El 5 de febrero se cumplió un año del incendio de los depósitos de Iron Mountain en Barracas, una tragedia que costó la vida de 10 personas, entre bomberos y rescatistas. Las muertes se produjeron por el derrumbe de un muro sobre un grupo que intentaba abrir un portón metálico para combatir las llamas. Esta causa tiene cuestiones irresueltas, como por ejemplo que Iron Mountain tenía en Barracas un sistema contra incendio, cámaras de seguridad y aspersores que nunca se encendieron. Hace dos años, Edgardo Castro, Ingeniero en Seguridad e Higiene e Inspector de la Ciudad, había denunciado el mal estado del depósito de Iron Mountain en Barracas. El equipo de Estación Central (Radio Sur, FM 88.3), se comunicó con Castro para hablar sobre estos temas.
¿Estás trabajando en la actualidad?
Sí, todavía sí, pero con una orden judicial.
– ¿Cómo es tu situación ahora?
Para la Fiscal Marcela Sánchez, según dicen los registros del Gobierno de la Ciudad, yo nunca fui a Iron Mountain. Eso, llámese desaparición de las actuaciones. Pero también desapareció el expediente de habilitación.
Es clara la protección que existe hacia Iron Mountain por parte del Subsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor, mano derecha del ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera y de la mano del Jefe de Gobierno, porque hasta ahora no dijo nada.
– ¿Era un lugar que estaba funcionando sin habilitación del Gobierno de la Ciudad?
No, pero el Gobierno de la Ciudad reconoce que perdió el expediente de habilitación. O sea, de las dos áreas críticas que debían controlar el sector, una dice que una no fue y la otra dice que perdió el expediente.
– Entonces, acá estamos hablando de una empresa que trabaja no solo de guardadora de archivos sino de hacerlos desaparecer cuando le conviene a sus clientes, pero en connivencia con el Gobierno de la Ciudad…
Mirá, esta empresa tuvo cinco incendios en el mundo. Todos iguales, todos bajo la misma condición. En la Ciudad de Buenso Aires también tuvo cinco incendios. Este fue el último, pero hubo uno en Parque Patricios y tres en Lugano. Tenía tres galpones clandestinos, de los cuales uno lo levantaron en enero por la denuncia que hice. Para esto, el Gobierno de la Ciudad lo estuvo aguantando un año sin facilitarme las actuaciones para que se puedan retirar. Tiene otro local que es tan trucho como este y el de Barracas, que también lo están retirando.
O sea, para que vos tengas tres locales de esa magnitud, lleno de combustible, durante 10 años, es porque tenés la protección del Gobierno de la Ciudad, sino es imposible que hagan eso.
– ¿Cuál crees que fue el motivo de este incendio?
Mirá, que el incendio fue intencional y que goza de la protección del Gobierno de la Ciudad no me cabe ninguna duda, yo lo dije un año atrás. De que haya una intencionalidad de destrucción de documentación, te diría que me juego entero de que es así. Ahora, fijate un dato significativo, el Ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, el que debía controlar a Iron Mountain, lo premió, le dio beneficios impositivos y el Gobierno tiene contrataciones con Iron Mountain. A la vez, el ministro Cabrera, que tiene esta relación tan directa y amable con Iron Mountain, es ex funcionario del HSBC.
Es decir, hay que ser muy estúpido para no darse cuenta de que existe una relación directa entre el Gobierno de la Ciudad, el HSBC e Iron Mountain. A parte, que después de cuatro incendios vos mires para otro lado; que teniendo las actuaciones, las hagas desaparecer; teniendo el expediente y la habilitación, se te pierda; tengas semejante relación de los Ministros con las empresas; me parece una sumatoria de cosas bastante insostenible.
Además otra cuestión, más allá de todo eso, el local no podía estar habilitado, hacer una pericia hoy significa no habilitarlo, porque sigue siendo un desastre como el primer día que fui. Porque lo que quedó en pie es claro que no puede estar habilitado nunca, así que lo dejaron correr porque había un arreglo, evidentemente.
– A parte de las represalias que sufrís laboralmente ¿Estás amenazado?
En principio nada serio, pero lo que están haciendo concretamente es una actitud completamente nazi, de perseguir a los compañeros que hablan conmigo. Ya estoy curtido, ya sé lo que me tengo que aguantar, conmigo no se meten, pero si uno me saluda lo amenazan, lo aprietan. Eso es parte de la represalia. A parte, fijate que ningún funcionario del Gobierno de la Ciudad abrió la boca sobre Iron Mountain. Y me parece que a esta altura del partido no abrir la boca es otorgar todo lo que vengo diciendo, porque nadie me contradijo, nadie dijo otra cosa, más que las estupideces de que yo no había ido.
– ¿Qué significa para los vecinos y vecinas que un inspector laboral del Gobierno de la Ciudad no pueda trabajar con libertad, previniendo este tipo de cuestiones?
Esto es parte de la estructura de corrupción que existe en la Ciudad de Buenos Aires, yo lo vengo denunciando, vengo diciendo que a los bomberos los mató la pared y la corrupción, no el incendio. Y espero que no los entierre la impunidad. Acá lo más grave es que la Ciudad está llena de empresas bancadas desde el Gobierno de la Ciudad para que nadie las toque y hagan lo que quieran. Y todo con la misma mecánica, por eso siempre digo que esto es un modus operandi. Por esta razón mañana (por hoy 12 de marzo) nosotros vamos a hacer una movilización a la puerta de la Subsecretaría de trabajo, en Bartolomé Mitre 575, denunciando la persecución a los trabajadores y denunciando la situación de Iron Mountain.