En diálogo con ACTA, el diputado nacional y fundador de la CTA, Víctor De Gennaro, se refirió a la situación de conflictividad que tendrá a los trabajadores en la calle durante todo el año. También opinó sobre las elecciones de la CTA e informó cómo avanza el debate hacia una nueva Ley de Organizaciones de Trabajadores y Trabajadoras Sindicalizados.
“Lo que va a haber este año es mejor y mayor respuesta a lo que nos plantea ese conflicto permanente y esa mayor respuesta tiene que ver con un mayor grado de organización de los trabajadores”, resaltó De Gennaro, coordinador nacional de la Constituyente Social.
– El gobierno está planteando un mayor ajuste para este año ¿Cómo cree que esto va a repercutir en la conflictividad social de este año y en la organización de los trabajadores?
Conflictividad hay siempre, el conflicto es permanente. Entre el interés de acumular y manejar la rentabilidad de los grupos económicos y la defensa de los trabajadores, de su salario, de sus condiciones de vida, salud, vivienda, educación, y una necesidad de transformar la sociedad. Lo que va a haber este año es mejor y mayor respuesta a lo que nos plantea ese conflicto permanente y esa mayor respuesta tiene que ver con un mayor grado de organización de los trabajadores. No le escapa a nadie que el gobierno empezó a perder todo su rédito del 54 por ciento de votos después del gran paro del 20 de noviembre de 2012, donde la CTA que encabeza el compañero Pablo Micheli y la CGT que encabeza Hugo Moyano, demostraron que se acabó el consenso para el conjunto de los trabajadores y de éste modelo que concentra y extranjeriza las riquezas. O sea, que va a haber mejor respuesta y el grado de movilización, de paros, de acciones, de democratización y construcción de nuevos sindicatos es el ejemplo de ello. Creo que éste año va a estar claramente expuesto, ya nadie puede firmar paritarias por el 20 por ciento que quiere el gobierno, lo cual indica que la clase está más organizada para presionar sobre sus dirigentes, aquellos que los traicionan a diario y fortalecer su participación en los espacios donde están los dirigentes que la defienden.
– Este año hay elecciones de dirigentes en la CTA ¿Qué evaluación le merece este recorrido hacia el 29 de mayo?
Me parece que es una gran oportunidad de fortalecer el modelo sindical de transformación, que apunte a consolidar un proyecto diferente. La CTA está cumpliendo 20 años y para remontarse a una experiencia sindical de esta naturaleza, hay que referirse a la existencia de la FORA -Federación Obrera Regional Argentina-, de hace más de un siglo. Siempre hubo corrientes sindicales que duraron tres o cuatro años en la CGT desde que fue creada en 1930, pero eran internas al modelo sindical existente. Hoy esta experiencia de 20 años tiene tres generaciones y va hacia la cuarta, y esto se debe a que está enraizada en una realidad. La CTA muestra que no desaparece por los vaivenes de coyuntura política y creo que esta CTA, que va a las elecciones el 2014, es la Central del futuro. Primero se instaló, se consolidó, fue vanguardia en la lucha de la resistencia y después del 2001, 2002 que logró consolidarse como Central de Trabajadores en el paro del 29 de mayo del 2002, empezó una etapa de búsqueda de un proyecto colectivo alternativo: El cambio de sociedad. Desde esa perspectiva, apuntaló un proyecto como la Constituyente Social que tuvo su gran emergente en el 2008 y 2009. Y producto de eso, fue fracturada por los sectores del poder y hubo un período de confusión y crisis, pero emergió con gran contundencia esa Central encabezada por Pablo Micheli en el 2011 y evidentemente se consolidó en el 2012 como una Central de los trabajadores. Hoy en día, las elecciones son una oportunidad para ampliar las organizaciones, convocar a nuevas experiencias y coincide con la presentación de la Ley de Organizaciones de Trabajadores y Trabajadoras Sindicalizados, con el debate por la seguridad social; una seguridad que recupere el derecho a la jubilación, la salud, la posibilidad de tener trabajos estables, terminar con el negocio de las ART, llevar adelante una política que profundice todos los derechos de los trabajadores. En síntesis, es una gran oportunidad de crecimiento después de la consolidación de la CTA en el último tramo.
– ¿Cómo avanza el debate hacia la Ley de Organizaciones de Trabajadoras y Trabajadores Sindicalizados?
Cerramos el 2013 con un debate muy importante instalado en la mayoría de las regiones en las organizaciones sindicales. Y si bien no ha hecho cambiar de postura a las otras centrales, lo que ha logrado es instalar la perspectiva del debate en los trabajadores. Para nosotros, ampliar ese debate fue una decisión correcta, y llevarlo hasta marzo también porque hemos tenido una repercusión en ámbitos inesperados como lo es la Academia, la Justicia, en los centros de abogados laboralistas, quienes mostraron la necesidad de cambios profundos. Obviamente las cuatro centrales sindicales restantes en conjunto con el gobierno, optaron por minimizar las decisiones de la Corte Suprema tratando de entregar a cambio algunas mejoras en los reglamentos electorales pero sin terminar con este sistema perverso en donde el dedo del Ministro de Trabajo es quien decide quién es representativo o no para beneficio de no sólo algunos dirigentes gremiales burócratas, sino también de las empresas que siguen concentrando la riqueza y bajando los salarios reales de millones de trabajadores.
– En los últimos días del 2013 en medio del conflicto salarial de la policía, se reavivó el debate acerca de la sindicalización de las fuerzas de seguridad ¿Por qué cree que es importante que las fuerzas se organicen?
En principio debemos distinguir dos cosas: Los trabajadores de la seguridad estatal tienen derecho a sindicalizarse, eso está establecido en la Constitución Nacional, en los Convenios Internacionales que fueron declarados como supra ley y de hecho la decisión de la Sala 2 de la Justicia Laboral en los últimos días ha determinado que es de estricto derecho, o sea, que no es una discusión sino un derecho. Yo creo que al presentar un proyecto de ley para que se lleve adelante ese derecho, al igual que la libertad y democracia sindical que es un derecho constitucional, sería un paso hacia la democratización de las fuerzas de seguridad. Hay muchas chantandas en esto, a mi me sorprendió Capitanich diciendo que nadie que esté armado puede sindicalizarse. Los de la seguridad privada están armados y se sindicalizan, o sea, que es mentira lo que afirma el Jefe de Gabinete. Y en el mundo, la mayoría de los países europeos están sindicalizados. ¿Qué significaría para las fuerzas populares la democratización en las fuerzas de seguridad? Para mi es un paso adelante. La policía que tenemos actualmente fue la formada y construida desde la dictadura militar, la policía de Camps en la provincia de Buenos Aires, formada en el autoritarismo y la militarización creciente, con la presencia de la Gendarmería, Prefectura y ahora con este enclave del jefe de Inteligencia del Ejercito subordinando la represión interna en la Argentina. Yo creo que hacer sindicatos puede ser una vía para democratizar, o ayudar a poner luz democrática a las fuerzas de seguridad.
– ¿En qué estado se encuentra la Ley de Riegos de Trabajo?
Nosotros hemos presentado una nueva Ley de Prevención y Reparación de Accidentes y Enfermedades Laborales. Esta nueva ley es presentada para resolver el problema de las más de 20 muertes diarias de trabajadores que existen por el mero hecho de ir a trabajar. Y a la vez, el objetivo es darle cobertura a los más de 8 millones de trabajadores que no tienen ninguna cobertura, y terminar con un negocio, el de las ART, que es el de la enfermedad y la muerte en nuestro país debido a la explotación de los trabajadores y las trabajadoras.
Foto: Luis Bañagasta
Fuente: ACTA