La Editorial Perfil del empresario Jorge Fontevechia envió telegramas de despido a doce trabajadores que actuaron en solidaridad con otros siete compañeros que la patronal había echado semanas atrás, en una clara muestra de la persecución gremial que rige en esa empresa.
«Fontevecchia pretende despedir a los trabajadores “con justa causa” y así evitar el pago de indemnizaciones, pero nada justifica la medida. Mucho menos cuando cinco de ellos formaron parte hace meses de la Junta Electoral para la elección de comisión interna, algo que ataca directamente la libertad sindical.
El mismo empresario que suele llenarse la boca hablando de libertad de expresión no permite siquiera que sus empleados defiendan los puestos de trabajo que él intenta destruir. La patronal, además, lleva adelante este ataque cuando la Asamblea de Trabajadores de Perfil todavía mantiene medidas de fuerza contra los siete despidos producidos semanas atrás.
Además de pretender domesticar a sus trabajadores, Fontevecchia quiere consumar un ajuste en sus medios, algo que hasta ahora el accionar decidido y solidario de sus trabajadores no permite. No hay crisis, sin embargo, para Fontevecchia, que se llena los bolsillos gracias a los millonarios ingresos de sus distintas unidades de negocios. Ahora pretende aumentar sus ganancias a costa de los trabajadores.
Ya conocemos quién es este empresario: el mismo que cerró la primera versión de Perfil al mes de haberla lanzado a la calle, el mismo que intentó tirar abajo nuestro Estatuto en 2002 (algo que los trabajadores frenaron con una histórica toma del edificio de la calle Chacabuco), el mismo que hace poco más de un año cerró el diario Libre y el que pretender avanzar con la precarización en el área de fotografía para nutrirse de imágenes de internet. Nada menos que en la editorial donde trabajó José Luis Cabezas.
Los trabajadores de Perfil se encuentran en paro contra este ataque patronal. Pero no están solos. El gremio de prensa tiene que ponerle un límite a este empresario. Frenar los despidos es una pelea de todos los trabajadores de prensa. Todo nuestro apoyo y solidaridad a los trabajadores de la editorial y nuestro repudio a Fontevecchia. Por los despidos de ayer y los despidos de hoy, decimos con fuerza».