«Atentados como los sucedidos en París el día viernes no merecen más que un repudio pleno e incontrastable, al mismo tiempo que seguir luchando y exigiendo por la paz en el mundo», indica una declaración de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma).
El comunicado de prensa prosigue: «Estos actos criminales ponen en las portadas de los diarios de occidente situaciones que en Siria, África, Palestina y tantas otras zonas en conflicto, resultan ser lastimosamente habituales.
El fracaso de una humanidad que se halla encrucijada entre violencia, guerras, hambre, explotación, esclavitud y contaminación ambiental no son más que resultados emergentes de un sistema capitalista que pondera la avaricia y la acumulación de recursos y riqueza por sobre el valor de la vida humana y la libre determinación de sus pueblos.
La actual estructura consolidada de poder, basada en un modelo de producción y consumo diseminado en el planeta, mantiene presos a miles y miles de seres humanos que carecen de los más elementales recursos vitales como son el agua potable, alimento, vestimenta, vivienda, etc.
Lo que fuera considerado amenaza de una guerra global parece hoy tener otro acto de comienzo, alcanzando nuevas víctimas inocentes que siempre resultan ser los pueblos y las y los trabajadores.
Los trágicos hechos de París también van a afectar a las multitudes migrantes procedentes de diversas etnias no occidentales que tratan de escapar de los males que los azotan en sus tierras de origen, en busca de mejores condiciones de vida tanto en el continente Europeo, como en el Americano.
Las muertes que azotaron Francia el viernes por la noche, serán sin duda alguna, utilizadas como nueva excusa para alentar las intervenciones militares, la restricción de las libertades civiles y las políticas pro-refugiados e inmigrantes por parte de sectores ligados a la extrema derecha, a los grupos económicos concentrados y el complejo armamentístico. Cada vez queda en mayor evidencia cómo estos grupos terroristas son alentados por EE. UU., y sus aliados han sido y son funcionales para avanzar en sus políticas hegemónicas y depredadoras.
Ante esto debemos bregar por más derechos humanos, más dialogo, mayor participación de las minorías en los espacios de toma de decisión y de ninguna manera aceptar actos de violencia como hechos válidos o justificables. Como especie humana, estamos ante el desafío de aprender a habitar nuestra casa en la diversidad y el respeto o permanecer en este camino alimentando paso a paso nuestro propio proceso de extinción», concluye el pronunciamiento de la CTA Autónoma.