El líder de uno de los dos gremios estatales aseguró que “no va a pasar el mes de febrero” sin que, “como mínimo”, se realice un paro nacional. Habrá un plenario de delegados el 3 y ya adelantan un pedido de aumento superior al 40 por ciento.
“Vamos a definir medidas de acción directa y seguramente no va a pasar el mes de febrero sin que estas medidas se realicen”, anticipa el secretario general de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE-CTA), Hugo Godoy, en diálogo con Página/12. El dirigente sindical advierte que podría haber un paro nacional de estatales y que el objetivo no es solamente la defensa de los puestos de trabajo sino comenzar a discutir las paritarias y las condiciones laborales. Prevé un pedido de aumentos superior al 40 por ciento y apuesta a una “unidad de los trabajadores en la lucha” y no “en los contubernios de dos dirigentes”.
–¿Cuál es el estado de situación luego de la nueva oleada de despidos en el sector público?
– Ya a mediados de enero, teníamos alrededor de 15 mil trabajadores despedidos, contando tanto la Nación como provincias de distintos signos políticos. En el Estado nacional había más de 7 mil trabajadores despedidos, muchos de los cuales pudimos reincorporar. Pero en la segunda quincena ha recrudecido esta serie de despidos masiva. Esto es preocupante además porque se han desactivado áreas fundamentales que funcionaban en el marco del Estado. Y para peor, todo acompañado de métodos policíacos. Los trabajadores ya ni siquiera reciben telegramas sino que son anoticiados por la Policía Federal en la puerta de sus trabajos, con el listado en la mano de quién puede entrar y quién no, con un nivel de desprecio y provocación que va a agudizar los niveles de respuesta de los trabajadores.
–¿Cómo responderán ante esta situación?
– Nosotros tenemos un mandato que es “lugar donde haya un trabajador despedido, lugar donde se llama a asamblea y se toman medidas de fuerza”. Además, hemos convocado a un plenario de delegados generales para el miércoles 3, donde vamos a analizar la situación, y ver cómo hacemos para que no nos acorralen en la defensa de puestos de trabajo sino también comenzar a discutir las paritarias y las condiciones de trabajo. Seguramente vamos a definir medidas de acción directa y no va a pasar el mes de febrero sin que estas medidas se realicen si el gobierno no modifica seriamente su actitud.
–¿Qué tipo de medidas se evalúan?
– Lo mínimo es un paro nacional de los estatales, pero desde ATE siempre promovimos paros activos con movilizaciones en todo el país y de esa tradición de lucha saldrá la decisión que tomemos después de discutir este miércoles.
–¿Van a convocar a otros sectores a sumarse a ese paro?
– Por lo pronto vamos a adoptar una medida de fuerza desde ATE. Estamos charlando con compañeros de otras organizaciones de trabajadores estatales para que se sumen a lo que decidamos. También se invitará a la CTA a sumarse.
–¿Cómo evalúa los intentos de lograr la unidad del movimiento obrero en este contexto?
– La discusión de la unidad de los trabajadores tiene que darse en las calles, en las asambleas, en la lucha, y no entre dirigentes. Los pactos entre dirigentes no resuelven los problemas de los trabajadores. La representación se reafirma en el debate público y nadie puede arrogársela si no la defiende en asambleas, junto a los trabajadores. Nuestra tradición es el debate abierto y democrático, no el contubernio entre dirigentes. No va a haber unidad solamente porque dos dirigentes digan que la hay.
–Hay una demanda de las bases hacia la dirigencia por un mayor compromiso…
– Yo te puedo hablar de la experiencia de las que he estado cerca. En ATE hay un acompañamiento pleno desde la dirigencia de todas las asambleas que se realizaron y si hay alguna asamblea a la que no llegamos por tiempo o por distancia hay un mandato de respaldar lo que decidan allí los trabajadores para defender sus derechos. Allí donde los trabajadores se reúnen en asamblea y los dirigentes participamos de las asambleas hay más fuerza y se avanza para ganar en el terreno, no para la galería de los anuncios y los diarios. Si hay que hacer presentaciones judiciales se van a hacer pero esta pelea es gremial y política y se resuelve con los trabajadores movilizados en la lucha, no en los tribunales.
–Usted ha sido muy crítico del gobierno anterior. ¿Hoy considera que el Frente para la Victoria puede ser un aliado en la lucha?
– Esta ola de despidos masivos que está llevando adelante Mauricio Macri en el gobierno nacional tiene como precedente los 95 mil trabajadores precarizados que instauró el gobierno anterior. Hay municipios y gobernadores del Frente para la Victoria que también están despidiendo gente. Por eso la pelea tiene que llegar a todos los municipios, provincias, no solo a la Nación, sin distinción del color del que gobierna. Después, si hay distintas expresiones políticas que se suman, apoyan y respetan la iniciativa de los trabajadores, no vamos a negarnos a recibir ningún apoyo.
–Esta semana un referente de ATE en Río Negro, Rodolfo Aguiar, fue detenido en el marco de una protesta. Esto se suma al caso de Milagro Sala. ¿Qué lectura hace de este avance contra el derecho a manifestarse?
– El intento de los sectores del poder de judicializar la protesta en la Argentina no es una cosa novedosa. Hay más de 5000 trabajadores procesados en la Argentina. Nosotros vamos a seguir peleando para que se frene esto, para que se derogue la ley antiterrorista, para que no se judicialice más la protesta social. Nosotros creemos que hay que repudiar todo este tipo de medidas. Obviamente apenas lo detuvieron a Aguiar nos movilizamos y logramos su libertad. Vamos a seguir defendiendo a todos los trabajadores que sea reprimidos cuando ejercen sus derechos.
–¿Qué planteo llevará ATE a las paritarias?
– Para recuperar el nivel de salarios que teníamos en el año 2007, los trabajadores estatales en la Nación necesitaríamos un incremento de por lo menos del 46 por ciento de nuestros salarios. En la provincia de Buenos Aires los compañeros han planteado presentar un pedido del 44. La discusión salarial se va a plantear alrededor de esos niveles.
–El ministro de Hacienda planteó que algunos gremios deberían resignar aumentos para conservar las fuentes de trabajo…
– Nos quieren meter miedo para que aceptemos salarios de hambre, pero en el Estado ni siquiera nos dan esa posibilidad. Nos están despidiendo y todavía ni se abrieron las paritarias.
Fuente: Nicolás Lantos, diario Página/12