DSCN2827.redimensionadoGabriel Martínez, Secretario de Organización de FeTERA-CTA, habló sobre cómo actúa la industria petrolera y gasífera en la Argentina en el marco del tarifazo en el gas y la electricidad y en los días previos a la Audiencia Pública (para el gas) del próximo 16 de septiembre.

* por Prensa FeTERA 

«Estas industrias nacieron en la Argentina con la iniciativa del Estado. Esto es importante remarcar. El petróleo desde el Estado fue descubierto en 1907 en Comodoro Rivadavia, pero termina con la privatización de 1991 cuando se vendieron o regalaron las empresas estatales como YPF o Gas del Estado”, dijo.

Martínez expresó que “el costo de producción de un barril de petróleo en la Argentina esta entre los 12 y 14 dólares. El precio de comercialización a nivel internacional está ubicado hoy entre los 45 y 50 dólares, aunque depende de la época porque hace unos años llegó a los 150 dólares”.

“Pero en la Argentina, con un barril de 12 dólares de costo de producción y a 45 dólares el precio internacional, se comercializa hoy en alrededor de los 74 dólares porque este es el valor que fijó el Estado Nacional para la actividad petrolera local. Esto implica un negocio fenomenal para las petroleras”, explicó el secretario de Organización de la FeTERA, Gabriel Martínez, en “Hermanando Radios” de radio AM 1440.

Además, dijo que “lo mismo ocurre con el gas, donde las mismas empresas lo extraen y donde el Estado pasó de 2 dólares a fijar en alrededor de los 5 dólares el precio del millón de BTU (La medida del gas). El valor en la Argentina supera ampliamente los valores mundiales del millón de BTU. El valor en boca de pozo de la extracción del gas en nuestro país es más caro que en Estados Unidos, Canadá o Alemania, que le tiene que comprar gas a Rusia”.

“Es decir, el valor del gas en boca de pozo en la Argentina es de los más caros del mundo porque el Estado fijó su precio en alrededor de los 5 dólares el millón de BTU, que significa millones de dólares de ganancia para las petroleras”, comentó.

“Luego de la extracción, el petróleo o el gas se transporta y se lleva a procesar en destilerías, que también están privatizadas en nuestro país. A las ganancias enormes de las petroleras se le suma las ganancias de la destilación, que muchas veces son de la misma empresa o grupo multinacional. Luego hay otro transporte desde las destilerías hasta la distribución, donde el sector privado vuelve a obtener ganancias incrementando el valor final del proceso de los hidrocarburos. Luego se pasa a la generación. El 60% de las usinas son térmicas en el país y consumen hidrocarburos”, explicó Martínez.

Además, agregó que “toda la cadena de producción, desde el inicio hasta el consumo esta en manos privadas que cada eslabón le va incorporando sus costos y su tasa de ganancias. Por esta estructura privatizada es que tenemos los valores caros de hoy en el gas y la electricidad. Cada partecita de la cadena del proceso de industrialización es una empresa diferente donde todas tienen tasas de ganancias”.

“Todo este proceso de industrialización de la energía en manos privadas tiene como único objetivo obtener ganancias, pero sin invertir un peso y encima recibiendo subsidios millonarios”, continuó. Y agregó que “por todo esto, decimos que el tarifazo es la consecuencia de todo este proceso de privatización y sus respectivas ganancias. Esto creemos que es lo que hay que debatir y modificar. Creemos que el pueblo es el que tiene que tener control sobre estas industrias”.

Por ultimo, dijo que “los costos de extracción y la renta petrolera hasta 1991 no eran parte de un análisis económico privado en el país porque YPF tenía ese rol. Desde el Estado se obtenía toda la información de cada empresa energética pero cuando se produjeron las privatizaciones, la renta petrolera, las ganancias privadas en la industria energética en el país, pasaron a ser parte de los análisis de consultoras o del sector privado de la economía. YPF pasó a tener otro rol”.

Fuente: www.fetera.org.ar

* Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina.

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