El Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI-CTA) inaugurará hoy viernes 12 de junio a las 17 horas en la Cooperativa El Molino -15 de noviembre 1749- el Centro Educativo Integral Autogestionario (CEIA). Para hablar de esto desde Estación Central (Radio Sur, FM 88.3) se comunicaron con Daniela Rodriguez, compañera de esa organización e integrante del Frente de Bachilleratos Populares de la CTA.
– Contanos un poco de qué se trata el Centro Educativo
– El MOI-CTA es una organización que empezó luchando por la vivienda, pero en su construcción fue generando la noción de la lucha por un hábitat integral y autogestionario. En ese sentido se empezó a desarrollar el proyecto educativo de más de 10 años que tiene el jardín de infantes materno-paternal ‘Construimos Jugando’; un área de recreación que trabajamos con los niños y adolescentes; dos bachilleratos populares; bibliotecas y talleres.
Funcionábamos en nuestra querida Casona, parte de la Cooperativa El Molino, en el Barrio de Constitución. Nuestra obra es la obra de vivienda más importante que tenemos en Ciudad, porque es para 100 viviendas y en su corazón tiene un viejo edificio que hace dos años empezamos a reciclar de a poco, con mucho esfuerzo, con la ayuda de la Central, con nuestra Cooperativa de Trabajo, con el aporte solidario de los compañeros que formamos parte del Centro Educativo y de la organización en su conjunto y algo que parecía imposible y titánico finalmente se hizo realidad y este año nos mudamos. Estamos queriendo compartir esta alegría inmensa, este logro de la autogestión con todos los compañeros y compañeras, con los vecinos y amigos que siempre apoyan la causa de la Educación Pública Popular.
– ¿Cuál es el tipo de sociedad y ser humano que aspira construir el MOI con el aporte de todos estos elementos?
– Nuestra experiencia educativa no es alternativa del sistema, sino que naciendo desde los afueras cuestiona e interpela al Estado y a la Educación Pública en su conjunto para empezar a generar otras prácticas que tienen que ver con la formación de otro tipo de subjetividades.
Apuntamos a los más chiquitos porque vienen desde meses de vida y egresan estudiantes de más de 70 años. Trabajamos con jóvenes y adultos de los barrios. Apuntamos a la construcción de una subjetividad autogestionaria, crítica, con identidad de clase. Nosotros, al ser parte de la Central, trabajamos mucho todo lo que tiene que ver con nuestra identidad de Clase Trabajadora.
– Cada vez más jóvenes encuentran respuestas a sus necesidades en los Bachilleratos Populares, pero ¿Qué está pasando con respecto al reconocimiento de los títulos y a los salarios de los docentes?
– Con respecto a eso podríamos citar a Cristina y decir que “no fue magia”. O sea, hace 10 años que venimos construyendo Escuelas Populares en el seno de las organizaciones sociales, haciendo esta interpelación al Estado porque hay población que ha quedado marginada por el sistema educativo y que está atravesada por múltiples formas de precariedad, a nivel laboral, vivienda, educativo y en cuanto a la salud.
Y bueno, parece que los funcionarios siguen desconociendo esta realidad de 10 años de experiencia, pero más allá de sus intentos de limitarnos, seguiremos construyendo Escuelas Populares.
Hoy en la Ciudad tenemos 7 Bachilleratos que no están reconocidos, estos son cientos de profes y estudiantes que no tienen garantía de su título oficial. Pasó por primera vez en 10 años, el año pasado, egresados sin título del Bachillerato Popular Alberto Chejolán, de la Villa 31, que es del MOI-CTA y por eso estamos hace meses construyendo y discutiendo una normativa para el reconocimiento, mientras que los funcionarios nos van dilatando cada vez más la posibilidad de acceder al reconocimiento.
Entonces, en este sentido estamos bastante preocupados y nos parece que es necesario difundir la experiencia y que se sepa que mientras que el Gobierno tanto Nacional como el de la Ciudad saca planes precarios, estigmatiza a los jóvenes y adultos con propagandas al estilo de las mujeres que son madres, pobres y no terminaron sus estudios, desconoce una experiencia que está dando una solución a la población en sectores y en barrios donde el Estado no ha llegado. Y los funcionarios tienen el tupé de decir que sobran los Bachilleratos en barrios como Lugano, donde no hay ni Hospital, ¿Qué va a sobrar una escuela de adultos? En Villa 31 sabemos la cantidad de vecinos y vecinas que habitan en los diferentes sectores y hay dos bachilleratos y tres escuelas.
Creemos que sigue siendo necesario, que va más allá de la necesidad también, porque es una propuesta de educación liberadora, que tiene otros contenidos, otras metodologías, que pueden interpelar mucho al sistema educativo. Así que estamos en lucha por el reconocimiento y el financiamiento integral de nuestros bachilleratos.
– ¿En qué quedó el Proyecto de Ley de Bachilleratos Populares?
– Ese proyecto va más allá de la forma de reconocimiento, lo que intentaba hacer a partir de la discusión de varios sectores del Movimiento de Bachilleratos, que tiene sus diferentes lineamientos, era una Ley más general que amparara y regulara la experiencia en base a las necesidades que venimos detectando todos estos años. Hay bastantes proyectos en boga, tanto a nivel nacional como en la Ciudad y hay que seguir discutiéndolos y haciendo de esa discusión algo participativo, que interpele a los gremios, a la comunidad educativa, a las organizaciones, para poder hacer fuerza para tener una Ley propia.
Nosotros desde el año 2011, después de muchos años de lucha logramos ser incluidos en la Gestión Estatal como cualquier escuela de jóvenes y adultos como podría ser un CENS (Centro Educativo de Nivel Secundario), un área bastante dejada de lado, periférica, de lo que es el sistema educativo. Un nivel bastante abandonado desde hace muchos años.
– ¿Cómo es un día de estudio en un Bachillerato Popular?
– Para empezar nosotros somos militantes y trabajadores autogestionarios de la Educación, al menos así nos definimos desde el Frente de Bachilleratos Populares de la CTA. Pero como buenos trabajadores, trabajamos adentro y fuera del aula, en parejas pedagógicas en las materias, porque estamos hablando de experiencias de Educación Popular, pero Formal. Hay materias, de acuerdo a un plan de estudio que elige la organización, en base a lo que puede ir aportando. Después, más allá del aula se trabaja en comisiones. La autogestión de la escuela es de todo lo que implica el sostenimiento de una escuela. Por eso es tan fundamental el tema del financiamiento. Financiamiento que en lugar de ir a engrosar los subsidios para la Educación Privada, a la cual solamente accede un sector minoritario de esta Ciudad, poder ponerlo a disposición del Pueblo que va a estudiar.
– ¿En este momento los docentes que trabajan en los Bachilleratos cobran algo?
– Sí, a partir del año 2011 los Bachilleratos que fuimos reconocidos en el marco de la gestión estatal accedimos a la planta orgánica funcional, por lo cual parte de los educadores que integran los bachilleratos están reconocidos. Digo parte, porque nosotros seguimos peleando por el reconocimiento de la pareja pedagógica, que es algo que consideramos uno de los elementos más característicos y transformadores que tiene la experiencia y que creemos que sería muy útil y muy propicio por ejemplo para fortalecer la Educación Pública tanto a nivel primario como secundario.
Trabajar con otro a nosotros nos permite cuestionar el modelo de construcción del saber de esta sociedad capitalista, porque permite la diversidad, lo interdisciplinario, los diferentes puntos de vista, la integración de saberes que vienen de la academia y fuera, de la lucha, de los barrios. Bueno, esa figura todavía no está reconocida, seguimos peleando por eso. Pero sí, recibimos un salario que fue producto de largas luchas y largos debates en el Movimiento de Bachilleratos que incluso ha generado rupturas.
Nosotros desde el 2004 en adelante nos venimos reivindicando como trabajadores, porque es eso básicamente lo que hacemos, dentro y fuera del aula.
– ¿Cómo será la inauguración del Centro Educativo Integral Autogestionario?
– La inauguración será en nuestra Casona, en 15 de noviembre 1749. Vamos a tener un acto donde vamos a contar un poco la experiencia de lo que fue este tiempo de poner en obra a nuestro viejo edificio del Molino. Arranca a las 5 de la tarde y después del acto viene el bailongo, para disfrutar el espacio. De paso también nos despedimos de nuestra Casona, porque la vamos a demoler, para que siga avanzando nuestra Cooperativa de Vivienda. Así que los esperamos a todos y a todas a participar de este festejo que estamos tan orgullosos y contentos de poder compartir, porque los sentimos parte.
Buenisimo,los re felicito