Dirigentas de la CTAA Capital participaron ayer de la Mesa de Trabajo «La gestión del cuidado en debate: insumos desde el feminismo sindical para el análisis del Proyecto de Ley Integral sobre cuidados», junto a compañeras pertenecientes a más de veinte gremios de las diferentes Centrales Sindicales de Argentina, en la Fundación Rosa Luxemburgo.
«Como CTAA planteamos la necesidad de ubicar la demanda urgente de un salario básico universal en clave feminista porque se trata de reconocer el trabajo que hacemos no hay nada que inventar.», expresaron las compañeras en el encuentro.
“Mientras seguimos discutiendo la
feminizacion del cuidado y la reproducción de desigualdades a la que
nos arroja asumir este rol de cuidadoras. También aportamos los
avances en negociación colectiva para las trabajadoras formalizadas
y la imposibilidad de construir demandas que sean derechos para las
que siguen en situaciones de precariedad y no reconocimiento de su
trabajo porque trabajadoras somos todas pero no todas tenemos los
mismos derechos”, expresó Clarisa Gambera, secretaria de Géneros
de la CTAA Capital.
En este sentido, con el conjunto de las
dirigentes sindicales fueron construyendo un análisis crítico sobre
el Proyecto de Ley Integral de cuidado, que esperan que pueda
debatirse con las trabajadoras organizadas y que saben que no avanza
si no logran presionar en la calle.
Pusieron en cuestión los límites y también en valor, por ejemplo, que se entienda que una licencia para las compañeras trabajadoras jornalizadas debe ser una retribución económica, escasa en la propuesta pero que ilumina la realidad de las que cobran solo por día trabajado (aunque se está trabajando en casa).
Finalmente, el cierre de este espacio asambleario ratificó la necesidad de fortalecer los espacios instersindicales porque las compañeras coincidieron en la dificultad de transversalizar estos debates para que esta agenda del cuidado encuentre centralidad en las organizaciones, entendiendo que es una trabajo que sigue sin ser reconocido a pesar de que produce valor, produce desigualdades y que plantearlo como tema central es ni más ni menos que plantear que es central profundizar la puja distributiva.
Por su parte, Clarisa concluyó: “Desde los feminimos queremos discutir la riqueza, quién paga el trabajo que hacemos, por ahora las patronales no quieren poner dinero. Necesitamos que nuestras organizaciones asuman que hablar del trabajo de cuidado es un debate de fondo, aunque volvamos a escuchar que son otras las prioridades porque redistribuir ese trabajo, reconocer ese trabajo, redistribuir el uso del tiempo, redistribuir la inversion en infraestructura de cuidado son dimensiones de lo que es redistribuir la riqueza. Por ahora la crisis la pagamos las mujeres con nuestro trabajo y a costa de nuestra pobreza de ingresos y de tiempo.”