Los trabajadores de la multinacional Coca Cola lleva adelante un plan de acción por la reincorporación de los trabajadores que fueron despedidos en un claro acto de persecución sindical. Ayer se movilizaron al Ministerio de Trabajo para pedir que se dicte la conciliación obligatoria.
* Por Melissa Zenobi
Primero echaron a 40 compañeros de la Planta de Monte Grande, luego de eso continuaron con un ataque en la planta de Pompeya, que es la más importante en cuanto a niveles de producción y a cantidad de trabajadores: “Ahora nos despiden a nosotros. esta es una respuesta a nuestra organización, porque hace años venimos pidiendo mejoras en las condiciones de trabajo, estabilidad laboral para los compañeros”, explicó Gabriel Zapata quien era miembro de la Junta Interna antes que gane la burocracia sindical y al quedarse sin fueros, fue despedido -aún con 13 años de antigüedad-.
La mayoría de los trabajadores de las plantas de Coca Cola son tercerizados, con contratos temporales, «Mientras nosotros conducíamos la comisión interna, no hubo despedidos. Pero cuando la burocracia sindical nos ganó, empezaron a atacar a quienes nos estábamos organizando», explicó Zapara a ACTA.
En tanto, los operarios sufren las paupérrimas condiciones laborales que incluyen jornadas de 12 horas, sin pausas: «la gente está intimidada porque la realidad del país es que no hay trabajo. Pero tienen problemas en la cintura, en los riñones, en las piernas».
Foto: Juan Carlos Olea