Los servicios de limpieza y maestranza son esenciales en un contexto donde la sanitización y desinfección de espacios de trabajo son fundamentales para evitar el contagio con Covid-19. Sin embargo, los intereses patronales, lejos del bien común, dejan librados a su suerte a un número creciente de trabajadores y trabajadoras.

* Por Matías Levin

En este contexto, la Comisión Interna del Sindicato de Maestranza y Mantenimiento (SiTMMa-CTAA Capital) del Ministerio de Cultura de la Nación, con despliegue en todos las dependencias ministeriales, desarrollará una campaña de denuncia de la situación alarmante en que se encuentran las y los trabajadores. Mediante este campaña denunciarán pagos fuera de término y en cuotas, falta de materiales de protección personal e insumos, incumplimientos con el pago de cargas sociales, y más recientemente suspensiones de compañeros y compañeras.

Mariana Castro, secretaria General de SiTMMa- CTAA Capital, apuntó: “Maestranza y limpieza es una actividad que desde siempre padeció graves situaciones de precarización laboral que, además siempre fueron invisibilizadas por la magnitud de los intereses patronales que están en juego. Se trata de una actividad tercerizada y todos sabemos que la tercerizacion es una estafa al Estado.La realidad actual de la pandemia hace que esas situaciones no solo se tornen visibles, sino que salen con más fuerza a la luz por tratarse de tareas esenciales.”

“Desde SiTMMa-CTAA les brindamos las herramientas y el acompañamiento a los compañeros para que se organicen y aprendan a pelear por sus derechos laborales porque somos esenciales y queremos dejar de ser invisibles», agregó Mariana.

Cristian Coronel, delegado de SiTMMa-CTAA Capital en el Complejo Manzana de las Luces, describió la situación: “Las y los trabajadores no podemos más, desde hace 8 meses venimos cobrando el sueldo en dos partes, no contamos con aportes patronales ni ART. Además, tampoco tenemos los insumos básicos para trabajar seguros, porque desde que comenzó la pandemia la empresa no trajo ni un alcohol en gel, ni elementos de protección como barbijos o máscaras. Estamos a la deriva, parece que no existiéramos para la empresa, pero nos estamos organizando para reclamar por nuestros derechos, para que de una vez por todas se terminen estas prácticas de patrones de estancia que tienen estos empresarios oligarcas y esperamos que el Estado se de cuenta de que llegó la hora de los trabajadores, que somos los auténticos generadores de riqueza”.

En la campaña de difusión, fruto de la organización de las y los trabajadores y la solidaridad de clase, el SiTMMA-CTAA Capital estará acompañado por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA Nacional) y la CTAA Capital. La campaña consistirá en una serie de fotografías protagonizadas por trabajadores y trabajadoras de los distintos edificios bajo la órbita del Ministerio de Cultura Nacional, sosteniendo carteles con los reclamos que ya han agotado toda instancia administrativa.

Nicolás Peralta, delegado del SiTMMa-CTAA en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de Buenos Aires, aseguró que desde septiembre de 2019, cuando la empresa Moral ganó la nueva licitación del servicio de limpieza en los museos, los trabajadores comenzaaron a padecer. La firma pasó a ser una cooperativa y luego volvió a estar registrada como una empresa, en una oscura maniobra que tuvo por objetivo evadir ciertos impuestos y tazas, pero sobre todo confundir a los trabajadores pasándolos de categoría constantemente.

“Ante esta situación – añadió Peralta- y a partir de la cercanía con compañeros y compañeras de ATE-CTAA del Museo, varios de nosotros nos conformarnos como delegados y delegadas del SiTMMa-CTAA, ya que hasta ese momento no estábamos organizados. Hoy ya contamos con 25 servicios en el sindicato: un crecimiento apalancado en todo el acompañamiento que venimos llevando adelante con el tema de las hora de trabajo, los aportes y el cumplimiento con las normativas, a lo que ahora se sumó la situación de emergencia por la pandemia, que trae más complicaciones aún porque la empresa Moral no cumple con el más mínimo protocolo”, finalizó el compañero.

La situación que atraviesan las y los trabajadores en las distintas sedes del Ministerio de Cultura de la Nación en la Ciudad de Buenos Aires es crítica, su actividad no se detuvo a pesar de que los museos están cerrados al público, y no cuentan con elementos de protección adecuados y en cantidad necesaria, no cuentan con productos de limpieza confiables para cumplir estándares mínimos de desinfección y eso pone en riesgo su vida, la de otros trabajadores y sus familias, que, por el contexto que marca el coronavirus, se hace extensivo al resto de la sociedad.

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