WhatsApp Image 2018-05-06 at 17.27.56Pablo Spataro, secretario adjunto de la CTA Capital y parte del Consejo Directivo Nacional de ATE inició junto a dirigentes y militantes que lo acompañan, experiencias territoriales y de educación popular, feminista, de niñez, culturales y deportivas. El joven dirigente es parte de la pelea porteña de los estatales.

Con la variada mezcla del amargo y dulce, el dirigente de la CTA porteña recibe a Sonido Gremial con un termo en la mano y mates listos para cebar. En el Centro Cultural “Pepa Noia”, denominación homenaje a la primera madre que llegó a la Plaza de Mayo a exigir la aparición con vida de su hija, se presta a desarrollar su visión, proyección y mirada sobre sus colegas, hoy en veredas opuestas.

– ¿Cómo ves la situación actual en el país?

– Como millones de laburantes, preocupado. Aquel que tiene la posibilidad de trabajar, o esta precarizado o no llega a fin de mes, o ambas; y los miles que no tienen trabajo deben sobrevivir en estrategias familiares de manera dramática porque los servicios, alimentos, nafta, y el transporte público suben todos los días.  El ingreso que necesita una familia para no caer en la pobreza es de 18 mil pesos y más del 50% de los trabajadores/as no llegan.

– Cambiemos en su campaña prometió pobreza cero, ¿se está yendo en esa dirección?

– El Gobierno, ni bien asumió, eliminó las retenciones al sector Minero y Agroexportador fortaleciendo los sectores que ya acumulaban ganancias millonarias hace 20 años. Transfirió miles de millones de dólares al sector financiero internacional, retomó las relaciones carnales con el FMI y aplicó medidas que garantizan a las empresas rentas extraordinarias sin riesgo. Hablan de hacer un esfuerzo para sacar al país adelante, pero el esfuerzo lo hacemos los trabajadores/as.

– El Gobierno pide tiempo y se excusa en la herencia. ¿Estás de acuerdo con esa mirada?

– Miente. A más de la mitad de su mandato, tiene que hacerse cargo de sus propias decisiones. Destrucción del empleo, precarización laboral y más pobreza.  La “reforma laboral” propuesta ya fue repudiada por el pueblo trabajador, y por otra parte, no puede explicar cómo en un país que produce alimentos para 400 millones de personas no podemos garantizar que toda nuestra población tenga la panza llena.

– Pero, Pablo, Cambiemos reconoce la pobreza y sostiene que aplicaron un plan económico acorde.

– (Se indigna) Otra doble mentira. Tuvo que reconocer el fracaso de esas políticas. Asumió que la Pobreza Cero era una “meta aspiracional” pero que era inviable. Avaló la Ley de Emergencia Social no por iniciativa propia, sino por las marchas desde San Cayetano a Plaza de Mayo, encabezada por la CTEP, CCC y Barrios de pie y abrazada por la mayoría de las organizaciones populares.  Aun así, las 50 empresas más grandes de este país se llevaron en 2017 $800 mil millones, mientras que destina a ley de emergencia social $30 mil millones en tres años. Es un Gobierno de CEO´s. Creer que este modelo de exclusión puede incluirnos en algún momento, es una trampa, genera todo tiempo desigualdad. Es necesario pensarnos como sociedad de otra manera, ahí anida nuestro desafío, y para eso es necesario fortalecer todas las organizaciones de nuestro pueblo y fortalecernos en el debate fraterno.

– ¿Y cómo ves en este contexto las organizaciones del denominado campo popular?

– Si bien este es un momento muy difícil que atravesamos porque sentimos el rigor del ajuste en nuestras espaldas, me parece que hay un pueblo junto a sus organizaciones que se anima a soñar que podemos salir de esta coyuntura a mediano plazo. Millones hemos estado movilizados durante este tiempo, nos hemos encontrado en las marchas estatales, en la de los maestros, nuestras madres contra el 2×1, marchas que exigen justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, convocatorias masivas del movimiento de mujeres contra el femicidio y la sociedad patriarcal, hemos protagonizado puebladas contra las reformas previsional y laboral; todas esas luchas ponen límites a las intenciones del Gobierno y forjan una nueva perspectiva.

WhatsApp Image 2018-05-06 at 17.28.06– Se habla mucho de la unidad del movimiento obrero, ¿por qué cuesta tanto construirla?

– Hay que sincerarse. No creo en los que enuncian la unidad y todos los días militan para fracturar sus propias organizaciones, militan y en su afán de construir su espacio político parten del hecho de que hay que debilitar la organización existente solo por no compartir el pensamiento político con el que está al lado. La unidad no es discursiva, es una práctica militante cotidiana. No es construir hegemonía. Tampoco significa construir con los que piensan igual que uno, eso sería desconocer la riqueza de pensamientos e identidades que hay en el campo de los trabajadores. Esto no significa que tengamos una idea romántica de la unidad, pero sí tomamos como nuestra la frase que una vez dijo un compañero Tupa uruguayo, “las diferencias ideológicas no justifican las miserias humanas”, la fraternidad tiene que ser un valor a reivindicar y a fortalecer en esta etapa. Por último, creo que la unidad se va construyendo en varios planos diferentes, en cada lugar donde se resiste, en las calles y en las diferentes convocatorias que enfrentan el ajuste, y en la posibilidad de construir una perspectiva común.

– ¿Y la unificación de las dos CTA (Micheli y Yasky) de la que empezaron a hablar?

– Los que creemos en los principios fundacionales de la CTA, que somos parte de una tradición del movimiento obrero, como el  Cordobazo, la CGT de los Argentinos y el Grito de Burzaco, que creemos que hay que fortalecer un modo de organización diferente incluyendo al desocupado o precarizado, que nos afirmamos en que la conducta gremial de los dirigentes sea un piso de valores en la construcción política y no la excepción a la regla, tenemos que unificar no solo las CTA sino todas aquellas organizaciones que demuestran que tienen voluntad de pelea. Ahora bien, no creo que eso se haga como lo plantean algunos dirigentes, que dicen que construir la unidad de las dos CTA significa subordinarnos a una estrategia partidaria que no representa la diversidad de nuestras organizaciones y esto tapona la posibilidad de construir unidades más amplias. Eso es construir unicidad o uniformidad.

– ¿Cómo analizás el rol CGT?

– De la CGT no opino porque creo en otro modo de organización que es el de la CTA. Nuestra Central permite organizar al trabajador en todas sus realidades, a que tiene trabajo, al que no, al precarizado y al jubilado…. podemos e incluir en nuestras organizaciones a los trabajadores/as con contratos de locación, monotributistas u otras modalidades precarias, o al desocupado porque nos dimos una política para eso, nuestra Central desde su fundación apostó a su organización y esa política es la que el viejo modelo sindical no contiene. La democracia interna es un principio fundamental de la CTA, por eso establecimos la elección de los representantes por medio del voto directo de los afiliados y afiliadas, y la toma de decisiones en sus organizaciones en asamblea o plenarios.  De la CGT tienen que opinar quienes creen en esa forma de organización y ahí darán la discusión de porque hay tantas dificultades para llamar a un paro ante este Gobierno neoliberal, y sacaran sus balances. Todos observamos los reacomodamientos que hay ahí dentro. Hay compañeros/as, agrupaciones y organizaciones muy valiosas ahí, pero también conviven otras realidades que tienen que ver con el sindicalismo empresarial. Pero no somos nosotros los que tenemos que opinar de eso.

– Daniel Catalano, secetario general de ATE capital, habló de volver a la CGT…

– Llama la atención. Me parece que el dirigente que considera volver a la CGT no cree en el modelo sindical de la CTA y cree en otra cosa, y está en todo su derecho, pero es contradictorio querer conducir a la CTA y pretender llevarla a su desaparición. Si yo creyera en otra forma de organización, me iría a donde creo que es lo correcto. Me sorprendió que, siendo secretario general de ATE Capital destaque a un dirigente de otro gremio, dueño de caballos y portador de hábitos que no enaltecen al movimiento obrero, diciendo que es “un dirigente muy interesante con el que se puede pensar cosas”. Eso no representa el sentir y el pensar de los afiliados. Con el modelo sindical que fue cómplice del Menemismo y ahora del PRO no hay acuerdo. Si hay alguien que sufre el acuerdo del viejo modelo sindical y el gobierno, son nuestros compañeros y compañeras estatales que están siendo despedidos, precarizados, y extorsionados bajo la política del miedo. Pero más allá de mi opinión o la de otro dirigente, lo importante es que el destino de nuestra Central es una decisión de todos los que construimos esta herramienta y en ese proceso estamos.

El 8 de agosto, la CTA Autónoma tendrá una jornada histórica en la que se prestará a la elección nacional de autoridades, y “los verdaderos dueños y protagonistas de esta construcción” van a decidir “por los que quieren volver al viejo modelo sindical, o aquellos que afirman la decisión de construir uno nuevo que de pelea al ajuste frente a los poderosos”.

“No renegamos de nuestra historia, nosotros sentimos como nos enseñó nuestro compañero y guía German Abdala (histórico dirigente sindical de ATE) que nuestra memoria no está pisoteada, el pasado nos enorgullece y el presente es de transformación”. En ese camino, pese a todo, andamos.

Fuente: Sonido Gremial

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