La tercera mesa de debate de la presentación del Instituto de Salud y Seguridad de los trabajadores de ATE estuvo compuesta por la Diputada Nacional por el Partido Socialista Gabriela Troiano, el dirigente del Instituto de Salud Laboral y Medio Ambiente (ISLyMA-CTA) de Córdoba Eduardo Ahamendaburu y el fundador de la CTA y Diputado Nacional (MC) por Unidad Popular Víctor De Gennaro, que analizaron el presente y el pasado político argentino frente a la Seguridad en el trabajo.
El histórico dirigente de ATE y de la Central de los Trabajadores Argentinos, Víctor De Gennaro, manifestó: “La Ley de Salud Laboral que nosotros presentamos en el Congreso tuvo muchísima difusión porque Cristina Fernández de Kirchner decidió profundizar la Ley menemista e ir más a fondo, garantizando los más de 30 mil millones de pesos de 16 empresas de ART. Nuestro proyecto se conoció, se discutió, pasó por el proceso de la Audiencia Pública, y terminamos en un paro con movilización de la CTA y el MTA, en el que en ese momento estaba Facundo Moyano, cuando todavía estaban en el Frente Para la Victoria. Se estaban yendo, pero igual él firmó con nosotros, aunque otros faltaron a la reunión. El Frente Para la Victoria, el Peronismo, el Kirchnerismo, o como lo llamemos, impulsó otra Ley. Pero gracias a esto, nuestro proyecto tuvo difusión pública y nosotros, por tener una propuesta alternativa elaborada durante años de trabajo, pudimos ganar el debate en el Congreso. En el discurso que di ese día me saqué todas las ganas y les dije que estaban votando un negocio que traía muerte, mientras que nosotros estábamos presentando solidaridad que traía vida. También les pedí que no hablaran más de Germán Abdala, porque Germán, entre la disciplina de clase y la disciplina partidaria, eligió la de clase. Ellos, por supuesto, votaron por la ley que les bajaba la disciplina partidaria, la Ley de Cristina Kirchner”.
“Yo tuve la suerte de poder presentar otros proyectos de ley: Uno era el de la nueva Ley de organizaciones de trabajadoras y trabajadores sindicalizados, uno por una Ley de Violencia Laboral, uno por una Ley de pedidos de licencia para las mujeres que sufrían Violencia Familiar, y otro por una Ley por el blanqueo del Trabajo Precario. En esos proyectos de Ley, más el de Salud Laboral, hay una base central: Componen una nueva legalidad, buscan gestar nuevas relaciones de trabajo. Nosotros pudimos mostrar en el Congreso que desde los trabajadores hay propuestas para generar esas nuevas relaciones de trabajo. El único proyecto que tuvo trascendencia fue el de Salud Laboral, pero todos se basan en la democratización a fondo de las relaciones laborales. Hoy hay absoluta falta de luz democrática donde se genera la riqueza. Por eso no hay una ley que defienda la vida. Son todas leyes que defienden el negocio y la muerte”, sentenció De Gennaro.
“20 de nuestras compañeras y compañeros se mueren por día por ir a trabajar. Son más de 7.000 muertes al año. Y eso no sale en ningún diario. ¿Por qué? Porque si todos los compañeros y compañeras que van a trabajar diariamente lo hicieran pensando que hay 20 que se mueren todos los días, nadie querría ir”, dijo el dirigente.
“No hay que ocultar la verdad: No hay diferencia entre la ley menemista, la ley kirchnerista y la ley macrista a la hora de defender el negocio de los grupos empresariales y la muerte. La ley no se cambió porque democratizar las relaciones laborales implica concretamente discutir la renta, la ganancia, de los empresarios. Macri dice que el fuero laboral tiene que sacar menos leyes a favor de los trabajadores porque los empresarios no van a invertir. Si por ellos fuera, gratis nos harían laburar. No tengan duda de eso”, aseveró.
Luego, De Gennaro contó: “Los compañeros de los Astilleros Argentinos Río de La Plata S.A. (ASTARSA) estaban convencidos de que cada barco que construían costaba una vida. Cuando asumió Cámpora, un soldador murió quemado dentro de un buque. Los trabajadores tomaron el astillero y reclamaron la conformación de un comité de prevención para la salud laboral. El Gobierno les prestó atención y se conformó ese comité. Desde el 25 de mayo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976, en ASTARSA no hubo ni una sola muerte. La prevención evita morir. La clave no es cuánto vale un ojo, una oreja, una pierna, un brazo o una vida, sino que la clave es la prevención. El mismo 24 de marzo del ’76 murieron tres compañeros fusilados en la puerta del astillero y desaparecieron a unos cuantos más. Fue la dictadura la que volvió a traer a la muerte. A partir de allí, la dictadura se encargó de hacer desaparecer las comisiones internas de delegados”.
Fuente: www.eltrabajadordelestado.org