En entrevista con ACTA, Marcelo Copiello, secretario general del Sindicato de Empleados, Capataces y Encargados de la Industria del Cuero se refirió a las razones del ingreso de su gremio a la CTA y la situación actual de los trabajadores de una labor que genera ganancias de entre 800 y 900 millones de dólares anuales.
-¿Cómo fue el ingreso a la Central?
A partir de profundizar las charlas con el cuerpo de abogados de la Central encabezado por Horacio Meguira y establecer distintos tipos de asambleas con los compañeros y profundizar la idea de dar un salto histórico en nuestra organización que tiene 65 años, decidimos incorporarnos. Teníamos profundas diferencias con cómo se llevaba adelante la conducción por la propuesta de la no discusión, el acatamiento a la orden directa de quien pudiera ser en su oportunidad el secretario general y la falta de debate y de organización.
-¿Qué era lo que buscaban?
En el debate y en la decisión final de adherir a la CTA, nosotros lo que llevamos a la mesa de discusión era la oportunidad de tener un ámbito en donde poder participar libremente y sin ataduras para no tener la imposibilidad de expresar nuestras ideas y la obligatoriedad de acatar lineamientos de tipo políticos partidarios por cuanto dentro de nuestras filas militan compañeros de diversos posicionamientos y corrientes ideológicas porque privilegiamos la defensa de los derechos de los trabajadores.
-¿Cómo es la situación actual de los trabajadores del cuero?
Nosotros tenemos en el universo de la industria del cuero representación en la curtiembre (cuero vacuno o algún otro tipo de animales como pueden ser lanares) y también representamos a los trabajadores que realizan labores con el cuero a través de la marroquinería y la valijería sino que también a aquellos que realicen esa actividad más allá que el material sea el cuero o no e incluye también a la talabartería.
-¿Cómo son en términos generales las condiciones de trabajo y las salariales?
Hay una gran diferencia entre lo que son las grandes empresas de todas las ramas y fundamentalmente la rama del cuero vacuno que es la que dentro de la industria representa el mayor volúmen de facturación -factura un promedio de entre 800 y 900 millones de dólares anuales- y la diferenciación entre las grandes y medianas empresas se nota no sólo a nivel salarial sino también en las condiciones salariales sobre todo en cuanto a seguridad e higiene y en relación al cumplimiento o no de las normativas ambientales.