Desde las primeras horas de la madrugada, la Plaza de los 2 Congresos estaba militarizada, con carros hidrantes y gendarmes. Parecía una especie de Estado de Sitio, y las ganas de golpear al pueblo se olía como una premonición de lo que iba a suceder. Aun así, el pueblo salió a la calle consciente de que la victoria estaba al alcance de sus manos.
Desde la CTA Capital, también dijimos presente en esta gesta histórica. Y Pepe Peralta, Secretario General de CTA-Capital, nos comentó que “estamos participando en repudio al tratamiento de la reforma previsional que apuraron porque no tienen consenso y, lo único que han hecho es negociar con las clases políticas de todos los colores el perjuicio a los jubilados que no pueden entender cómo la quita puede serles beneficiosa. Es vergonzosa la actitud de comprar votos al mejor estilo Banelco y que se salde en las calles con represión en la Plaza de los 2 Congresos donde, lejos de asumir que hay un pueblo que está en contra de las reformas, aplican toda la fuerza de represión posible para poder llevar adelante su plan genocida con los jubilados y clase trabajadora”.
También se encontraba marchando Matías Fachal, Judiciales, quien explicó que, como pueblo “y trabajador que no se nos permita poder manifestarnos libremente, expresar nuestra bronca, nuestro reclamo, poder canalizar la lucha en la calle por la terrible militarización y ocupación de la fuerza de seguridad en un gobierno que se dice democrático es muy grave. Cambiemos llegó a la presidencia prometiendo diálogo y concenso y no le tiembla el pulso a la hora de reprimir a la masa de compañeros que se levanta contra esta reforma previsional que rebaja la jubilaciones e hipoteca el futuro de todo trabajador y trabajadora. Por eso todas las fuerzas de la democracia hoy están en la calle para tumbar esta sesión”.
Al final, el balance fue positivo, aunque no alegre. Las imágenes que esta tarde poblaron el microcentro fueron bestiales y extremadamente violenta, diputados heridos, peridistas a los que le dispararon a quemarropa balas de gomas, los hidrantes contra laburantes que sus únicas armas eran el canto y las palmas, gases lacrimógenos que dificultaba el ingreso a la Plaza. Mostrando un gobierno que no le importa cuanta violencia utiliza, con tal de salirse con las suyas.
Sin embargo, al final, la masa del pueblo logró ganar la batalla y la Ley no se trató, aunque la guerra aún sigue, pues la alternativa de que salga el Proyecto por Decreto, o de, como dijo por la radio la Diputada Lilita Carrió, “el gobierno tiene toda la intención de aprobarlo”.
Cobertura: Martín Brunás, prensa bloque organizativo CTA Capital