Así lo afirmó Nicolás Villanova en una entrevista realizada por Red Eco Alternativo. Cuánto se ahorran las empresas por contratar trabajadores sin registrar y cómo el Estado las subsidia, es parte de un estudio en el que investigó el “negocio” del trabajo en negro que afecta a 4 millones de argentinos.
El empleo sin registrar, llamado comúnmente trabajo en negro, es una de las formas en que se manifiesta la precariedad laboral. Nicolás Villanova, quien coordina desde hace cuatro años la Oficina de Estadísticas Sociales del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS), realizó un estudio sobre la actualidad del empleo en negro en Argentina.
De las conclusiones se desprende quiénes son los grandes beneficiarios de esta forma de contratación: “los empresarios, cuyo ahorro en salarios y cargas sociales de los obreros en negro suma una cifra millonaria que, para el período 2004-2015, supera la deuda externa acumulada”, afirmó el Doctor en Historia.
Desempleo y precarización laboral
Para este estudio se utilizaron como fuentes las estadísticas del INDEC, en especial la Encuesta Permanente de Hogares que básicamente mide el desempleo trimestralmente y los empleados a quienes no se les hace descuento jubilatorio, como aproximación para medir empleo en negro.
“Las categorías que usa el INDEC son discutibles porque cuando se habla de empleo no registrado se habla de los asalariados no registrados, o sea los que están en relación de dependencia con algún patrón. Pero hay una categoría que es muy discutible, la del cuentapropista. Detrás del cuentapropismo muchas veces hay relaciones asalariadas también y mucho empleo precario, por lo tanto las cifras reales sobre el empleo precario son más elevadas que aquellas que solo tienen en cuenta a los asalariados”, dijo el Dr. Villanova.
Los cartoneros sirven de ejemplo y el estudio de este tipo de tarea fue la base de su tesis doctoral. Villanova explica que estos trabajadores entablan relaciones de dependencia con patrones que son los galponeros que le compran el cartón, los camiones grandes que le compran el cartón, o incluso cooperativas y empresas.
“Que la forma salarial sea el destajo, o sea la venta por pieza o por kilo de cartón recolectado, no cambia la esencia de la relación con aquellos que le compran el producto. Por lo tanto si uno sumara los cartoneros, los vendedores ambulantes que tienen relaciones de dependencia y otros, se podría decir que el empleo precario es mucho mayor que el que aparece en las estadísticas. Son clasificados como cuentapropistas y en realidad están más próximos a los asalariados que a los cuentapropistas porque tienen un patrón poco visible”, comentó.
Los asalariados no registrados desde los ’80
El empleo no registrado ha crecido significativamente en algunos años desde los ‘80. Fueron momentos vinculados a las crisis económicas como 1989, 1995, 2000 y 2001. Una mirada puesta en el largo plazo muestra que década a década el empleo no registrado ha ido en aumento con el paso del tiempo. Así se observa que durante el kichnerismo el empleo en negro fue mayor que durante el menemismo, y en este último mayor que durante el alfonsinismo.
“Si uno realiza un análisis de muy corto plazo, comparando por ejemplo con el 2001 – cosa que ha hecho el kichnerismo durante la década pasada y ahora lo hace el macrismo comparando con los últimos años del kichenrismo – los indicadores muchas veces muestran una mejoría. Por ejemplo, durante el kichnerismo el empleo no registrado era mucho menor que en el 2001. Efectivamente en 2001-2002 fue de 42/43%, que fue mermando hasta 2009/2010 (33%) y luego se mantuvo estancado hasta la actualidad. Entonces mermó de 42 % a 33 %. Aun así estamos hablando hoy de 4 millones de personas que no tienen aporte jubilatorios, ni vacaciones pagas, ninguno de esos derechos elementales que tienen los trabajadores registrados. Ahora, en el largo plazo lo que se observa es que durante el kichnerismo el promedio porcentual de la década del empleo no registrado durante esa década fue mayor que durante el menemismo. Lo mismo pasó durante el menemismo donde fue mayor que durante el alfonsinismo”, detalló Villanova.
-¿Por qué hay un permanente crecimiento y permanencia del empleo sin registrar ante modelos que, podríamos decir, han tenido algunas variantes?
Es discutible la idea que haya modelos esencialmente diferentes entre alfonsinismo, menemismo, kichnerismo. Hay un conjunto de indicadores que muestran que la situación no ha cambiado sustancialmente. Dentro de las causas del crecimiento del empleo no registrado, justamente ese es un elemento de continuidad entre esos tres gobiernos, en el sentido en que la existencia del empleo no registrado presupone un abaratamiento gigantesco de los costos laborales. Las empresas que contratan empleados sin registrar, lo que obtienen son ganancias sobre la base de la explotación de estas personas. El empleo sin registrar presupone el no pago de las cargas sociales, estos trabajadores no tienen posibilidad de discutir una paritaria salarial por lo tanto no les rige los salarios de los trabajadores registrados de la economía. Por lo tanto podríamos decir que una de las causas de la persistencia del empleo no registrado es justamente la obtención de ganancias extraordinarias para el empresario.
-¿Qué tipo de empresas son las que contratan en negro?
Según la Encuesta Permanente de Hogares, el 70 % de los empleados en negro son contratados por establecimientos o empresas que no tienen más de 10 personas contratadas. Esas empresas obtienen un ahorro gigantesco en lo que tiene que ver con el costo laboral justamente porque no absorben las cargas sociales, el pago de las vacaciones, los aguinaldos. Es el ahorro de costos laborales lo que permite que estas empresas puedan subsistir frente a la competencia. La existencia del empleo sin registrar también genera de alguna manera un beneficio a las grandes empresas porque muchas empresas chicas son proveedoras, ya sea de materia prima o de diversas mercancías, de las grandes empresas que tercerizan en estas pequeñas empresas y éstas contratan empleo sin registrar. El beneficio de la contratación del empleo precario y del empleo sin registrar no solo es para las pequeñas empresas sino también en ciertos casos, para las grandes empresas.
-La precarización laboral ¿tiene la misma lógica de crecimiento de década a década?
Si, también la tercerización y las diversas formas de contratación. Por ejemplo, en el empleo estatal hay cinco o seis maneras diferentes de contrato precario que bajo ningún aspecto se trata de la planta permanente. La planta transitoria, los contratos con organismos internacionales, con universidades, las pasantías, las becas, son todas formas de contrataciones precarias. Tomando el CONICET – que está ahora en conflicto por los despidos de 500 trabajadores- la primera contratación es bajo la forma de una beca que dura 5 años donde el becario no es considerado un trabajador sino un estudiante, como si la investigación no fuera un trabajo, no fuera algo útil para la sociedad. Por lo tanto allí también está presente la precarización laboral.
-Dijiste que las empresas ganan con la precarización y el trabajo no registrado, ¿tenés algún cálculo de cuánto dinero?
Lo que desarrollamos fue una estimación de cuál es la magnitud en dinero que se ahorran el conjunto de las empresas y también el Estado (que es un gran empleador en negro) por el no pago de cargas sociales y en la disparidad salarial. Cuando uno compara el salario entre los no registrados y los registrados, la diferencia es abismal. Cada año se ahorran cifras millonarias. Solo en 2015 entre la disparidad salarial y el no pago de las cargas sociales de los empleados no registrados y de los beneficiarios de planes de empleos, las empresas se ahorraron 397.000 millones de pesos, cerca de 42.800 millones de dólares. Los beneficiarios de planes de empleo, si bien son desocupados encubiertos cuyos planes son subsidios que aporta el Estado, son personas que desarrollan algún tipo de tarea y se les paga muy poco. Los beneficiarios de las cooperativas Argentina Trabaja cobran 3.600 pesos y con la nueva Ley de Emergencia Social se les va a pagar 4.000 pesos por mes. La existencia del empleo en negro crea un perjuicio para buena parte de la sociedad porque, por ejemplo, una parte de las cargas sociales que se ahorran las empresas que contratan empleo sin registrar son justamente las de la cobertura de la obra social. Por lo tanto a estos trabajadores, su familia, los desocupados y los beneficiarios de planes de empleo, solo les queda recurrir al hospital público, que está degradado, con guardias saturadas, los médicos que no alcanzan, Y a esa población que es enorme (se calcula que son casi 12 millones que no tienen cobertura médica) no le queda otra que asistir al hospital público. Después hay otro elemento para pensar que es cuál es el “aporte” que hace el Estado, que a partir del conjunto de elementos económicos y políticos de alguna manera abastece a esa población. Por ejemplo ¿qué es la Asignación Universal por Hijo? Cuando uno empieza a indagar un poco más a fondo, no es otra cosa que las asignaciones familiares que percibe cualquier trabajador en relación de dependencia registrada, por lo tanto cuando el Estado absorbe esa carga y le paga a esta población en realidad subsidia a las empresas que contratan en negro. El Estado reproduce esa precariedad laboral porque en lugar de avanzar en que las empresas regularicen la situación de los asalariados lo que hace es aportar un subsidio para que tengan, aunque sea en forma limitada, algún tipo de asistencia.
-¿Cómo se manifiesta la contratación precaria o sin registrar en hombres, mujeres y jóvenes?
La precarización, el trabajo no registrado, los bajos salarios y el desempleo, afecta mucho más a los jóvenes. Los que pueden comenzar a insertarse en el mercado de trabajo son los más precarizados. El empleo en negro es mucho mayor en la población joven. Lo mismo ocurre con el desempleo. Tomando datos oficiales, el mayor porcentaje afecta a quienes tiene entre 18 y 24/29 años donde el desempleo es más del doble de la media. Perjudica, además, más a las mujeres que a los hombres. Ahora, en lo que es la rama industrial, a nivel muy general, no hay una disparidad muy sustantiva en el salario del trabajo registrado, en especial si tomamos el salario por hora trabajada, al menos desde el 2003 a esta parte. Pero en el Comercio hay un porcentaje muy elevado de empleo en negro y allí es mucho mayor la diferencia salarial entre hombres y mujeres. Existe disparidad sobre todo cuando hablamos de empleo en negro más que en el empleo registrado.
-En el debate por el pago del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios, el trabajo no registrado ¿cómo incide?
Hay una carga impositiva creciente dentro del sector mejor pago de los trabajadores registrados, entre otras cosas para que el Estado pueda recaudar más y volcar diferentes tipos de subsidios hacia las empresas para que estas puedan subsistir y puedan seguir “ahorrando” con la contratación sin registrar. Si a toda la masa de empleo en negro se la registrara la pregunta es si sería necesario seguir presionando tanto hacia esa fracción mejor paga de los trabajadores con la 4ta categoría del Impuesto a las Ganancias. Una parte de la recaudación que hace el Estado de ese impuesto va a la ANSeS, quien la utiliza en buena parte para pagar jubilaciones. Entonces, si estuvieran registrados todos los trabajadores, el Estado ahorraría plata porque no debería destinarla al pago de las jubilaciones por las moratorias o a la Asignación Universal por Hijo y podría destinarla para mejorar escuelas, hospitales.
Fuente: Fabiana Arencibia; www.redeco.com.ar