«La Mesa Nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma expresa su más enérgico repudio al brutal ataque de la policía frente a la Catedral de Mar del Plata, cuando finalizaba la tradicional marcha del Encuentro Nacional de Mujeres», así comienza el comunicado firmado por Alejandra Angriman, Secretaria de Género, Ricardo Peidro y José Rigane, Secretarios Adjuntos, que ACTA reproduce en su totalidad.
Oficiales de la Policía Bonaerense aguardaban detrás de referentes del Foro Nacional Patriótico, una agrupación de derecha ligada al dirigente Carlos Pampillón, con el objetivo de “defender la iglesia”. Allí se desataron los primeros incidentes, cuando varones ajenos a la movilización arrojaron botellas, generando una situación caótica mientras las mujeres del encuentro nos manifestábamos por nuestras históricas reivindicaciones.
Fue entonces que agentes de diferentes fuerzas de seguridad, que integraban la Policía local, la Bonaerense, Infantería y Prefectura, varios de ellos de civil, reprimieron brutalmente a las mujeres con golpes, gases lacrimógenos y balas de goma disparadas a corta distancia. Tres mujeres fueron ilegalmente detenidas dentro de la iglesia durante al menos tres horas.
Asimismo, denunciamos el ataque de Prefectura Nacional a la columna de la CTA previo a la llegada a la Catedral, cuando pasaban por la intersección de las calles 14 de Julio y Almirante Brown, arremetieron con palos y agredieron con gas pimienta a una militante de la seccional Provincia de Buenos Aires de la Central.
Repudiamos además las denuncias penales que realizó el intendente Gustavo Pulti, quien entregó imágenes recabadas por el Centro de Observación y Monitoreo a la Fiscalía con el objetivo de criminalizar la protesta social.
Denunciamos este ataque de violencia física y simbólica, que intenta callar la lucha de las mujeres por el derecho a decidir, en defensa de nuestra vida, de nuestros cuerpos y nuestros territorios. Ni la derecha organizada, ni los sectores más reaccionarios de la iglesia, ni las fuerzas de seguridad van impedir que sigamos encontrándonos como lo hacemos desde hace 30 años para avanzar en la lucha por nuestros derechos.
Fuente: ACTA