El próximo miércoles 4 de febrero, la CTA junto a organizaciones y referentes del campo popular, concentrará frente al Congreso nacional para marchar a Plaza de Mayo. En diálogo con ACTA, Julio Gambina, Director del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, se refirió a las reivindicaciones de esta marcha y la importancia de que la Central se involucre en esta problemática en medio de la importante crisis política que atraviesa el país.
-Recordemos cuáles serán las principales reivindicaciones que llevaremos a la movilización del miércoles que irá de Congreso a Plaza de Mayo.
Las reivindicaciones compartidas con el conjunto de los firmantes parte de conformar una Comisión Investigadora Independiente con familiares de la masacre de la AMIA, representantes de organizaciones sociales, de derechos humanos y también con parlamentarios, pero en minoría porque no creemos en una solución por parte de la Justicia. El camino de la Fiscalía se ha visto ineficaz y, por más que ahora quieran designar otro Fiscal o a un colectivo de fiscales, no hay solución en la Justicia. Por eso Comisión Investigadora Independiente. Del mismo modo, rechazamos las propuestas tanto del oficialismo por plantear la constitución de una Agencia Federal de Investigaciones como de la oposición que plantea que el tema sea asumido por la Corte Suprema de Justicia.
Pedimos además, como reivindicación sustancial, que en las sesiones extraordinarias convocadas para Febrero se discuta el Proyecto de Ley de APEMIA que tiene estado parlamentario desde junio del 2014. Muchos legisladores que acompañan nuestra medida, apoyaron ese proyecto de Ley. Y en simultáneo con esto, pedimos la reapertura de todos los archivos secretos, no alcanza con lo que se ha dado a difundir. Del mismo modo, disolver todas las agencias de inteligencia que hay en los distintos ámbitos del Estado, no alcanza con la disolución de la Secretaría de Inteligencia ex SIDE. Y especialmente, la destitución de Milani, que es un hombre de inteligencia dirigiendo las fuerzas armadas ahora, y está fuertemente cuestionado por organismos de derechos humanos de haber compartido el proceso de represión de la dictadura genocida y, por lo tanto ser él parte de ese genocidio en Argentina.
-¿Por qué es importante que la CTA y las organizaciones del campo popular se ocupen de esta problemática?
El tema es la crisis política que evidencia la situación generada por la muerte de Nisman. Nisman fue un hombre que estaba fuertemente vinculado a ámbitos de inteligencia del exterior: la CIA, el MOSAD. Pero la muerte de Nisman, sea por suicidio o por asesinato, más allá de cual sea la razón concreta de su muerte, desató una crisis política. Y el mejor elemento de la crisis política es la respuesta de la Presidenta de la Nación en un tema que para muchos parecía difícil de plantear como es la disolución de la Secretaría de Inteligencia. Si bien no alcanza con disolver la Secretaría de Inteligencia, pero que la Presidenta lo proponga y constituya una Agencia Federal de Investigaciones de Inteligencia, pone de manifiesto que hay una crisis política. Aquello que hasta hace muy poquito tiempo parecía imposible, es un hecho real.
Por eso es muy importante que nosotros intervengamos en la disputa política que se genera en la Argentina, denunciando la orientación política del gobierno, pero también la orientación política de la oposición política sistémica y no quedar preso de la disputa por la gobernabilidad del capitalismo en Argentina. Y en ese sentido es muy importante esta iniciativa de la CTA de convocar a una cantidad de organizaciones y dirigentes, de derechos humanos y del campo popular, para tener una iniciativa política popular de carácter autónomo y que se exprese movilizadamente en la calle. Estamos convocando al 4 de febrero, a las 17.00, a una concentración en el Congreso de la Nación para desde ahí movilizar a plaza de mayo y que nuestra voz se haga escuchar en el Congreso y por el Poder Ejecutivo en la Plaza de símbolo político más importante, como lo es la Plaza de Mayo.
– Justamente hablabas de una alternativa desde el movimiento popular ¿De qué manera se puede conservar esta autonomía preservándonos de las operaciones de los distintos grupos, sobre todo mediáticos, y de los intereses de la oposición político partidaria?
Tanto en los fundamentos del texto suscripto como en las resoluciones, nos encargamos de denunciar el carácter sistémico que tiene la crisis política desatada en Argentina y eso afecta tanto a la acción política del gobierno por 11 años, como a la oposición sistémica con capacidades de disputar la presidencia en las elecciones de octubre. Nosotros creemos que hay un vacío político, una necesidad de construir alternativa y esa alternativa se despliega con una parte del activo político-social en la argentina que transita la disputa del proceso electoral. Pero otra parte del movimiento popular en la Argentina que avanza en acumulación política callejera sindical territorial político social. Creemos que la CTA está desafiada a jugar un papel estratégico en la agrupación de esos activos militantes que luchan por tener expresión político electoral institucional, y aquella parte de la sociedad que acumula fuerza en el movimiento popular no electoralmente. Y la CTA es hoy quizás el destacamento de carácter nacional, federal, de mayor despliegue organizativo y con fuerte iniciativa política para empujar un proceso de agrupamiento del movimiento popular para disputar política al orden capitalista contemporáneo. Nuestra definición de Central Clasista Anticapitalista y Antiimperialista nos desafía a acumular la suficiente fuerza política y poder popular para ser un articulador de todas aquellas fuerzas que por distintas maneras en el ámbito institucional o en la lucha en la calle, quieren construir alternativa política.