maffeiEl pasado miércoles 5 de julio desde Estación Central (Radio Sur, FM 88.3), la propuesta radial de la CTA Capital, se comunicaron con Marta Maffei, docente y ex secretaria General de la CTERA, para hablar sobre el Plan Maestro, entre otros temas relacionados al sistema educativo actual.

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– Qué tiempos difíciles para ser docente, no?

– Sí, siempre fue difícil, pero evidentemente los tiempos que corren han desvirtuado mucho las funciones sociales, y el trabajador de la Educación hoy enfrenta conflictos muy superiores desde la sociedad, violencia, drogas, alcoholismo, cosas que hace 30 años estaban afuera de la escuela.  Pero además, enfrentan un descrédito social fuerte, y una falta de credibilidad en el proceso educativo como el espacio de aprendizaje, y se ha ido corriendo hacia los sectores marginales y pobres como un espacio de contención social. Es decir, que ha ido perdiendo la función sustantiva para lo que nosotros pensábamos la educación.

Así que sí, es un momento muy difícil, que exige más que otros, de la posibilidad de la reflexión, del debate, de la discusión, de la posibilidad de encontrar alternativas, de entender lo que nos está pasando, de reflexionar juntos sobre esta realidad que tenemos, de resignificar la realidad en función de valores, de ética, de compromisos que hoy parecerían ausentes.

Y con un Ministro como el que tenemos en materia de educación, que evidentemente no ha tenido un gran éxito en la función, ni lo esperaba, ni trabajó en ese sentido, porque se va; se ha planteado ir como Diputado. Claramente, con muy poca vocación de educación, sino una vocación de torcer la lucha de los trabajadores de la Educación, y visiblemente no lo ha logrado, porque a pesar de que parecemos estúpidos, de que necesitamos  que nos pongan una cantidad grande de señuelos para que nos confundamos y entonces ahí poder avanzar, pero no ha avanzado en lo absoluto.

Y lo que no ha avanzado en absoluto es el sistema educativo, estamos con situaciones deficitarias importantes, así que pienso que la Educación Pública debería ser un ícono del debate, porque de lo contrario se ha ido convirtiendo cada vez más en un espacio desigualador.

Hoy tenemos una Educación Pública para los sectores dominantes, económicamente posibilitados de financiar determinado modelo educativo, y una Educación Pública para mano de obra barata, para tener una sociedad que siga disponiendo de su fuerza física de trabajo como clave de la inclusión en la sociedad. Y esto es seguir reproduciendo lo que pasa afuera de la escuela. Es decir, la escuela ha dejado de ser el instrumento promotor social, para ser el que replica las condiciones de la sociedad.

Así que creo que estamos en una situación difícil, no solo en la República Argentina, más allá de que hay países que han convertido la Educación en un instrumento de transformación, como es el caso de Finlandia. En el resto del mundo la Educación tiene dificultades severas. Yo fui durante muchos años la Presidenta de la Internacional de la Educación para América Latina y fui parte del Consejo Directivo de la Internacional  Mundial; ahí teníamos 300 y pico de sindicatos mundiales y el conflicto educativo es fuerte en todo el mundo y las dudas de los trabajadores de la educación, las preocupaciones sobre cómo encausar el proceso educativo, cuáles son los ejes de nuestro trabajo, es decir, para qué enseñamos, a qué responde el proceso educativo, ¿A las directivas de los políticos?, ¿A las necesidades de la sociedad?, ¿En el presente?, ¿En el futuro?, ¿A las necesidades de los chicos?. Y este es un debate que hoy evidentemente nos tiene bastante frustrados como trabajadores de la educación.

Cuando uno no sabe para qué enseña termina pensando que es solamente para ganar un salario y yo por lo menos tengo una concepción de la educación distinta. Por supuesto que quiero un salario, quiero que nos paguen como corresponde, quiero vivir con dignidad adentro de la escuela, quiero poderme formar permanentemente porque la celeridad en el proceso  del conocimiento es inmensa, quiero aprender a manejar los insumos tecnológicos, pero no quiero depender de esos insumos, por lo tanto quiero reflexionar con mis compañeros sobre esos insumos.

Pero también creo que necesitamos, como seres humanos, no solo como docentes, repensar qué clase de herramienta es la educación, tratar de comprender lo que nos pasa estructuralmente y coyunturalmente, es decir, cuáles son las cosas de esta realidad que en realidad son transitorias y van a modificarse por el solo transcurso del tiempo y cuáles son aquellas cosas permanentes a las que apuntamos con el proceso educativo. Nosotros no educamos para hoy solamente, educamos para hoy y para mañana. Por lo tanto tenemos que tratar de descubrir cuál es la ola que nos empuja y qué herramientas tenemos que desarrollar para no sucumbir, para que no nos ahogue el tsunami.

– Justamente los docentes han sido dejados afuera de la discusión del Plan Maestro y el lanzamiento mediático de este plan de reforma de la educación se hizo en base a los resultados del Operativo Aprender 2016, una herramienta estandarizada donde se evalúa resultados sin tener en cuenta las diferencias de cada lugar.

– No solo sin tener en cuenta las diferencias de cada lugar, sino la relevancia que tiene lo que estamos preguntando, cómo esto pesa sobre los aprendizajes de los chicos y para más, sin convocar la voluntad y el entusiasmo de los chicos. Me ha tocado conversar con ellos en más de una oportunidad, con chicos, con adolescentes  a los que no les importa absolutamente nada lo que están haciendo. Contestan lo que les parece, ponen la cruz donde sea, total es cuestión de entregarlo y eso no les modifica nada, no le ponen una nota concreta en su carpeta o en sus cuadernos, no va al boletín. Lo ven como algo superfluo, no lo valoran y no sienten apego alguno a esa tarea. Y una tarea que se realiza con esa impronta difícilmente tenga resultados significativos.

Yo no me niego, ni nadie creo, a la necesidad de considerar la importancia de transformar el proceso educativo. Pero aquí hay que considerar que hay 4 o 5 cosas, que son como condiciones.

La primera condición es la participación de los actores. ¿Cómo van a modificar el sistema educativo sin la participación de los docentes, sin los cuerpos directivos, sin los alumnos y sin los padres? Estos que se creen, que son Dios, que se las saben todas, que vienen con una impronta para desestabilizar  las resistencias y ahí, como en la época prehistórica, pueden imponer los lineamientos que se les da la gana, que por lo general son bastante coincidentes con las decisiones de los grupos económicos dominantes.

* Extracto de la entrevista a Marta Maffei. Para escuchar la entrevista completa buscar en Radio Sur, en Radio CUT, o arriba en el link del audio.

 

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