La CTAA Capital junto a otras organizaciones de la ciudad, llevaron adelante una asamblea en la plaza Presidente Juan Domingo Perón, donde se compartieron experiencias y reclamos por más comida para comedores y reconocimiento laboral para las cocineras comunitarias

Durante la mañana de hoy, un numeroso grupo de organizaciones sociales y territoriales de la Ciudad de Buenos Aires participaron, junto con la central porteña, de una asamblea convocada ante la falta de respuesta del gobierno de la ciudad sobre los reclamos expresado semanas atrás en una conferencia de prensa en el obelisco.

Alrededor de mil personas entre cocineras, encargadas de limpieza y logística de los espacios comunitarios, promotoras de derechos, cooperativistas y vecinos de los barrios populares se hicieron presentes sobre la plaza ubicada en la intersección de Av. Paseo Colon y Av. Belgrano para participar de la asamblea que tuvo como protagonistas a las cocineras de las distintas organizaciones.

Pablo Spataro, Secretario general de la CTAA Capital, expresó que «una vez más la CTAA y la FeNaT de la capital, junto a organizaciones hermanas, estamos en la calle planteando que en un contexto de inflación, donde aumentan los costos de todo lo que compone la canasta básica alimentaria, tiene que haber un refuerzo alimentario para las experiencias comunitarias que están al frente de esta dura realidad que estamos viviendo».

«Hay más de 500 espacios comunitarios en la ciudad de Buenos Aires por donde pasan más de cuatrocientas mil personas a diario y hoy más que nunca ese refuerzo es necesario. También estamos planteando que los compañeros y compañeras que están al frente de esas experiencias tengan el reconocimiento salarial que les corresponde, ya que trabajan cerca de diez horas por día: reciben la comida, la preparan, la cocinan, vuelven a poner el lugar en condiciones, y también lo hacen en condiciones de suma precarización ya que ponen sus casas a disposición para que todo el barrio se pueda acercar para acceder a un plato de comida, ponen sus ollas, sus herramientas de trabajo, se hacen cargo de los gastos de gas, de limpieza, y el Estado no puede desconocer esta situación. Se trata de un estado rico que el año pasado se ahorro 1.400 millones de pesos en el presupuesto y este año no ha ejecutado más del 40 por ciento en todas la áreas salvo en publicidad y propaganda, donde la partida es millonaria y creemos que se está ejecutando en el marco de la campaña de Larreta para presidente de la Nación. Así que las organizaciones una vez más de manera unificada, estamos planteando una alerta, estamos avisando, y si esto no se resuelve vamos a profundizar las medidas de lucha», finalizó Spataro.

Micaela integrante de La Dignidad, cocinera de Constitución, asegura que en su barrio «cada vez está peor, cada vez el hambre se siente más: desde la pandemia que las raciones de comida van disminuyendo sin explicación y somos nosotras, las trabajadoras cocineras, quienes hacemos malabares para que alcance para todos y a veces ni siquiera así nos alcanza. En los últimos meses estamos viendo que las madres dejan de venir pero mandan a los chicos a comer y eso lo hacen para que alcance por lo menos para ellos. Es muy doloroso, es angustiante, injusto. Antes alcanzaba para toda la familia que se acercaba, ahora vamos priorizando los niños, las mujeres embarazadas y así. Pero no nos alcanza y por eso estamos acá».

En Soldatti y Bajo Flores, la situación es la misma. La cocinera del comedor de Liberación Popular, asegura que «lastimosamente nosotros, si estamos en esta lucha, es por necesidad, porque nosotros trabajamos en la cocina y sabemos lo que llega, lo que hay, si se come o no. Desde nuestro espacio asistimos a gente joven, personas en situación de calle, familias con distintas problemáticas, gente mayor, pero lo que podemos llegar a cocinar no alcanza, no abastece. Nos han quitado raciones, nos mandan cinco kilos de carne para alimentar a 200 personas. ¿Cómo hacemos? a veces nosotras traemos verduras de nuestras casas para poder darle a la gente. Esta semana por ejemplo nos trajo el Gobierno todas las lechugas podridas y las tuvimos que tirar; de las papas llega lo que no sirve, el pan llega viejo de tres días, nos mandan cuatro cajas de leche para quince días y no es justo eso. Y pedimos aumento y reconocimiento para nosotras porque estamos ocho, diez horas haciendo ese trabajo si más apoyo que esa mercadería que mandan porque nadie quiere, pero parece que a los pobres nos alcanza. La gente ya está cansada: hay mas robo, más delincuencia, más drogas en nuestras calles. Hace más de 60 años que vivo aquí y nunca viví esto».

Luego de la lectura del documento elaborado por las organizaciones convocantes y tras compartir la palabra en el micrófono, la asamblea en pleno se encolumnó y marcho hacia el Puente de la Mujer, donde realizaron una ocupación pacífica de ese símbolo de Buenos Aires y visibilizaron el reclamo con un cartel contra los recortes ya citados en la comida y los ingresos de las trabajadoras de los espacios comunitarios a trabes del programa Ciudadanía Porteña.

En los próximos días, por mandato de dicha asamblea, las organizaciones continuarán profundizando un plan de lucha para que el Jefe de Gobierno tome una decisión al respecto

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