En el marco de la campaña «Esenciales somos lxs trabajadorxs. Producimos la riqueza, discutamos su distribución» lanzada el pasado 9 de junio – con el objetivo de desarrollar y fortalecer la organización sindical en los lugares de trabajo, para poder disputar la distribución de las riquezas que generan las trabajadoras y trabajadores-, desde el Equipo Gremial de la CTAA Capital entrevistaron a Daniel Jorajuría, secretario General de la Nueva Organización Sindical Gatronómicos (NOS-CTAA).

Para tener un marco de referencia ¿Cómo eran las condiciones laborales y salariales de los trabajadores y trabajadoras del rubro antes de la llegada del Covid-19 al país?

Las condiciones laborales y salariales de la hotelería, la gastronomía y el turismo en general -salvo algunas excepciones- es de gran precariedad laboral, principalmente por la falta de registración de los empleados o porque los registran mal y por el exceso de horas de la jornada laboral, en las que no hay pago de horas extras. En estas condiciones, un salario promedio ronda los 45 mil pesos, más propinas. En zonas frías se paga un 20% más.

Sabiendo que el sector gastronómico es uno de los más afectados por la implementación del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), ya que la actividad fue prácticamente paralizada ¿Cómo afectó eso a las y los trabajadores? ¿Se observan diferencias entre el AMBA y el resto del país?

La pandemia paralizó la actividad por cinco meses y nos dejó en el peor de los mundos. Aproximadamente un 30% de los establecimientos cerró definitivamente. Los trabajadores informales se refugiaron en el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) que otorgó el Gobierno Nacional, mientras que los formales siguieron cobrando pero sólo los ATP (Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción) del Gobierno y también hubo situaciones donde les ofrecían retiros voluntarios. En la hotelería se llega al cobro del 75% del salario y al resto le piden la renuncia, con la promesa de dar buenas referencias. Esta realidad se ha extendido a todo el país y presagia que las y los gastronómicos vamos a estar entre los que más sufran las consecuencias de la crisis sanitaria y económica

La nueva etapa de Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) implicó la apertura de comercios bajo modalidad “take away” y ahora también la posibilidad de recibir clientes en espacios públicos como veredas ¿Esto tiene repercusiones en las condiciones de trabajo? ¿Se cumplen los protocolos para garantizar la salud de los trabajadores? ¿Qué opinión se tiene sobre el rol del Estado ante esta situación?

A pesar de la iniciativa, hay que reconocer que lamentablemente el trabajo de delivery y la modalidad “take away” no alcanzó ni para llegar al 10% de las recaudaciones de aquellos que lo instrumentaron.

Sobre la apertura de recibir clientes en veredas y espacios públicos, hay que señalar que fue adoptada muy recientemente y aún es difícil hacer una evaluación. En primer lugar, porque solo pueden aprovecharlo quienes tienen esos espacios y veredas próximos para utilizar. También depende de su estado, del clima y tampoco ocupa a todos los trabajadores. En su funcionamiento podremos evaluar el cumplimiento de los protocolos, pero acá también será fundamental el rol del Estado exigiendo y dando posibilidades de cumplimiento. Vale decir que en el primer fin de semana de su implementación ya se verificó la clausura de 13 establecimientos por incumplimientos.

Teniendo en cuenta que el rubro posee altos niveles de informalidad y precarización laboral ¿Cómo venía siendo la relación con las patronales antes de la pandemia y cómo es ahora?

Desde nuestro nacimiento como gremio, la relación fue siempre tensa. Aunque también debemos señalar que luego de tantos años ya existe respeto y diálogo con la NOS-CTAA, porque las patronales saben que con nosotros no hay atajos ni transas. En estos momentos hay gran incertidumbre, aún la pandemia subsiste y no se sabe cómo se sigue.

¿Cuál es el rol del sindicato en este contexto de cuarentena?

Primero debemos decir que la pandemia ha dificultado mucho las actividades sindicales reclamadas en cada reunión al Ministro de Trabajo por nuestra Central, como así la apertura del propio Ministerio y la Justicia del Trabajo.

Yendo a nuestra actividad, nuestros teléfonos no han parado de sonar, por todas las situaciones comentadas al principio. Situaciones que angustian por la impotencia que genera ver cómo fueron cerrándose establecimientos y prescindiendo de trabajadores que -por sus necesidades- aceptaban trabajar aunque fuese por pocas monedas. Políticamente, aprobamos las medidas del Gobierno pero denunciamos que los empleadores más poderosos han abusado de la situación y eso se ve día a día.

Hemos sido convocados junto al Gremio Gastronómico de CGT para ser parte de un proyecto de Turismo pos-pandemia. Se pretende la recuperación de MiPyMEs en distintas regiones para fortalecer la salida de la crisis. También hemos apoyado el “ Plan Nacional de Turismo”, presentado por el Ministerio de Turismo y Deportes, al Congreso de la Nación y el cual esperamos que se apruebe ya que dinamizaría al sector recuperado, el turismo interno y la protección del empleo, alentando así la reactivación de uno de los sectores más golpeados en pandemia.

En base a las últimas medidas que tienden a mayores niveles de apertura de sectores productivos, ¿Qué perspectivas ven para la actividad gastronómica en los próximos meses? En ese marco, ¿Cómo consideran que se darán las relaciones laborales del sector?

Es muy difícil predecir el futuro inmediato de la actividad. En países donde hubo apertura, luego debieron volverlas para atrás. Creemos que hasta la llegada de la vacuna a nuestro país, será muy difícil predecir la actividad. También serán muy difíciles las reuniones laborales, quedando siempre latente el conflicto. Ojalá prime el diálogo y la solidaridad, que es lo que falta.

¿Cuáles son los principales reclamos del NOS Gastronómicos?

Siempre nuestro reclamo principal para la mejor defensa de las y los compañeros será la libertad y la democracia sindical. Estamos convencidos que este es el instrumento que habilita la ejecución de todos los demás derechos. Luego, terminar definitivamente con la precariedad laboral. Por último, y ante los esfuerzos que piden los empresarios a la clase trabajadora para salir de la pandemia, nosotros decimos que estamos dispuestos a compartir esos esfuerzos pero si ellos están dispuestos a compartir sus beneficios. Recordemos que la hotelería y la gastronomía se hicieron grandes cuando su sistema remunerativo era el laudo gastronómico, es decir que un porcentaje sobre las ventas se destinaba a sus trabajadores y trabajadoras y allí poníamos todo nuestro esfuerzo y se dignificaba al trabajador.

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