En Argentina, donde se producen alimentos para dar de comer a millones de personas, el 62,5% de los niños y las niñas es pobre. Según un informe de la UCA, 17 millones de trabajadores y trabajadoras (57% de la clase) están precarizadxs. Con una inflación que ronda el 45%, la caída del salario real es altísima. Por eso hoy fueron miles y miles de trabajadores y trabajadoras de todo el país que encabezadxs por la CTA Autónoma, junto a otras organizaciones sociales, políticas y territoriales, se movilizaron con cortes, ollas populares y paros para exigir trabajo, producción y soberanía.
Desde Ushuaia a La Quiaca se multiplicaron las ollas populares, los cortes de rutas y las movilizaciones a las plazas centrales y a los organismos neurálgicos en las principales ciudades del país para denunciar que el hambre es un crimen y que la riqueza, generada por los y las trabajadorxs, está siendo saqueada en beneficio de los organismos multilaterales de crédito y las empresas multinacionales.
Bajo la consigna «Trabajo, Producción y Soberanía Nacional», la CTA Autónoma volvió a denunciar el ajuste, los despidos, los topes salariales y movilizó en defensa del trabajo, la producción y la soberanía nacional. Desde muy temprano, los principales accesos a la Capital Federal y de las principales ciudades del país estuvieron bloqueados por miles y miles de trabajadores y trabajadoras.
Desde el Puente Pueyrredón, uno de los cortes principales de la Jornada Nacional de Lucha, la secretaria Adjunta de la Central, Claudia Baigorria, repudió la presencia policial: «Como siempre, la Policía cuida los intereses de cualquiera menos los de la clase trabajadora. Y en este día de protestas en todo el país, las fuerzas de seguridad de Macri y Larreta no nos deja cruzar el puente, por lo cual vamos a seguir esperando para cruzar caminando y llegar al acto donde vamos a confluir con todas las demás columnas».
«No van a poder detener el ingreso a la Ciudad de Buenos Aires de miles y miles de trabajadores que vienen a reclamar el legítimo derecho a un presupuesto que contemple las necesidades de la gente y no de los grupos económicos. Porque queremos un país con soberanía, porque no queremos el cierre de áreas estratégicas como son el INTI, el SENASA, la CNEA, Fabricaciones Militares. Hoy el pueblo de pie le dice a Macri y a los gobernadores ¡Basta de ajuste y no al presupuesto del Fondo Monetario Internacional!», remarcó Baigorria.
Por su parte, Hugo «Cachorro» Godoy, Secretario Adjunto de la Central, participó de las acciones frente al Ministerio de Agroindustria, cuyo ministro despidió a más de 600 trabajadorxs. Desde allí, dijo: «Tenemos que estar muy orgullosos y orgullosas de nuestra ATE y CTA-A por esta capacidad de dignidad de los compañeros y compañeras que se instalaron y permanecieron en esta sede, como también lo hacen a lo largo y ancho del país».
«Si estamos abriendo el camino a un paro activo el 24 y 25 de septiembre, es porque esta lucha de Agricultura Familiar y todas las luchas de trabajadores y trabajadoras dignas lo están haciendo posible. Y vamos a quebrar el acuerdo de Macri con el Fondo Monetario Internacional porque hay una clase trabajadora digna dispuesta a luchar.», sentenció Godoy.
También hubo tensión en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que amaneció absolutamente militarizado para impedir la movilización popular. Este también es un escenario de lucha desde enero de este año, cuando la nueva dirección de ese Instituto despidió a cientos de trabajadores para avanzar en la privatización de ese organismo.
Acto en la 9 de Julio
Para cerrar la jornada de lucha en el área metropolitana, las columnas de compañeros y compañeras de la Central confluyeron, desde distintos puntos de la Ciudad donde se llevaron adelante medidas de lucha, en la intersección de la Avenida de Mayo y la 9 de Julio. Allí también llegaron columnas de los movimientos sociales con quienes la Central viene construyendo unidad en la lucha: CTEP, CCC, Barrios de Pie, Frente Darío Santillán, el Frente de Organizaciones en Lucha, y el Movimiento Evita.
El secretario General de la CTA Autónoma, Ricardo Peidro, saludó a la movilización: «A lo largo y ancho del país ha habido paros, movilizaciones y cortes que han expresado el nivel de organización, pero también el espíritu de resistencia que tiene nuestra clase trabajadora. Esta acción es además preparatoria de ese paro nacional activo que vamos a realizar el 24 y 25 para seguir repudiando el plan social y económico de este gobierno que implica menos derechos para los trabajadores y trabajadoras».
«No hay ninguna duda que en este camino vamos a poder decirle a este gobierno que no pasarán, que no vamos a ceder y que el nivel de organización y resistencia va a lograr revertir esta situación. Más temprano que tarde vamos a triunfar y vivir en el país que soñamos», sentenció Peidro.
Contra el saqueo, por trabajo, producción y soberanía nacional
Desde que asumió el Gobierno de Cambiemos, cerraron 7.500 pymes: entre diciembre de 2015 y marzo de 2017, en la Argentina cerraron 3198 empresas, siete por día.
En el país de las espigas de oro, más de 8 millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, 7 niños mueren por cada mil nacidos vivos antes de su primer cumpleaños. Según Unicef, el 66% de los niños y las niñas mueren en su primer mes de vida: “Las probabilidades de morir antes de cumplir un año son tres veces superiores en Formosa que en la Ciudad de Buenos Aires. En las Provincias de Jujuy o Chaco, la probabilidad de muerte duplica a las jurisdicciones más favorecidas”.
En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de mortalidad es de 6,7 por mil nacidos vivos; incluso en la orgullosa, rica y poderosa Capital Federal, el índice supera al de Cuba. Y también depende del barrio en el que se nace: mientras que en barrios como Recoleta, Palermo, Caballito, Belgrano, Núñez y Colegiales la tasa va de 3,7 a 4,7, en Lugano, Soldati, Parque Patricios, Pompeya, La Boca y Barracas llega a 8,9, justamente el doble. En 2017, 234 bebés murieron antes de cumplir un año en la Ciudad de Buenos Aires mientras que en 2016, fueron 282 y en 2015, 246.
El territorio de la República Argentina es el segundo más grande de América del Sur y el octavo en extensión de la Tierra. Aquí, las compañías transnacionales saqueen los recursos naturales: la renta que se llevan es superior a los 20 mil millones de dólares anuales, cifra que supera ampliamente lo que se necesitaría para acabar con el hambre en el granero del mundo.
Argentina produce alimentos suficientes como para dar de comer a varios cientos de millones de personas, posee un alto índice de PBI per capita y un elevado desarrollo científico-tecnológico. En las entrañas de su tierra hay petróleo, gas, oro y plata. El acuífero Guaraní, compartido con Brasil, Paraguay y Uruguay, es una de las reservas de agua potable más importantes del mundo.
El territorio de la República Argentina es el segundo más grande de América del Sur y el octavo en extensión de la Tierra. Tiene 3.694 kilómetros de largo de Norte a Sur y 1.423 kilómetros de Este a Oeste. Además posee 4.665 kilómetros de costa. La zona del Océano Atlántico sobre la plataforma continental es inusualmente ancha y se la denomina Mar Argentino; bajo su superficie hay importantes recursos pesqueros e hidrocarburíferos. En la actualidad, Argentina es la tercera potencia en materia económica de América Latina, superada por Brasil y México. La producción de alimentos provenientes de la agricultura y la ganadería es uno de los ejes de la economía argentina.
En total la producción rural, incluido el sector forestal, representó en 2017 el 5,61% del PBI total. Por otra parte, el país posee una considerable riqueza petrolera, minera y gasífera. Los principales yacimientos de petróleo se encuentran en la Provincia de Neuquén y los recursos mineros se concentran en las provincias cordilleranas a lo largo de 4.500 Kilómetros. Sin embargo, mediante reformas constitucionales, leyes y decretos, los sucesivos gobiernos nacionales desde 1880 a esta parte, han permitido y continúan permitiendo que las compañías transnacionales saqueen los recursos naturales. La renta que se llevan es superior a los 20 mil millones de dólares anuales, cifra que supera ampliamente lo que se necesitaría para acabar con el hambre en el granero del mundo.
Fotos: Luciano Dico, César Garzón, Fabián Piedras, CTA Santa Cruz
Fuente: Agencia CTAA | www.agenciacta.org