir de las compañeras, “debemos luchar para que no haya olvido ni perdón ni impunidad”.

Claudia Baigorria, Secretaria General Adjunta de CTAA Nacional, saludó esta iniciativa de la central porteña que ligó la lucha por los Derechos Humanos con los feminismos populares latinoamericanos, de la siguiente manera: “Como dicen las compañeras chilenas y el pueblo, ´no fueron 30 pesos, fueron 30 años de opresión´. Del mismo modo también el pueblo colombiano está en esa resistencia y en ese cambio de época que, a pesar del dolor, porque las muertes siempre duelen, y de estar en medio de una pandemia que también mata, ver esta lucha y resistencia libertaria, nos trae un aliento de esperanza a todes”.  

Por su parte, Silvia León, Secretaria de Géneros e Igualdad de Oportunidades de CTAA Nacional, se sumó a las palabras de aliento y abrazo fraterno de todas para las invitadas y el pueblo colombiano, y recordó lo que significó en el 2005 la lucha de los pueblos latinoamericanos contra los Tratados de Libre Comercio del ALCA promovidos por Estados Unidos: una lucha en la que la central y las compañeras estuvieron presentes con toda la resistencia de nuestros pueblos y nuevas formas organizativas.

Como cierre de la actividad, Margarita Noia, Secretaria de Derechos Humanos de la CTAA Capital, volvió a agradecer a nuestras invitadas especiales, corresponsales de un paro que lleva más de 19 días; remarcó la importancia de la unidad en la acción de tan diversos sectores sociales movilizados y fue contundente al criticar a los gobiernos represivos como el de Duque “que en lugar de buscar el diálogo, lo único que hace es reprimir brutal y sistemáticamente al pueblo colombiano, produciendo asesinatos, detenciones y actos de violencia sexual contra las mujeres”. En relación a lo cual expresó que “en la Argentina, este tipo de violencia fue parte del plan sistemático del Terrorismo de Estado y que demandó más de 40 años de lucha llevar esos casos a juicio, a pesar de que la Violencia Sexual es un crimen de lesa humanidad”.

“Ojala como en Chile se logre que su lucha tenga resultados favorables para el pueblo de Colombia, ojala que aparezcan las personas desaparecidas, que se termine esta brutal violencia, que triunfen porque es el triunfo de todo el continente y como diría nuestra querida Norita Cortiñas, VENCEREMOS”, se despidió Noia.

La CTAA Capital continuará difundiendo lo que sucede en Colombia, fomentando la solidaridad entre los pueblos y sumando voces al grito de miles de mujeres del pueblo colombiano alzado, que más tarde o más temprano vencerá. Ver la charla completa en https://www.youtube.com/watch?v=vVSUQpjeNLY

Construyendo redes, integrando experiencias: primera reunión de la mesa política de promotoras contra la violencia de género

Se llevó adelante la reunión de promotoras contra la violencia de género de la CTAA Capital, para las referentes de las organizaciones sociales y las promotoras formadas en los cursos realizados en 2019 y 2020, y para todas las compañeras interesadas en sumarse a la tarea.

Organizado por la Secretaria de Géneros de CTA A Capital, durante la jornada de ayer se llevó adelante, vía zoom, la reunión de la mesa política de promotoras contra la violencia de género de la regional porteña, en la que se abordaron las problemáticas más urgentes que enfrentan las compañeras en los territorios.

Luego de la presentación de cada  organización y de las promotoras presentes, se abordó el estado de situación respecto de las actividades que se vienen llevando adelante desde la casa Ñande Roga, nuestra casa de acompañamiento integral contra las violencias, el mapeo colectivo de recursos, las propuestas de formación contra la violencias de género y los recursos disponibles en Ñande Roga, como el grupo de ayuda mutua y la orientación psicológica y legal.

Algunos de los temas abordados, a lo largo de más de dos horas de trabajo, fueron los límites y carencias de los abordajes estatales sobre la problemática, la falta de información, la falta de espacios de contención, denuncia y abordaje de la violencia de género y las derivadas de estás como la falta de ingresos, vivienda y acceso a derechos básicos.

Como propuesta general, desde la mesa política se gestó la idea de construir e integrar las demandas específicas de género a las demandas generales de nuestra central, el armado de una red de mujeres para crecer en organización y eficacia en la acción y propuestas concretas para cambiar de una vez la realidad de una institucionalidad que no brinda soluciones sino que obstaculiza el cuidado de quienes están más expuestas.

Como resolución, las participantes acordaron que la mesa volverá a reunirse el próximo jueves 3 de junio para seguir construyendo políticas que contribuyan a erradicar la violencia de género de nuestras casas, barrios, trabajos y organizaciones.

Organizarse para disputar el suelo urbano

Desde el Colectivo de Inquilinxs Porteñxs (CoDIP), conformado para defender los derechos de la población inquilina e impulsar políticas de acceso a la vivienda propia, se realizó una reunión virtual de la que surgieron algunas reflexiones que conforman el siguiente documento.

La crisis habitacional se agudiza, crece la cantidad de personas durmiendo en la calle y cada vez más inquilinas e inquilinos tienen problemas para acceder a nuevos alquileres o pagar los que tienen, con el riesgo de terminar sin techo también. Todo esto mientras avanza la segunda ola de Covid-19 y llega el invierno.

Ante esta situación, el Estado debe intervenir de inmediato, garantizando un lugar para vivir a las familias inquilinas. Por lo que un nuevo decreto como el DNU 320/20 para prohibir los desalojos y congelar los precios de los alquileres, es una medida básica e indispensable.

La problemática habitacional está íntimamente ligada a la pobreza salarial, ya que salarios de miseria impiden el acceso a créditos hipotecarios o la capacidad de ahorro suficiente para adquirir una propiedad. A su vez, los desmedidos aumentos en los alquileres están generando que muchas familias deban elegir entre llegar a fin de mes o pagar el alquiler, con el consecuente endeudamiento que implica. Razón por la cual sostenemos que es necesario incorporar el gasto de alquiler en las discusiones salariales y las mediciones públicas sobre el costo de vida a nivel nacional.

En la ciudad de Buenos Aires, la política del Gobierno porteño es destinar el suelo para las constructoras que especulan y negarlo para la clase trabajadora: Hace años que vacía de presupuesto al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y remata tierras públicas a través de la Legislatura u otros organismos. El caso de la Ley Nº 341 sirve como ejemplo, ya que al encontrarse desfinanciada, le impide avanzar con sus proyectos a las cooperativas de vivienda. Poniendo en relevancia que la planificación urbana está en manos de los capitales inmobiliarios y es un negocio para los sectores pudientes.

Por otro lado, quienes alquilamos sufrimos no sólo desde lo económico, sino también desde lo afectivo, a raíz de  la falta de estabilidad para proyectar un futuro y la perdida de los vínculos barriales cada vez de debemos mudarnos hacia otras zonas. A lo que se suma la consecuente fragmentación social, en que los barrios dejan de ser espacios de encuentro y construcción colectiva para convertirse en zonas de tránsito, impersonales e individualistas.

Hay que modificar la realidad

No alcanza con la denuncia discursiva. Es necesario avanzar en la generación de propuestas que puedan implementarse como políticas públicas para regular el mercado inmobiliario, frenar la especulación y facilitar el acceso a la vivienda.

En este sentido, cabe mencionar que a fines de abril desde el CoDIP solicitamos reuniones al Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y al Presidente del Instituto de Vivienda de la Ciudad, Gabriel Mraida, para tratar las problemáticas que venimos desarrollando.

Entre las líneas de acción debatidas y acordadas en el encuentro, se destacan la realización de un relevamiento de personas en riesgo de desalojo o endeudadas; el análisis de la evolución del presupuesto destinado a Vivienda en la Ciudad; la elaboración de un proyecto para la aplicación de un impuesto local a aquellas viviendas que estén más de 6 meses vacías, avanzando en su expropiación para las que lo estén por más de 5 años; la elaboración de una propuesta legislativa sobre los inmuebles de herencias vacantes, que proponga su destino para alquiler estatal -con posibilidad de compra vía leasing- y para construcción de nuevas viviendas, ya sea por cooperativas o desde el propio Estado.

Pablo Spataro: “Tenemos que terminar con este modelo de desigualdad que propone el Pro”

Este mediodía, la CTAA Capital se hizo presente, junto con ATE y CTA Nacional, en las puertas de la Jefatura de Gobierno porteño, para homenajear a las y los enfermeros en su día, y hacer oír sus reclamos.

Apenas pasado el mediodía de este 12 de Mayo, fecha en que se conmemora el Día de la Enfermería, cientos de compañeros y compañeras de ATE y CTA Autónoma colmaron las puertas de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para que le lleguen a Horacio Rodríguez Larreta los reclamos de uno de los sectores más golpeados por la pandemia de Covid-19.

Pablo Spataro, Secretario General de CTAA Capital, aseguró que “si bien hoy existe un enorme reconocimiento por parte de la sociedad hacia las trabajadoras y los trabajadores de la salud, y en particular hacia las enfermeras y enfermeros, desde el Gobierno de la Ciudad sucede todo lo contrario: algo que puede observarse en las condiciones de trabajo, en los salarios y hasta el desprecio que les dispensa”.

“No es una situación nueva –continuó Spataro – sino que lo que hoy nos muestra con una crudeza feroz la pandemia, son los resultados de 13 años de gobiernos del Pro, durante los cuales tanto la salud como la educación se han desfinanciado y se han transferido una enorme cantidad de esos recursos hacia el sector privado.  Situación que se refleja en la tasa de muertes por millón de habitantes por covid-19, que la ciudad más rica del país lidera con 2.477 fallecidos por millón”.

Con esos datos en mente, Spataro aseguró que “desde la CTAA Capital creemos firmemente que hay que revertir este desgobierno volviendo a volcar el presupuesto de la Ciudad a la mejora de la salud pública: dotando a los hospitales de las infraestructuras necesarias, haciendo un ingreso de personal masivo que permita a las y los trabajadores tener los descansos que se merecen, así como también la recomposición salarial acorde, ya que la mayoría hoy tiene salarios por debajo de la línea de pobreza”, afirmó.

Para finalizar, el dirigente porteño hizo extensivo el abrazo, el saludo y la solidaridad de la central porteña hacia los sindicatos docentes que hoy están al frente peleando contra lo que él llamó “este modelo de desigualdad de Larreta y sus políticas de desidia”, al tiempo que saludó a las y los Auxiliares de la Educación, que también se hicieron presentes y continúan exigiendo ser incluidos en el calendario de vacunación para no seguir perdiendo compañeras y compañeros.

Franco Armando: “Había una necesidad y se peleó un derecho”

La CTAA Capital participó de la apertura del Centro de Acceso a la Justicia “Gladys Argañaraz” en el sector Guemes del Barrio Padre Carlos Mugica

En la mañana de hoy, la CTAA Capital acompaño la apertura del C.A.J. de Villa 31, barrio Padre Carlos Mugica, al cumplirse otro aniversario del asesinato del cura villero por parte de una brigada de la Triple A, en el marco de la última dictadura Cívico Militar.

El lugar y su nombre tampoco fueron elegidos al azar: el C.A.J. lleva el nombre de la querida “Gladys Argañaraz”, histórica vecina y militante popular del barrio, y atenderá los martes y jueves de 9 a 14 hs de manera presencial en el comedor “Comunidad Organizada”, donde la propia Gladys trabajó por más de treinta años.

Franco Armando, Secretario de Organización de la CTAA Capital, militante del Frente de Organizaciones Salvador Herrera e hijo de Gladys, expresó que “es un honor y un orgullo que, en este día tan especial para el barrio y para la historia reciente de nuestro país, se inaugure este Centro de Acceso a la Justicia con el nombre de mi vieja en el comedor en que trabajó hasta el último día”.

“El desarrollo concreto en el barrio va a implicar que las vecinas y los vecinos puedan acceder ni más ni menos que a la justicia, en infinidad de ocasiones en que, si no es a través de un centro como este, no podrían hacerlo”, aseguró Armando.

Por su parte, Javier Martínez, Coordinador del C.A.J. Guemes – Barrio Padre Mugica, expresó que “Inauguramos este espacio como una herramienta y un dispositivo muy importante del Estado Nacional para trabajar por el derecho al acceso a la justicia de los vecinos y vecinas del barrio, en una de las ciudades más desiguales de nuestro país».

“Lleva el nombre de Gladys Argañaraz, como homenaje, pero también como compromiso para con su memoria, los y las vecinas de este barrio, en el camino de seguir ampliando y garantizando derechos; y nos entusiasma mucho poder estar afrontando este enorme y hermoso desafío. Vamos a poner todo de nosotros y nosotras para que el barrio padre Carlos Mugica, quien es símbolo de lucha, sea todos los días un poco más justo”, finalizó el funcionario.

El C.A.J. “Gladys Argañaraz” funciona en la Calle H. Parette .Manzana 1. Casa 12. Del sector Guemes del Barrio Padre Carlos Mugica. Atiende al público los días martes y jueves de 9 a 14 hs, y su número de atención vía watsapp es 11-2640-0970.

Su concreción forma parte de parte del legado de Gladys en el barrio que vivió, militó y amó, y de los reclamos de las y los trabajadores esenciales que vieron en la necesidad de sus vecinos un derecho a conquistar.

Las mentiras del mercado inmobiliario

El Colectivo de Inquilinxs Porteñxs (CoDIP) nació a fines de 2020 y agrupa a trabajadores y trabajadoras que deben alquilar, con el objetivo de defender sus derechos como inquilinos e inquilinas, pero también impulsar propuestas para el acceso a la vivienda propia. A continuación, compartimos su último comunicado de análisis coyuntural y su convocatoria a la reunión virtual del próximo martes 11 de mayo a las 18:30 hs

Ya no quedan dudas sobre la urgente necesidad de que el Gobierno nacional implemente medidas de protección para la población inquilina, gravemente afectada por la crisis socioeconómica que atraviesa nuestro país. Sabiendo que el punto de partida debería ser la suspensión de desalojos y la regulación de los precios de los alquileres, el mercado inmobiliario amenaza con profundizar su saqueo al bolsillo de los trabajadores y trabajadoras.

Desde hace varias semanas, diversas notas periodísticas pretenden instalar la idea de que la nueva ley de alquileres y el DNU 320/20 -que suspendió desalojos y congeló los precios de los alquileres durante toda la cuarentena de 2020, hasta comienzos de abril de 2021- han generado incertidumbre entre los propietarios, teniendo como consecuencia los desmedidos e ilógicos incrementos en los precios de los alquileres y una disminución en la oferta de inmuebles para alquiler. En esta línea, la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (CAMESI) realizó una encuesta entre operadores y empresas del sector para adelantar un rotundo rechazo a la posible reedición de medidas como el congelamiento de los alquileres. Unos días antes, desde el sector avisaban que “ante una nueva regulación, se retraerá aún más el stock disponible en el mercado locativo generando una ola de aumentos de los precios que podrían superar el 60%” (El Cronista, 15/04/21).

El dato clave en todo esto es la “rentabilidad” que mencionan constantemente desde los sectores inmobiliarios. Para ellos, los inmuebles -el suelo en el que se construyen, en realidad- son una inversión al igual que como se invierte en acciones, títulos o dólares para obtener una ganancia en base a cómo evolucionen sus valores. A esto hay que sumarle las constantes políticas de Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad de Buenos Aires, fomentando la especulación inmobiliaria para que el suelo siga encareciéndose. Entonces, invierten “en ladrillos” porque saben que el valor del suelo continuará subiendo -mejorando su inversión sin hacer absolutamente nada- y mientras tanto, obtienen rentas cuando ponen las propiedades en alquiler. Sin embargo, como el valor del suelo sigue incrementándose -23% desde 2012 a la fecha-, pretenden aumentarnos los precios de los alquileres para recuperar sus inversiones más rápido. En definitiva, especulan con el suelo, elevan su valor y se enriquecen. Al mismo tiempo, nos cobran más caros los alquileres para recuperar más rápido sus inversiones. Todo ganancia para ellos, sin mover un dedo.

Algunas propuestas para evitar sus extorsiones en la ciudad de Buenos Aires

Una primera opción sería regular el mercado por medio de un impuesto aplicable a todos los inmuebles que se encuentren ociosos -sin uso- por más de 6 meses, el cual se recaudaría con destino exclusivo a políticas habitacionales. De esta manera se evitaría que los grandes rentistas mantengan departamentos vacíos especulando con la suba o baja de los alquileres y, al mismo tiempo, podría obtenerse financiamiento para vivienda y hábitat en una ciudad donde decenas de miles de personas viven hacinadas en villas y asentamientos. El nuevo Régimen de Registración de contratos de Locación de Inmuebles (RELI) en el cual deben registrarse todos los contratos de alquiler ante AFIP podría servir de base para auditar el estado real de los inmuebles.

Otra opción -que se complementaría perfectamente con la anterior- es transferir al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) todos los inmuebles que le queden a la Ciudad producto de una herencia vacante y que el IVC considere en condiciones aptas para ofrecer bajo un Programa de Alquiler Estatal. Así, el Estado podría intervenir en el mercado inmobiliario ampliando la oferta de viviendas disponibles y establecer valores de referencia mínimos y máximos.

Cabe mencionar que desde 2016 a la fecha, la Ciudad ofreció en subastas del Banco Ciudad más de 250 inmuebles, casi el 3% del total de unidades en alquiler actualmente. Estos números no tienen en cuenta aquellos inmuebles que el Ministerio de Educación porteño selecciona para quedárselos según le habilita la Ley 52/98, lo que implica que serían aún más las propiedades que podrían servir para resolver la crisis habitacional vigente. Sin embargo, estas subastas sólo sirven para alimentar la voracidad de corporaciones que lo único que les interesa es comprar suelo para especular reproduciendo el proceso antes señalado, a costa de que nosotros no podamos acceder nunca a un techo propio.

Desde el CoDIP-CTA estamos convencidos de que hay demasiadas razones para regular el mercado inmobiliario y desde nuestro espacio tenemos e impulsamos propuestas para lograrlo. Sólo hace falta voluntad política entre las autoridades y un proyecto de país donde la vivienda no sea un negocio sino un derecho. Sumate a nuestra próxima reunión virtual, el martes 11 de mayo a las 18:30 hs. Contactate con nosotros y te pasaremos el link para ingresar. Avancemos en unidad para cambiar esta realidad.

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Mapeando la Ciudad con una mirada feminista y popular

Las compañeras de la organización territorial Somos Fuego, integrantes de la Asamblea Feminista del Barrio 31 y 31 bis, estarán participando -el próximo viernes 7 de mayo a las 18 horas- del seminario de experiencia de oficio “Territorios, antropología y feminismos, encuentros esenciales. Recupereción de la experiencia de mapeo feminista del Barrio Padre Carlos Mugica (Villa 31-Bis)”.

En esta actividad, en la que participarán militantes de la Asamblea junto a activistas feministas docentes e investigadoras, se presentará la experiencia realizada recientemente en el barrio, de construcción de un mapeo colectivo que releva tanto las problemáticas barriales desde una mirada feminista de la urbanización, como los espacios comunitarios construidos por las mujeres y disidencias sexuales orientados a la lucha contra la violencia de género.


Janet Medieta, compañera de la organización territorial Somos Fuego, parte de la FeNaT-CTA A, explicó: “En el mapa que se presenta este viernes en el marco del seminario realizado por el IDAES y su Centro de Estudiantes, se trata de mostrar la urbanización del barrio desde una mirada feminista donde plasmaron todos los problemas que esta manera de urbanizar les trajo y el endeudamiento de las mujeres y disidencias sexuales que generó.”

En relación a quienes fueron las que construyeron esta herramienta de visibilización y de producción colectiva de conocimiento, Janet contó: “La Asamblea Feminista del barrio ex 31 y 31 bis, en la que confluimos vecinas, compañeras de distintas organizaciones, trabajadoras de los CESAC, nació en el 2018 para pedir justicia por femicidios como el de Lucía Perez y durante todo este tiempo venimos sosteniendonos entre nosotras, construyendo redes, trabajando sobre las distintas problemáticas que nos tocan acá en el barrio.”

En las vísperas del último 8M, las compañeras lanzaron el mapa que construyeron entre todas junto con las compañeras del NUM, en el que no sólo visibilizaron la otra cara de la urbanización, sino también en el que ubicaron cada una de las organizaciones que luchan en el día a día en el barrio por los derechos de las mujeres y disidencias sexuales, por erradicar las violencias, por ponerle fin a la políticas de empobrecimiento y de mal vivir en la ciudad más rica del país.

En cuanto a las contradicciones entre los dichos y los hechos del Gobierno de la Ciudad, Janet explicó: “Mientras el Estado nos pone un CIM (Centro Integral de la Mujer) en una zona liberada por la misma Policía, nosotras denunciamos a la Secretaría responsable de la urbanización que las demoliciones que realizan de las casas de familias reubicadas no son completas, generando un montón de problemas, como la contaminación, la rotura de caños, dejando zonas peligrosas para transitar de noche. Hace poco ocurrió ahí un femicidio del que todavía no sabemos su nombre y qué pasó. Es evidente ese doble estándar que tienen, acompañan denuncias por Violencia de Género mientras que la SISU se encarga de espiarnos a nosotras y nos mandan a la Policía para decirnos que no nos podemos reunir en ciertos lugares.”


En línea con lo que la compañera feminista popular relató, Clarisa Gambera, secretaría de Géneros e Igualdad de Oportunidades de la CTAA Capital, planteó la necesidad urgente de construir una mirada feminista de los conflictos en la Ciudad porque: “es necesario poner de relieve que existe una desigualdad estructural que afecta a mujeres y disidencias sexuales y que esta desigualdad se suma, se complejiza, se intersecciona con otras desigualdade”.

Desde los feminismos populares se viene construyendo una lectura de la economía que está haciendo hincapié en visibilizar las desigualdades de género y cómo resultan endeudadas y precarizadas las mujeres y disidencias. En este sentido, Clarisa expresó: “La pandemia tuvo un primer momento en el que el ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligarorio) hizo caer los ingresos. ¿Quiénes son las personas que más perdieron ingresos? Aquellas que tenían trabajos menos formalizados, todo ese trabajo que se hace en la calle que quedó suspendido, trabajos en los que estamos sobrerrepresentadas. Esto impactó en nuestres hijes, teniendo en cuenta que cada vez más somos las mujeres que estamos a cargo del ingreso familiar y en muchos casos de manera exclusiva. Entonces, si hablamos de pobreza, del fenómeno de la feminización de la pobreza y de la pobreza de les niñes, hay que poder mirarla desde esta perspectiva de desigualdad estructural.”

Pensando en la problemática específica de acceso a la vivienda digna, Clarisa aportó: “Si hablamos del negocio inmobiliario y su reverso, la falta de acceso a la vivienda de las y los trabajadores, la mirada feminista permite abrir las múltiples dimensiones de este problema. Por ejemplo, que las mujeres acceden en un 50 % menos que los varones a créditos, porque son menos las que cumplen con las condiciones de formalidad salarial y montos de ingresos. Si somos las más precarias, tenemos sueldos más bajos, también eso impacta en el problema de acceso a la vivienda.”

En relación a los procesos de urbanización, tal como lo que relató la compañera Janet Mendieta, la secretaria de Géneros llama la atención sobre la crisis del cuidado de la que no se hace cargo el Gobierno de la Ciudad: “los procesos de urbanización no priorizan los servicios de cuidado, si esto no existe cada vez somos más las mujeres que nos quedamos afuera del mundo del trabajo, obligadas a cuidar”.


Por todo esto, Clarisa concluyó: “La mirada feminista es un articulador de conflictos y sectores, un territorio común para entender y organizar esa conflictividad buscando respuestas. Pensar una ciudad en perspectiva feminista debería articular los procesos de urbanización con las demandas por espacio verde y de servicios de cuidado públicos. No se puede pensar más una ciudad según dónde tengo los pies, la ciudad es un todo complejo. El proyecto de ciudad nos empuja hacia afuera porque es cada vez más caro vivir aquí. Nos encierra porque es cada vez más peligroso, genera doble estándar debilitando en todos el ejercicio de una ciudadanía que debería tener perspectiva de género. Avanza el mercado y nos segmenta. El feminismo puede integrar esas miradas y conflictividad.”


Desde la Central y desde su mirada de militancia feminista, se saludan y acompañan estas experiencias colectivas transformadoras del modelo de ciudad promovidas por las compañeras de la Asamblea Feminista del Barrio ex 31 y 31 Bis -como es este mapeo colectivo que se comparte con todas y todos- porque se entienden que son el punto de partida necesario para pelear por una ciudad más igualitaria, donde las mujeres y disidencias no sigan pagando las deudas que los poderosos les imponen, una ciudad que priorice la vida y los cuidados, una ciudad en la que criar a sus hijos e hijas dignamente.

A continuación se comparte el resultado del mapeo: