Los miembros activos de la Asociación de Abogados Laboralistas e integrantes de su actual Comisión Directiva están en una lamentable situación de tener que denunciar las inescrupulosas maniobras que estan realizando un grupo de personas para intentar copar esta asociación, y darle un giro a su actuación.Tales maniobras son dirigidas por miembros del estudio jurídico del diputado nacional Héctor Recalde y por algunos abogados integrantes de la lista de conjueces laborales elaborada por el Poder Ejecutivo en actual tratamiento por la Comisión de Acuerdos del Senado.
El intento de copamiento de la asociación por parte de estos sectores se produce en un momento clave para el futuro de los derechos de los trabajadores. Es por ello que callar una voz independiente como lo es la de esta asociación, que consecuente a los principios que le dan su razón de ser, siempre se ha pronunciado en defensa de esos derechos, sin importar el color político del gobierno de turno, resulta tentadora para quienes quieren evitar mayores disidencias en tiempos de alta conflictividad social.
Hay que recordar que esta asociación tiene más de 50 años de vida en la defensa de los derechos de los trabajadores y de la plena realización del principio protectorio, y ha tenido como bandera su autonomía frente a los gobiernos, a los partidos políticos y a las centrales sindicales.
Quienes ahora intentan desbaratar a la asociación de su autonomía y de su pluralidad, carecen del apoyo de la mayoría de sus miembros activos. Es por ese motivo que, frente a las próximas elecciones de miembros de Comisión Directiva a realizarse este año, han llamado a afiliarse por diferentes medios a abogados que nada tienen que ver con la defensa de los derechos de los trabajadores y que se desempeñan en ministerios y demás organismos públicos, con el único propósito de que participen en las elecciones para permitir entregar su dirección a aquéllos que quieren transformarla en un complaciente instrumento de sus propios intereses.
Lejos de los fines y objetivos de esta asociación se encuentran las prácticas antidemocráticas que llevan adelante quienes nos acusan tan injustamente y que sólo buscan desplazar de su espacio de lucha a un colectivo de abogados laboralistas activos y comprometidos con la defensa de los derechos de los trabajadores. Es por ello que los aquí firmantes hemos resuelto hacer saber al resto de los afiliados y al público en general, la amenaza que pesa sobre la asociación, dejando bien en claro que los valores que se encuentran en juego no son otros que la independencia y autonomía de la Asociación de Abogados Laboralistas, frente a los intereses del poder de turno y de aquellos sectores complacientes con el mismo que intentan ganar, con el control de la asociación, un prestigio frente a la militancia laboralista, del cual carecen por sus propios méritos.