La CSA y su CMTA expresan su profunda preocupación y hacen un llamado a la acción para la denuncia y eliminación de las persistentes manifestaciones de violencia que enfrentan las mujeres trabajadoras.
Las mujeres son víctimas de violencia tanto en la esfera privada, pública como laboral, además de la continua inseguridad en que viven se manifiesta en su forma más extrema: los femicidios con cifras realmente alarmantes.
Esto persiste debido a la falta o a la inadecuada aplicación de la ley; pese a que los Estados tienen la obligación de actuar con decisión y compromiso para lograr eliminar todo tipo de violencia que se ejerce sobre las mujeres.
En las Américas, los embarazos no deseados han alcanzado cifras sorprendentes que afectan a cientos de millones de mujeres trabajadoras. Es una región que también tiene las legislaciones más restringidas a nivel mundial. La negación de los derechos sexuales y reproductivos para las mujeres, se convierte en una forma de violencia que sufren fundamentalmente, las mujeres trabajadoras y las que viven en situación de pobreza.
El aborto ilegal e inseguro es un asunto crítico en la gran mayoría de los países de la región, con consecuencias relevantes en el bienestar, la salud y la vida de las mujeres. Una de cada ocho muertes maternas es producto de un aborto practicado en condiciones de riesgo y casi un millón de mujeres son hospitalizadas anualmente a causa de estas circunstancias. El papel de los/as profesionales de la salud en el acceso de las mujeres a la salud sexual y reproductiva, en particular al aborto seguro ha sido reconocido a nivel internacional como un asunto clave para garantizar el derecho a la salud y los derechos reproductivos.
En países como El Salvador, Chile, Honduras, Nicaragua y República Dominicana hay estudios que demuestran sobre la prohibición total del aborto, lo que deriva en una violación sistemática y lo que es aún peor, legitimada por las leyes del Estado. La penalización total del aborto en estos países constituye una violación a la obligación del Estado de proteger y respetar el derecho de a la vida y la salud de las mujeres, el derecho a la integridad física y mental.
Reclamar aborto libre significa que no se puede cuestionar la decisión de interrumpir un embarazo no deseado. El derecho a decidir supone el reconocimiento de las mujeres como sujetos capaces de decidir sobre sus vidas y el ejercicio de la maternidad.
La CSA y su CMTA, hacen un llamado a la acción para la denuncia y eliminación de las persistentes manifestaciones de violencia de los Estados que vulneran los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres; para lo cual deben de realizar cambios legales necesarios y formular políticas públicas que construyan a garantizar estos derechos para las mujeres trabajadoras de las Américas.