El secretario de Acción Social de la CTA Autónoma, Mario Barrios, no dudó en señalar respecto de la Administración Macri: «Es otra vez el cuento de nunca acabar. Otro Gobierno democrático, ejercido por la voluntad popular, con el deber de velar por los intereses de todo el pueblo que arrancó con un llamado al dialogo y la convivencia democrática, y en el primer mes de gobierno se despachó con un sinfín de DNU y con un feroz ataque a los trabajadores estatales».
A juicio del Secretario General de la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados (ANTA-CTA), el Gobierno de Mauricio Macri «utiliza un lenguaje despectivo con los trabajadores («ñoquis»), con los militantes («grasas»), intimida verborrágicamente a los gremios con el chantaje de la moderación en las Paritarias, o si no se perderán puestos de trabajo».
Según los cálculos de Barrios se han despedido de la Administración Pública unos 15.000 trabajadores. «Ese es el duro saldo del primer mes de gestión del Gobierno de Macri», dijo. Para agregar a renglón seguido: «La oleada de cesantías provocadas por el Gobierno actúa de incentivo para que las patronales privadas también hagan lo suyo y estén despidiendo trabajadores».
«Las medidas y el rumbo que toma el Gobierno es realmente preocupante. Si faltara algún hecho más que funde nuestra preocupación, aparece el intento, vía emergencia, con el que se trata de suspender la negociación paritaria estatal en la provincia de Buenos Aires», enfatizó.
Barrios ponderó que, «rápido de reflejos, los compañeros de ATE y CTA Autónoma lanzaron un plan de lucha, miles de trabajadores ganaron las calles, y derrotaron ese intento. La gobernadora Vidal tuvo que dar marcha atrás y rectificar la medida».
Para Barrios, referente de la Unión Solidaria de Trabajadores (UST-CTA), en el país pasan hechos parecidos: «Miles de trabajadores en el Estado pierden su precaria situación laboral. Después de 12 años de Kirchenerismo con contratos basura, distintas violaciones de los derechos laborales, salarios por debajo del mínimo acordado por ley, el Macrismo viene a cerrar el circulo vicioso y clientelar del anterior Gobierno echando a la calle a una cantidad inusitada de trabajadores y trabajadoras que en los últimos años aprendieron a sobrevivir con salarios de hambre».
Y subrayó: «Este Gobierno, lejos de buscar soluciones valederas y definitivas, transformando a esa legión de jefes y jefas de hogar, a los cuales les robaron esperanzas y sueños de mejorar su calidad de vida, en trabajadores con salarios dignos, los expulsa a una mayor marginación social».
Barrios expresó que en treinta días «llegaron hasta aquí y ahora el cambio no es trabajo genuino, salarios dignos y salida paulatina de la informalidad hacia empleos formales. Al contrario, el Gobierno de Macri les responde premiándolos con despidos, una respuesta con olor a revanchismo, a disciplinamiento, y eso no será tolerado por los trabajadores que no van a aceptar mansamente ir a sus casas, quienes la tengan, para de nuevo empezar con el cuento de nunca acabar».
El dirigente nacional de la CTA Autónoma consideró que «no lo aceptarán mansamente ellos y ellas y no lo aceptamos nosotros, los que aún tenemos trabajo. Hay solidaridad de clase. Mientras muchos dirigentes sindicales, sociales y políticos se toman vacaciones, el poder se organiza para manotear lo logrado con lucha. Nadie nos regaló nada, si tenemos lo que tenemos es porque antes hubo lucha, y no será ésta una historia distinta. Alguien que sabía mucho de esto decía que los trabajadores marcharemos con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes».
Según Barrios, «se equivoca el Gobierno en persistir con este esquema de aprietes y persecución y se equivocan los dirigentes que acuerdan sin actas un Pacto de Gobernabilidad para darle legalidad a un ajuste que no cierra sin represión. No hay pactos con trabajadores en la calle, no hay pactos con las multinacionales, no hay pacto sin libertad y democracia sindical, no habrá Pacto Social con la Ley Antiterrorista», disparó.
Por último, Barrios sentenció: «La lucha será la respuesta. Los trabajadores aprendimos en la calle que sin lucha no hay victorias. Y nos organizamos para dar esas respuestas en la calle y acompañar cada pelea para no permitir ni un solo despido más en nuestro país, para que la fiesta la paguen los que la tienen que pagar».
Fuente: ACTA