Entre el 24 y el 28 de octubre pasados tuvo lugar en el Banco de Previsión Social de Montevideo un taller subregional convocado por la Confederación Sindical de las Américas (CSA) con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV).
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La necesidad de este taller nace del diagnóstico compartido respecto del déficit de cobertura en seguridad social que existe en los países de nuestra América. Entendemos que la falta de cobertura tanto en sentido vertical -acceso- como horizontal -amplitud- se da como producto del alto nivel de informalidad, la precariedad de las relaciones laborales -incluyendo tercerización, subcontratación-, la evasión y elusión fiscal a los sistemas contributivos y los niveles de desempleo.
El taller contó con la participación de dirigentes, compañeros y compañeras de centrales de Costa Rica, República Dominicana, Panamá, El Salvador, Colombia, Paraguay, Chile, Brasil, Argentina y los compañeros anfitriones del Banco de Previsión Social y el PIT-CNT de Uruguay. Por parte de la CTA Autónoma, participaron la secretaria de Previsión Social de la central, Lidia Meza y Gonzalo Manzullo, asesor de la Secretaría de Relaciones Internacionales. La coordinación del taller estuvo a cargo de Carolina Dantas, encargada del área de Seguridad Social de la CSA y Carmen Benítez, representante de ACTRAV – OIT.
La jornada comenzó con un panel de análisis de la coyuntura actual, las reformas de la previsión social en curso y los desafíos presentes en términos de seguridad social en América Latina y el Caribe. Posteriormente, se revisaron los lineamientos de la CSA sobre la materia, especialmente el marco político cristalizado en la Plataforma Continental de Seguridad Social (PLACOSS – 2010), la Plataforma de Desarrollo de las Américas (PLADA – 2014) y en las resoluciones del III Congreso en abril pasado. En tercer término, se debatió respecto de la vinculación de esta problemática con las migraciones laborales, la circulación de personas y la integración regional, utilizando los insumos de diagnóstico y líneas de trabajo de la OIT, el Grupo de Trabajo de Migraciones y el Grupo de Trabajo de Integración Hemisférica de la CSA.
Durante la segunda sesión y junto al Ministro de Trabajo de Uruguay, Ernesto Murro, fueron analizadas las experiencias de implementación y características de dos antecedentes de instrumentos que permiten la computación de aportes para trabajadores migrantes a través de la coordinación de legislaciones nacionales y abarca las prestaciones económicas contributivas de invalidez, vejez, supervivencia y las derivadas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales: el Convenio Multilateral de Seguridad Social del MERCOSUR y el Convenio Iberoamericano de Seguridad Social. Posteriormente, compañeros de la Oficina de la OIT expusieron sobre los desafíos de la protección social en la Agenda 2030, sus logros, tendencias y retos regionales.
La tercera jornada de trabajo consistió en la presentación de tres estudios elaborados por colaboradores técnicos de la CSA en torno a tres ejes estratégicos para lograr sistemas de seguridad social universales y solidarios: los déficits de trabajo decente y los recursos financieros desde la perspectiva del empleo; una propuesta de política fiscal de la CSA para la financiación de sistemas de protección social sostenibles; y un estudio sobre las cadenas globales de cuidado y la inclusión de la perspectiva de género en el diseño de políticas de protección social en América Latina.
Las últimas dos jornadas estuvieron dedicadas al intercambio y debate en grupos de trabajo respecto de los contenidos que deberá recuperar y el seguimiento de la propuesta de convenio interamericano de seguridad social, para luego hacer una puesta en común en plenaria. A partir de allí, fue delineada una hoja de ruta para la reactivación del Grupo de Trabajo de Seguridad Social de la CSA y se establecieron los parámetros para el trabajo en red, así como los contenidos tentativos la formación a distancia que dictará la OIT en la materia durante los próximos meses.
Al momento del cierre, se arribó al consenso respecto a reivindicar la seguridad social como DDHH universal para los habitantes de todos los países del continente americano, sin distinción de raza, género, procedencia, religión y con especial atención al tratamiento igualitario de migrantes respecto de los nacionales. En segundo lugar, se acordó reafirmar la necesidad de sistemas de seguridad social de acceso universal, solidario, bajo control público, en consonancia con los lineamientos estipulados en la PLACOSS de CSA y rechazando expresamente los regímenes de capitalización individual privados. Se explicitó también que los pilares de tal sistema deben fundarse en la obligatoria búsqueda del espacio fiscal por parte de cada gobierno para asegurar el acceso universal y el financiamiento para un sistema de seguridad social de este tipo, que asegure una distribución equitativa de la riqueza basada en la implementación de impuestos progresivos y directos. Como último de los pilares, se dispuso como requisito inaplazable el carácter integral de los sistemas de seguridad social, lo que significa incorporar la perspectiva de economía de los cuidados. Es decir, promover la corresponsabilidad del cuidado, el carácter del cuidado como trabajo y de allí su deber de ser remunerado. Por último, los participantes consensuaron que el contenido de la propuesta deberá recoger los buenos resultados de acuerdos bilaterales en la materia, existentes entre los países del continente, así como la experiencia de los Convenios Iberoamericano y Multilateral del MERCOSUR.
La propuesta sindical de Convenio Interamericano de Seguridad Social será llevada a la Organización de Estados Americanos a través de la representación de la CSA en el Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico (COSATE) que tiene representación permanente en la Conferencia Internacional de Ministros de Trabajo del organismo americano.