“Vivas y con derechos nos queremos”, sonaba el grito unánime en las columnas de la CTA Autónoma, integrada por compañeras y compañeros que marcharon del Congreso de la Nación a Plaza de Mayo este 3 de junio. Con estas consignas hubo movilizaciones de Ushuaia a La Quiaca, en cada plaza de la Argentina.
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Hoy se cumplieron exactos dos años desde aquel primer #Niunamenos, el 3 de junio de 2015 cuando mujeres, varones, niñas y niños ganaron las calles y las plazas de manera multitudinaria contra la violencia machista en nuestro país. En estos años el amedrentamiento sobre los cuerpos de las mujeres se profundizó de manera brutal, no sólo en relación a los femicidios sino también en otros tipos de violencia cotidiana: económica, psicológica, laboral, institucional, mediática, doméstica, etc..
En Capital Federal, la CTA Autónoma junto a sus sindicatos y organizaciones concentró frente al Congreso de la Nación. Allí, Alejandra Angriman, Secretaria de Género de la CTA Autónoma, explicó que “cuando hablamos de violencia no nos referimos sólo de la violencia física sino de la violencia en todas sus manifestaciones, desde el maltrato doméstico, el maltrato en la calle y, por supuesto, el maltrato laboral”. Y precisó: “En el contexto de este Gobierno vemos a muchas compañeras y compañeros procesados. Esa es una de las tantas formas de ejercicio de violencia por parte del Estado”.
Mientras las columnas avanzaban por Avenida de Mayo para llenar la histórica Plaza, la secretaria de Género de CTA Buenos Aires, Liliana Gómez, afirmó: “Hoy nos movilizamos por tercer año consecutivo porque en vez de mermar los femicidios, van en aumento. Pero además seguimos exigiendo el desprocesamiento de todos los compañeros y compañeras que estén judicializado por reclamar por los derechos que necesitamos”.
Por su parte, Mónica Beresovsky, Secretaria de Género de CICOP, habló con ACTA tras la finalización del congreso de su sindicato: “Llegamos a esta movilización con la indignación de compañeras que denunciaron en el Congreso Nacional de nuestra organización que en la Maternidad Estela de Carlotto, que es ejemplo y modelo en materia de parto respetado, hay una compañera embarazada siendo perseguida por organizarse. Por eso volvemos a decir que el femicidio es la expresión más alta de la violencia machista, pero el problema empieza mucho antes”.
“Cada 3 de junio que estamos en la calle traemos más dolor y más indignación”, dijo a ACTA Silvia León, Secretaria de Organización de ATE en tanto que repudió el femicidio de Ana Barrera, trabajadora de la SENAF de Córdoba, “pero también la fortaleza de saber que estamos cada vez más organizadas. Hace dos días estuvimos en el Congreso Nacional de ATE en el que se discutió profundamente la equidad de género hacia adentro de nuestra organización, marchamos hacia el 50 y 50 en las listas y alternancia en los cargos. Queremos el fin de la justicia patriarcal, la misma que metió preso a dos compañeros en Río Negro y que hoy los liberó temporariamente”.