La Confederación Sindical de las Américas se reunió la semana pasada en Buenos Aires para evaluar los resultados de la última Conferencia de la OIT (en particular las discusiones en la Comisión de Aplicación de Normas) y analizar el avance de la criminalización de la protesta social en la región.
En representación de la CTA-A participaron Adolfo “Fito” Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales, Daniel Jorajuría, Secretario Gremial y Horacio Meguira, Director del Departamento Jurídico. También formaron parte de la delegación Luis Campos y Jimena Frankel, integrantes del Observatorio del Derecho Social.
Durante las dos jornadas de discusión se expuso la situación que atraviesan los trabajadores de distintos países que, más allá de las particularidades de cada uno de ellos, se enfrentan a obstáculos crecientes para el desarrollo de la acción sindical. Entre otros, brindaron su informe los representantes de la CUT de Colombia, de la CUTA de Paraguay, y de la CUTH de Honduras, quienes describieron situaciones de violencia y persecución contra dirigentes y activistas sindicales y de organizaciones sociales. Asimismo, el secretario de Relaciones Internacionales de la CUT de Brasil, Antonio Lisboa, expuso la situación existente en Brasil a partir del golpe contra el Gobierno de Dilma Rousseff y las acciones de resistencia que están llevando adelante. También participaron de la actividad representantes sindicales de Chile, Estados Unidos, México, República Dominicana y Uruguay.
En cuanto a la criminalización de la protesta social en la región, se planteó la necesidad de fortalecer los mecanismos de denuncia y de solidaridad internacional, así como también desarrollar acciones para compartir información entre los miembros de la CSA. En particular, se discutió en torno a la utilización de los mecanismos de protección existentes en el ámbito de la OIT, y también sobre la posibilidad de recurrir a otras instancias tales como el sistema interamericano de derechos humanos, los puntos de contacto de la OCDE o los órganos de protección a nivel de Naciones Unidas.
Finalmente, también se hizo hincapié en la situación de crisis que atraviesa actualmente la OIT luego de la avanzada del Grupo de Empleadores en contra del derecho de huelga, y sobre la necesidad de fortalecer la voz de los trabajadores en defensa de este derecho fundamental. Para ello, se expresó que en el ámbito regional resulta estratégico fortalecer la Red de Derechos Humanos de la CSA y el trabajo del Equipo Jurídico Continental, a fin de mejorar el mecanismo de coordinación e intervención de los sindicatos de la región en el ámbito internacional.