El próximo 24 de marzo se cumplen 40 años del último Golpe de Estado en Argentina. Por esta razón desde la CTA Capital se están organizando una serie de actividades enmarcadas en el Mes de la Memoria. Margarita Noia, secretaria de Derechos Humanos de la Central porteña habla sobre los avances y retrocesos que hubo en materia de DD. HH. a lo largo de estas cuatro décadas.
– ¿Qué tiene de especial este 40º aniversario del inicio de la última dictadura?
– Más allá de que estamos viviendo un momento desde lo gremial muy movido, con los despidos de muchos compañeros; más la visita de Barack Obama, que es algo repudiable en una fecha tan sensible como es el 24 de marzo, no hay nada de especial.
Para mi es un año más donde vamos a seguir pidiendo que haya Justicia, que es lo que todavía no tenemos. Vos fijate que recién ahora encontraron a otro genocida fuera del país y lo tienen que extraditar y otra vez ‘otro pobre viejito’, como dicen ellos, cuando en realidad es una vergüenza que no estén todos presos, que no estén ya todos juzgados. Para mí no tiene nada de especial, es un año más de seguir luchando por Justicia.
– ¿Qué balance hacés en cuanto al avance de los juicios?
– Por un lado, en 40 años hemos avanzado, se han hecho juicios, hay muchos que están presos, pero creo que nos falta un montón y que lamentablemente, por la edad de muchos ellos, se van muriendo y quedan sin ser juzgados ni condenados. O sea, mueren sin la condena que deberían haber tenido.
La Justicia es demasiado lenta, ojalá acá se pudiera haber hecho como fue en España y directamente haber juzgado a todos por genocidio, y no lo que representa cada uno de los juicios para nosotros. Porque es muy difícil probar lo que ellos taparon tanto y más después de tantos años.
– En cuanto a las políticas de Derechos Humanos ¿Qué avances hubo?
– En el tema exclusivo de detenidos-desaparecidos se avanzó en que se lograra dejar sin efecto las Leyes de Obediencia debida y Punto final; en que la Corte Suprema dejara sin reconocimiento el indulto; se logró que no estuvieran más las fuerzas armadas, los marinos o los policías en cada ex Centro de Detención Clandestina y que pudiéramos entrar. Pero no fueron todos avances en estos años, hubo un retroceso con el tema de la Ley Antiterrorista y el Proyecto X.
– Se cumplen los 20 años de la creación del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, ¿Cuál es la importancia de la conformación de este colectivo?
– Realmente fue importantísima esa gran movilización de hace 20 años. En estos días hemos estado trabajando mucho sobre este tema, haciendo memoria y y evaluando en la CTA Capital la importancia que tuvo esa movilización para que en España, cuando fueron a declarar nuestros compañeros ante el Juez Garzón, se diera una apertura al juicio por los desaparecidos españoles o de descendencia española. Fue muy importante además que se reconociera la figura de genocidio a través de la persecución de clase de los trabajadores. Nosotros entendimos que esa gran movilización desde el Pueblo, en la calle, tuvo repercusión en la decisión que tomaron en España, porque fue multitudinaria, porque siempre la unidad logra lo que no se puede con individualidades.
– Este miércoles 16 arrancan en la CTA Capital las actividades por el Mes de la Memoria, ¿Por qué considerás vos que es importante mantener viva la memoria?
– Yo creo que la memoria es fundamental. Soy de una generación que cuando éramos chicos, adolescentes o jóvenes, todos los gobiernos terminaban con un Golpe de Estado. Cuando vino el Golpe de 1976 pensamos que era uno más. En general la gente, cuando había algo que les molestaba, decían ‘que vuelvan los militares’. Espero que hayamos aprendido que un Golpe de Estado no es bueno para nadie y que nunca más haya un Golpe.
Ahora tenemos la suerte de que hay generaciones enteras que han vivido en democracia, que no saben lo que es un Golpe de Estado y de la importancia de poder decidir. Bueno o malo, esté de acuerdo o no con lo que se votó, como yo no estoy de acuerdo con Macri ni sus políticas, pero creo que todos tenemos derecho a elegir. Eso marca la importancia de la memoria, nunca más un genocidio, podemos salir a la calle y reclamar en cada hecho de represión policial, la corrupción de la Policía de la Provincia, el abuso sobre los menores, podemos trabajar y trabajar y para eso está la memoria, que es fundamental para nuestros hijos, para nuestros nietos y para todos.
Vivir la desaparición de una persona es algo muy duro, que lamentablemente se ha repetido en democracia, lo que quiere decir que todavía tenemos mucho por seguir luchando. Jorge Julio López, desaparecido en democracia, ha permitido a través de su relato que nosotros fuéramos a los juicios y pudiéramos presentar pruebas. Ha pesar de lo que vivieron y del riesgo que podían correr, aportaron pruebas, como es el caso de Julio López, por el cual seguimos pidiendo Justicia.