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La semana pasada se reunieron en la sede de la CTA Nacional (Lima 609) numerosos gremios del sector privado para seguir organizándose para hacer frente a los embates del gran Capital y defender los derechos históricos ganados por la lucha de años. Daniel Jorajuría, secretario gremial de la Central, se refirió a la importancia del encuentro y la organización.

Entre los sindicatos presentes estuvieron el Sindicato de Trabajadores de la Soplad, Sindicato Único de Mandatarios del Automotor y Afines, Sindicato Único de Mandatarios del Automotor y Afines, Organización Sindical de Trabajadores de Vigilancia, Sindicato de Trabajadores de Maestranza, Nueva Organización Sindical Gastronómica, Sindicato Empleados Inmobiliarios de la Republica Argentina, Sindicato de las Telecomunicaciones, Federación Argentina de Guardavidas, Nuevo Sindicato de la Salud, Asociación de Empleados de Correos Privados, Unión de Empleados y Técnicos de las Telecomunicaciones.

«Podríamos decir que esta reunión fue continuidad de la que realizamos hace un mes con la diferencia de que ésta, a raíz de la profunda devaluación, del agravamiento de la inflación ha sensibilizado a todos los compañeros que han logrado con sus luchas resultados muy buenos», dijo Jorajuría al término de la reunión.

La otra cuestión planteada fuertemente y que provocó un gran debate tuvo que ver con la última resolución de la OIT y la actitud del gobierno argentino que sigue sin resolver la exigencia de los trabajadores de conseguir la personería jurídica. El dirigente también comentó que los trabajadores de Uettel habían recibido una carta documento en la que la empresa se negaba a aceptar la representación de los trabajadores afiliados. «El poder contesta así y el gobierno también: no democratizan las relaciones laborales», concluyó Jorajuría.

En relación a la creciente inflación y la gravedad de la crisis, el secretario gremial de la CTA explicó que se debe a que no se ha construido un sujeto en la Argentina que pueda enfrentar al Capital como lo hace la clase trabajadora «y en eso el gobierno opera del lado del Capital porque lo que no hace es liberar a los trabajadores para que no se organicen y no puedan dar esa pelea».

La falta de libertad sindical fue señalada por el dirigente como uno de los obstáculos más grandes que impide desarrollar todo el potencial de la clase trabajadora. «A 10 años del no reconocimiento de la personería por parte del gobierno quedamos en analizar en la reunión que viene, que será alrededor del 25 de febrero, qué acciones vamos a hacer ante la OIT o ante el gobierno y el Ministerio de Trabajo ante la negativa de otorgarnos la personería. Esto lo vamos a poner en la calle para que una vez por todas se adecúe la legislación argentina al convenio 87 de la OIT», dijo Jorajuría.

Principales demandas

Ante la pregunta de cuáles eran las principales reivindicaciones de la clase trabajadora en la Argentina, el dirigente de la CTA dijo que fundamentalmente pasan por el grado de precarización de las relaciones laborales. «Hoy el discurso de Caló y de muchos dirigentes de la CGT es que nosotros queremos atomizar al movimiento obrero y nosotros les preguntamos: ¿la unidad del movimiento obrero está en la unidad de las estructuras corporativas o está en la vida diaria de los trabajadores que sufren en las empresas?, ¿qué es lo que nos pasa a los trabajadores en esta pelea que realiza el Capital de tratar de fragmentarnos permanentemente para no tener la fuerza y la unidad para enfrentarlos?».

Según Jorajuría, «ellos con esos sindicatos son los que han avalado la fragmentación, la tercerización, la subcontratación, las cooperativas, los monotributistas, ésa es la unidad de los trabajadores que plantea la CGT, no estamos de acuerdo, nosotros asumimos la representación de toda la clase trabajadora en su conjunto».

«Yo creo que en el marco actual del avance del poder económico, permitido por el propio gobierno que no ha sido un empleador menor para gran parte de los trabajadores, ha provocado una gran bronca y hoy la ofensiva es organizarse y pelear. Tratamos de pasar a la ofensiva y la forma de hacerlo del trabajador individual es organizarse colectivamente en defensa de sus interesas pero también para lograr mejoras. Ha habido un gran avance desde el 2001 a esta fecha, creo que ése es el saldo positivo de estos 10 años de combate donde el trabajador ahora además de poder comer quiere vivir bien y lo que nos viene del otro lado es que nos quieren volver a pasar a la pobreza y esa no la vamos a dejar pasar», concluyó el dirigente.

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