El pasado jueves 20 de octubre el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires le otorgó el reconocimiento a seis Bachilleratos Populares, de los cuales cuatro pertenecen al Frente de Bachilleratos Populares de la CTA. Para hablar de este tema desde Estación Central (Radio Sur, FM 88.3), se comunicó con Matías Ferro, integrante del Frente.
– Matías, para empezar, contanos ¿Qué es un Bachillerato Popular?
– Un Bachillerato Popular es una escuela pública popular, autogestiva, y construida por la propia comunidad, por los propios barrios, y donde se trata de llevar adelante una propuesta político pedagógica anclada en la perspectiva de la Educación Popular y muy fuertemente ligado a los trabajos de Paulo Freire.
– ¿Cuál es la buena noticia para anunciar en Radio Sur?
– La buena noticia es que finalmente el Ministerio de Educación de la Ciudad firmó la Resolución que otorga el reconocimiento de seis de los Bachilleratos Populares que estaban en esa pelea. Particularmente, de esos seis Bachilleratos, cuatro son parte del Frente de Bachilleratos Populares de la CTA y son: el Graciela Acosta, del Barrio Monteagudo, Parque Patricios, vinculado al Movimiento Territorial Liberación (MTL-CTA); el Salvador Herrera, que está en el Barrio Pirelli, Lugano – del que yo soy parte-, el Alberto Chejolán, en la Villa 31, que es un Bachillerato empujado y sostenido por los compañeros y compañeras del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI-CTA) y finalmente el Bachillerato Popular Sol del Sur, en el Barrio de Piletones, que fue construido y está siendo trabajado por los compañeros y compañeras de la CEIP Histórica, la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares, que fueron quienes originariamente empezaron a impulsar esta propuesta desde el espacio de IMPA, que hoy para todos nosotros es una referencia.
– ¿Qué significado tiene este reconocimiento?
– Somos reconocidos como Escuelas que dependen de la Dirección del Adulto y del Adolescente del Ministerio de Educación, es decir que somos escuelas de gestión estatal, con títulos oficiales, con la posibilidad de que los y las estudiantes puedan acceder a las becas. Para nosotros es un logro importante en el sentido de la disputa que intentamos dar por una educación popular, pero que también sea una educación pública, que permita potenciarnos colectivamente, generar un pensamiento crítico, un Pueblo participativo desde su formación y entonces apuntamos a estar en diálogo con el resto de la Educación Pública, ser parte de eso desde el Frente de Bachilleratos de la CTA.
Por otro lado, este reconocimiento no deja de tener sus déficit o sus cuestiones por las que seguimos peleando. En primer lugar, seguimos peleando por el reconocimiento de dos bachilleratos, el Bachillerato Popular Soho y el Bachillerato Popular Parque Patricios, porque el Ministerio no accedió a reconocer a estas dos escuelas. Y al mismo tiempo, seguimos peleando por los salarios para los docentes, para los trabajadores de los bachilleratos, así como las cuestiones que tienen que ver con el financiamiento de la escuela. Nosotros, en ese sentido, lo que planteamos es por un lado el papel de las organizaciones sociales, territoriales, construyendo las propias escuelas, a partir de esta problemática que vemos, que el Estado decide no estar en algunos barrios y no garantizar ese derecho a la educación. Entonces, allí hacemos ese trabajo las organizaciones, pero sin dejar de remarcar que es el Estado quien tiene la obligación de garantizar ese derecho para toda la población, sin ningún tipo de discriminación.