En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la Central Autónoma se movilizó en todo el país bajo la consigna «Son 30 mil, fue genocidio. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos», junto a las agrupaciones de derechos humanos, organizaciones sociales y sindicales hermanas, partidos políticos y un sin fin de organizaciones populares. En la Ciudad de Buenos Aires, la concurrencia a la marcha fue conmovedoramente grande, con la mística que se renueva y supera año a año.

A 43 años del golpe de Estado cívico-militar, la inmensa movilización aparece como una respuesta contundente al marcado negacionismo del gobierno de Mauricio Macri y sus funcionarios que sistemáticamente han intentado minimizar las consecuencias del terrorismo de Estado y atacado a los organismos de derechos humanos.

Desde la amplia columna de la CTA Autónoma, su secretario general, Ricardo Peidro, dijo: “Esta movilización ratifica el compromiso de nuestro pueblo: cuando vemos estas marchas multitudinarias llenando todas las plazas y las calles del país, se ratifica el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia. No abandonamos el compromiso de seguir luchando, más en estos tiempos, por una sociedad, por un mundo que merezca ser vivido, un mundo con justicia”.

La movilización estuvo también marcada por consignas y reclamos que tienen que ver con la crisis económica y social que se profundizó fuertemente desde la llegada al gobierno de Mauricio Macri. «Contra la impunidad de ayer y de hoy, basta de ajuste y represión de Macri y el FMI», fue una de las consignas con la que esta Central convocó a esta movilización. Y no es para nada forzado hacer analogías entre la política económica de Martínez de Hoz y la de Cambiemos. Claramente la desindustrialización, la apertura de importaciones, los despidos y la precarización de la fuerza laboral, la caída del consumo popular y del poder adquisitivo de la clase trabajadora, así como la persecución sindical y la criminalizacción de la protesta social tiene continuidades en los dos regímenes. Durante la última dictadura militar, la deuda externa aumentó un 449%: pasó de 8,2 mil millones en 1976, a 45 mil millones, en 1982.

En relación a la política económica del gobierno de Macri, Peidro señaló: “En estos tiempos donde la política económica y los responsables de esas políticas, las corporaciones, las multinacionales, son los mismos, con los mismos proyectos que en la dictadura, sabemos que estamos en el camino correcto de la resistencia y de la construcción de poder”.

Desde organismos de derechos humanos se denuncia que, desde distintas instancias del Estado, hubo abiertas maniobras tendientes a favorecer a los genocidas y esto quedó expresado en el documento que leyeron en el cierre del acto Madres, Abuelas y víctimas del Terrorismo de Estado: «Los discursos que impulsan el olvido y justifican los delitos de lesa humanidad no generan un clima propicio para quienes aún quieren indagar su identidad», expresó Estela de Carlotto, responsable de Abuelas de Plaza de Mayo.

En un contexto de fin de ciclo del gobierno neoliberal del presidente Macri, marcado por un fuerte ataque contra los derechos de miles de trabajadores y trabajadoras, la CTA-A conmemoró el mes de la Memoria con una serie de acciones que reivindican la lucha por un país para todos y todas, democrático, soberano y justo, ése por el que soñaron y dieron su vida nuestros compañeros y compañeras.

Fuente: ACTA

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