Memoria Espacio Juridico 2018El Departamento Jurídico de la CTA Capital elaboró un detallado informe a modo de ‘memoria’ donde se enumeran todas las causas judiciales en las que dicho espacio trabajó durante el 2018. En algunos casos se trata de conflictos que culminaron por formalizarse en la estructura judicial formal y en otros casos, son acciones que se realizaron como forma de generar contra poder para potenciar el colectivo de trabajadorxs. Desde la Secretaría de Prensa y Comunicación de la CTAA Capital entrevistaron a Pablo Kleiman, coordinador del Espacio Jurídico, para hacer un balance del año que está terminando.
– El 2018 fue un año de muchas batallas en el campo social, laboral y político para la Central y para lxs trabajadorxs. ¿Cómo crees que ese contexto influyó en el trabajo del Equipo Jurídico de la CTAA Capital? ¿Ha habido un aumento de demandas o denuncias en relación a otros años?
– Para nosotros siempre son años complicados porque, en términos de clase, nunca son lo suficientemente buenos para la clase trabajadora en el sentido de que se acabe la conflictividad. Lo que si es cierto es que en estos años se ha multiplicado. Claramente, esto repercute en el aumento del trabajo en el espacio jurídico. Hubo un aumento de despidos y sanciones a los y las trabajadoras, persecuciones a sindicatos y delegados, conflictividad en la calle con detenciones y represión. Todo ello tiene una inmediata repercusión en el espacio jurídico. Y enfrentar todas estas batallas no se podría hacer sin el compromiso de todo el equipo, de Hernán Luengo, Gianna Rodriguez Jáuregui y Walter Smietiuch, en el trabajo diario. Desde el espacio se manejan causas judiciales de alrededor de tres mil trabajadores, respondemos consultas a diario y damos charlas formativas para delegados y organizaciones sindicales. En estos últimos años, el crecimiento de la actividad del espacio ha sido inmenso.
– Si tuvieras que hacer un balance de los resultados obtenidos este año ¿Cuál sería?
– Nos cuesta hacer un balance de resultado sobre nuestro propio trabajo, entran en juego muchos factores, no sólo los judiciales, para que el trabajo sea positivo. A muchos de los jueces que fallan a favor de los trabajadores, el Estado les hace un juicio político, como a los que ordenaron la reinstalación en Télam o los que ordenaron que se abran las paritarias para los docentes. A pesar de ello, hemos obtenido buenos resultados en este 2018.
– ¿Cómo ves el 2019?
– El apriete para este nuevo año, va a seguir estando, no sólo en el ámbito judicial sino también a través de los medios. Estos junto a otros mecanismos, no judiciales, convencen a la gente de que los abogados laborales los van a estafar y es preferible cobrar, si es que le pagan algo, o arreglar con la patronal antes que reclamar por sus derechos en un juicio que puede durar años corriendo el riesgo de que tu abogado te estafe. No es casual que el fuero laboral y previsional, sean los que más demoren. Los jubilados que reclaman por sus jubilaciones porque las consideran inconstitucionales que no les permiten vivir una vejez digna, deben litigar en un fuero que demora entre 7 a 10 años fallar. Esto es una perversión, muchos fallecen en esa lucha. Mientras que su plata, en poder de Anses y del Estado, se utiliza para pagar los intereses de la deuda.
En los ’90 comenzaron los contratos basuras, es decir los de aprendizaje, de capacitación, temporales entre otros. El Estado para fomentar el empleo decía lo mismo que ahora, el costo de un trabajador es caro y se necesitaba una reforma laboral, una flexibilización. Entonces, un empleador puede tomar y despedir gente de forma mas económica para él porque no había indemnización por despido. Comenzaron por los jóvenes, luego por los mayores a 40 y continuaron por la contratación de mujeres, dejando sólo a hombre entre 25 y 40 años como los únicos pausibles de obtener una buena contratación. Hace dos años junto a Luis Campo, Director del Observatorio Social de la CTAA Nacional, hicimos un informe sobre la cantidad de trabajadores que tienen la posibilidad de iniciar juicios cuántos son los que efectivamente los realizaban. El resultado fue que de cada 100 trabajadores que podían iniciar juicio, sólo 6 los hacían.
A pesar de ello, los que creemos en la clase trabajadora, siempre vemos una luz al final del túnel. Nuestra historia como sociedad trabajadora, siempre nos da motivos para ver luz. La capacidad de acción y rebelión de los sectores organizados es impresionante. La crítica, tal vez para mi, hay que dirigirlas a las referencias políticas que no están a la altura de un pueblo que tiene mucha capacidad de gobierno. Las luchas en las calles, son testigos de ella. Por ejemplo, hace un año con la Reforma Previsional, algo que afectaba a los mayores no sólo fueron ellos los que salieron a la calle sino que fuimos muchos. Fue una guerra, fue la conciencia de la clase trabajadora que no sólo pensó en el presente de nuestros viejos sino en el futuro de toda la clase. Nosotros vemos un pueblo que se moviliza con una masividad que hace que sea imposible no esperanzarse. Las referencias políticas no están a la altura de este pueblo y están encerradas en juegos mezquinos de egos y ambiciones.
Redacción: Nancy Orquera y Valeria Garay