Tras un año de movilizaciones y lucha, el pasado 9 de diciembre se consiguió el reconocimiento de seis nuevos bachilleratos populares, cuatro de ellos integran la CTA Autónoma. En diálogo con ACTA, Daniela Rodriguez, del Frente de Bachilleratos Populares de la CTA, se refirió a este logro y a las perspectivas que se abre de cara al año próximo.
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-Finalmente, consiguieron el reconocimiento de algunos bachilleratos populares como Escuelas Públicas y Populares.
Si, había ocho bachis sin reconocer, y finalmente el 9 de diciembre salió la resolución que reconocía a seis de esos ocho, de los cuales cuatro forman parte de nuestro Frente: Alberto Chejolán, que fue el primer bachillerato en la Ciudad en recibir a sus primeros egresados sin títulos oficiales en una historia que lleva 10 años. Después el Salvador Herrera, que afortunadamente este año en su primer promoción de egresados, pudimos festejar también el reconocimiento, el MTL que lleva dos años de funcionamiento y Sol del Sur, que está por terminar su primer ciclo de tres años. Logramos mantener las mismas condiciones del reconocimiento del año 2011 en la Dirección de Gestión Estatal, siendo Escuelas Públicas Populares, estamos dentro del sistema para aportar nuestra experiencia y para disputar lo que creemos que debemos cambiar de este sistema educativo, para que se termine la expulsión.
-Con el reconocimiento como broche de fin de año ¿Cuál es el balance de este 2015 para el Frente de Bachilleratos Populares en la CTA Autónoma?
Este fue un año muy particular que nos tuvo en la calle prácticamente durante nueve meses, desde que arrancamos en mayo nuestro plan de lucha por el reconocimiento de los bachilleratos populares en la Ciudad de Buenos Aires. Fue un año de muchas negociaciones, para lo cual contamos con todo el apoyo de la Central, con nuestros secretarios «Pepe» Peralta y Pablo Spataro a la cabeza. Mediante la resolución que salió el 9 de diciembre, se generó también una normativa para regular la apertura de futuros bachilleratos, lo cual es muy importante teniendo en cuenta que hace cuatro años que no lográbamos ninguna de las reivindicaciones. Agotados pero felices de haber conseguido este logro que es inmenso en el contexto en el que estamos.
-¿Cuál va a ser la situación en relación a las condiciones edilicias y salarios docentes?
En este sentido presiento que el año que viene también va a ser un año de mucha lucha. Nosotros nos proponemos, a partir de la generación de una mesa de diálogo con los nuevos funcionarios, empezar a plantear estas reivindicaciones como la planta orgánica de los bachilleratos reconocidos que implicaría salario para los docentes y el financiamiento. En cuanto a la infraestructura, por más que es un reclamo histórico que siempre está, en la Ciudad de Buenos Aires conocemos cuál es la crisis edilicia del sistema educativo y el Estado regula pero no se hace cargo de poner ni un centavo. Nuestros bachilleratos funcionan algunos en lugares mejores que otros, y es fundamental el tema de la infraestructura para cuidar a los estudiantes y los profesores, y para tener una escuela alegre y agradable como a todos nos gustaría tener.