Ante la decisión de la CTA de los Trabajadores, conducida por Huyo Yasky, de unificarse con la Confederación General del Trabajo (CGT) y ante los rumores de que la CTA Autónoma se sumaría a esta unificación, desde la secretaría de Comunicación de la CTAA Capital se entrevistó a Pablo Kleiman, Coordinador del Espacio Jurídico de la Central porteña y miembro histórico de la Mesa Ejecutiva de Capital, para analizar la posición de la CTAA.
¿Cuál es la postura que toma la Central autónoma en esta coyuntura?
Nosotrxs pensamos que no es una discusión entre dirigentes o estructuras. Es un debate sobre el modelo sindical y las formas de organización de la clase trabajadora. Por tanto no tiene que ver con que tengamos mayor o menor acuerdo con tal o cual dirigente u organización en determinado contexto. Nosotrxs creemos que en la CGT hay organizaciones y dirigentes muy valiosos para el movimiento obrero. No es ese el debate. Pero la CTA no se originó por un capricho. La CTA nace por una necesidad de la clase trabajadora de reorganizarse ante la transformación que impuso el desarrollo del capitalismo en el mundo del trabajo.
¿Cuál es el modelo gremial que plantea la CTA Autónoma?
La CTA es un modelo gremial que implica afiliación directa, libertad y democracia sindical y autonomía de los patrones, los partidos políticos y los gobiernos.
Con respecto a la afiliación directa: desde hace décadas que lxs desocupadxs, lxs precarizadxs y el trabajo sin registrar son parte de la realidad de la clase. Si se les expulsa a estos colectivos de la posibilidad de organizarse y pelear por sus derechos y reivindicaciones, estamos siendo funcionales al capital, que divide la clase. Lo mismo ocurre con lxs trabajadorxs jubiladxs, quienes luego de aportar toda una vida, literalmente, deben seguir peleando por una jubilación y una vejez digna.
Por eso el estatuto de la CTA entiende que somos trabajadorxs todxs aquellxs que vivimos de nuestro trabajo, queremos vivir de nuestro trabajo o hayamos vivido de nuestro trabajo.
En el modelo de afiliación de la CGT solo tienen cabida aquellxs trabajadorxs que tienen un recibo de sueldo y aun estando registrados, ningún trabajador o trabajadora podría afiliarse a la CGT si no está afiliadx a la misma el gremio de la actividad en la que se desarrolla. Esto equivale a decir que la mayoría de lxs trabajadorxs no puede decidir a qué organización se afilia o en dónde se organiza para pelear.
En cuanto a la Libertad y Democracia Sindical: En la CTA absolutamente todos sus cargos (comisión directiva, asamblea de representantes, tribunal de disciplina, revisorxs de cuentas, etcétera) se eligen por el voto secreto y directo de sus afiliadxs.
Así, hoy nuestro Secretario General Nacional es del gremio de Visitadorxs Médicos pero cuando fue la elección, todxs lxs afiliadxs a AAPM (al igual que cualquier otro afiliadx de la CTA) pudo votar por cualquiera de los tres candidatos a Secretario General que se presentaron.
En la CTA además cualquier afiliadx puede candidatearse, aun si no está sindicalizadx por las condiciones que impone el mercado. Por eso siempre hemos tenido en nuestras conducciones (y hasta secretarios generales) a compañerxs de organizaciones territoriales o jubiladxs.
Por la misma razón lxs congresales son de la organización y no del sindicato al cual están afiliadxs.
En el modelo sindical de la CGT, la conducción la votan los secretarios generales de cada gremio y su voto vale por la cantidad de afiliadxs que tenga. Es decir, el secretario general vota por todxs sus afiliadxs.
Y sobre la Autonomía: En la CTA creemos que una Central de trabajadores debe ser, por definición, autónoma. Y esto no es un detalle ni una cosa meramente enunciativa. Creemos que la clase está por encima de todo y de todxs.
Por eso somos autónomxs de los partidos políticos y de los Gobiernos, por más coincidencias que podamos tener con alguno, pero necesitamos la autonomía para tener la libertad de denunciar y pelear contra cualquier medida que afecte los intereses de lxs trabajadorxs.
Llevamos grabado en nuestra conciencia, como bandera y guía, el ejemplo de nuestro compañero fundador de la Central, Germán Abdala, quien habiendo sido elegido diputado, cuando tuvo que elegir entre la disciplina partidaria y la pertenencia de clase, no dudó un solo segundo, rompió con el partido que lo había llevado a su banca y jamás votó una ley contraria a los intereses de lxs trabajadorxs. Nosotrxs entendemos que en una Central la lealtad, la organicidad y la subordinación es a la clase y no a un partido político determinado.
También, por definición de nuestro estatuto, ningún dirigente puede ser empresario, porque entendemos totalmente incompatible esa función y porque batallamos contra el vergonzoso sindicalismo empresarial.
¿Qué otras características tiene la CTA Autónoma?
Desde hace décadas, todos los años denunciamos en la OIT las violaciones a la libertad y democracia sindical producto del modelo sindical impuesto por la Ley 23551, a la que denunciamos por inconstitucional en todos los ámbitos donde actuamos. No defendemos el llamado “modelo sindical argentino” sino que creemos que es parte del “corset” que se le intenta poner, sin éxito, a la clase trabajadora.
En nuestra Central, por resolución y mandato de nuestrxs compañerxs, debe haber paridad del 50% con nuestras compañeras en todas las categorías y cargos electivos. También tenemos un Protocolo para casos de violencia de género en el seno de nuestra organización.
Otra característica de nuestra organización es que estamos convencidos de que la niñez ocupa un lugar protagónico y fundamental en nuestra lucha. Porque lxs pibxs son los que más sufren las consecuencias de este sistema inhumano y lxs consideramos compañerxs, porque son el futuro pero también el presente. Por eso ha tenido lugar el Movimiento Nacional de Los Chicos del Pueblo y tienen lugar cientos de organizaciones que trabajan con y por la niñez.
Sin duda que todas estas, entre otras, fueron las razones que le dieron origen a la CTA y -a su vez- parte de sus grandes aciertos, lo que demuestra que es una organización consciente de la problemática de lxs trabajadorxs en sus lugares de trabajo.
Esta batalla, que cuando comenzó muchxs pensaban que, amén de imposible, era sólo para darle legalidad a la nueva organización naciente, hoy se ve con claridad que no buscaba aquella finalidad, sino en todo caso darle legalidad y protección a todxs lxs trabajadorxs que tengan voluntad de pelear y organizarse en sus sectores, más allá de que éstos estén afiliadxs o no a organizaciones que integren la CTA.
Como vemos, la CTA no nace producto de una pelea o interna entre dirigentes y por ende no puede resolverse por un acuerdo o reconciliación entre lxs mismxs.
¿Cuál es la evaluación que se hace del modelo sindical argentino?
Para nosotrxs ya no es posible que exista un modelo sindical en nuestro país que no contemple las realidades de todxs lxs trabajadorxs, en la situación de empleo que se encuentren: activxs (en relación de dependencia económica, sea esta reconocida o no por las leyes o la administración como subordinación jurídica); a lxs sin trabajo (desocupadxs); a lxs no registradxs en la seguridad social; a lxs titulares de alguna de las prestaciones del régimen previsional o asistencial, público o privado, nacional, provincial o municipal; a lxs autónomxs y/o cuentapropistas en tanto no tengan otrxs trabajadores bajo su dependencia económica; a lxs que trabajan en sus hogares con o sin subordinación económica; a lxs que trabajan en hogares en relación de dependencia económica; y a lxs trabajadores autónomxs colectivos (cooperativistas, autogestionadxs, etcétera).
A su vez pensamos que son condiciones esenciales para el desarrollo de la clase: La Libertad para que cualquier trabajador/a pueda ser elegido/a dirigente sindical con el único requisito de contar con el respaldo de sus compañeros y compañeras; la anulación del sistema de personerías; la Libertad de organizarse y de constituir organizaciones sin autorización previa; que ningún dirigente sindical pueda ser patrón; la necesidad de aprobar en asamblea, o en el órgano deliberativo gremial más alto, lo que se vaya a firmar en el Convenio Colectivo; tutela para todxs lxs delegadxs y dirigentes de las organizaciones; democracia Sindical para que cada trabajadxr pueda afiliarse a la organización que desee; ejercicio libre del derecho de Huelga, convocada por cualquier sindicato; ninguna intervención del Estado en la vida interna de las organizaciones.
Desde la CTA entendemos que el modelo sindical argentino se encuentra actualmente en una severa crisis, no solo por todo lo expresado aquí, sino fundamentalmente por la voluntad de lxs trabajadorxs de avanzar en función de las decisiones que ellxs mismxs tomen de cómo y dónde organizarse, sin aceptar ninguna injerencia por parte de ninguna patronal -claro está- pero tampoco por parte de ningún Gobierno ni partido.
A pocos días de cumplirse 28 años de “El Grito de Burzaco”, nosotrxs seguimos reivindicando aquella gesta.