Elia Espen es integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y de la Mesa Nacional de la CTA Autónoma. 39 años después de la desaparición de su hijo Hugo Miedan declaró en la causa que investiga su desaparición en el marco de la causa Atlético Banco Olimpo (ABO). Graves y Agudas (Radio Sur FM 88.3) conversó con ella para hablar del significado de la espera y de las formas de canalizar la angustia y la bronca.
Con sus 84 años, lejos de demostrar debilidad y sentirse vulnerable, Elia exige justicia. Quiere ver a todos los responsables presos (a los que dieron las órdenes y a los que las ejecutaron) y como si fuera poco, no fue sola a Comodoro Py sino que fue rodeada de compañeros y compañeras de las luchas que ella suele apoyar. Fue tanta gente que tuvieron que habilitar la sala más grande del tribunal.
A 10 años del primer juicio luego de la derogación de las leyes de obediencia debida y los indultos, le tocó el turno a Elia Espen. Ella asegura que el paso de tantos años no fue casualidad, asegura no saber bien cuáles fueron los motivos pero responsabiliza a la Justicia y al gobierno kirchnerista por la lentitud: “No puede ser que se hayan muerto un montón de Madres sin saber nada de sus hijos, y esto tendría que haberse solucionado bastante antes pero no, cada uno va a tener que asumir sus propias responsabilidades”. “Fue mucho sufrimiento, muchos años, muchas angustias, muchas pérdidas, nunca me pareció justo, se dejaron estar”, agrega.
Sin embargo Elia elige mirar para adelante. Reconoce que se renuevan sus esperanza, quiere que se sepa la verdad y que se enjuicie a todos los culpables, “porque acá no sólo son culpables los que mandaron sino también los que secuestraron, los que ejecutaron las órdenes, los que violaron, etc”.
“Hay bebés desaparecidos que hoy son hombres, que no se sabe dónde están, es una barbaridad. Si uno se detiene cinco minutos y analiza todo lo que pasó, ha sido una brutalidad”, suma. “Yo digo que hubo jueces que no se jugaron, ellos sabrán por qué, hubo otros que sí, fue muy manejado todo, eso es lo que me da mucha bronca, mucha tristeza”, agrega también.
Elia Espen declaró el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora y eso para ella también fue especial porque ella es una mujer trabajadora y luchadora. Ella sabe que las Madres son ejemplo para muchas mujeres y por eso asegura: “Las mujeres somos muy poderosas, cuando tenemos algo, alguna inquietud o algo, nosotras salimos”. “La mujer sale y sobre la marcha va haciendo las cosas, eso nos pasó a las Madres, ninguna sabía qué hacer, cómo movernos, pero sobre la marcha fuimos aprendiendo y no bajamos los brazos nunca, ni los vamos a bajar. Por eso, a la mujer, mucha gloria”, afirma.
En el caso de Elia, a diferencia de otras Madres, viene de una familia comprometida. Su padre llegó a Argentina como prisionero de guerra. Era socialista, llegó herido, lo querían matar y por eso se vino con su mamá que estaba embarazada.
Elia cuenta: “Yo crecí en ese hogar, donde se hablaba mucho del hambre, de las injusticias y de todo lo demás”. “Cuando mi hijo creció”, recuerda, “yo también hablaba de los mismos temas y ahora sigo con los mismos temas porque es así, mientras no se erradique el hambre, que los trabajadores reciban su justo salario, tengan trabajo, los jubilados cobren como tienen que cobrar, todavía tenemos bastante por hacer”.
Apunta al futuro: “Las armas matan y destruyen pero las palabras quedan. Hay que acostumbrarse a decir lo que pensás y cómo lo pensás, no hace falta matar”. Y agrega: “Yo siempre digo que los jóvenes tienen que escuchar las palabras de quien ha pasado las cosas y nosotras tenemos que dejarles eso, porque son los jóvenes los que tienen que seguir la lucha.
Finalmente Elia Espen espera que pronto se conozca la sentencia en la causa ABO “que venga la condena para todos ellos. Algunos ya no están, otros la pasaron bien hasta ahora. Pero por lo menos que salga a la luz toda la verdad ya eso sería importante”.
“Con todo lo que nos hicieron perdimos amigos, parientes, vecinos. Nadie nos saludaba, todo eso desgasta un poco pero no quita las ganas de seguir peleando por la Verdad y la Justicia”, remata la Madre de Plaza de Mayo.
Fuente: www.notas.org.ar